Mireia Las Heras: ¡°El teletrabajo supone una gran oportunidad para contratar a m¨¢s mujeres¡±
La docente catalana recuerda que el empleo en remoto no es una obligaci¨®n, sino una opci¨®n
Mireia Las Heras (49 a?os, Barcelona) es profesora de Direcci¨®n de Personas en las Organizaciones en la IESE Business School de Barcelona. Su ¨²ltimo estudio aborda los beneficios de instaurar un modelo de teletrabajo mixto, en el que la presencialidad se reduzca a tres d¨ªas por semana. Con un chorro de voz que desprende entusiasmo al otro lado del tel¨¦fono, Las Heras afirma que la tendencia actual invita a buscar una ¡°customizaci¨®n¡± de la vida laboral. Una realidad que permita a cada persona conciliar su empleo y su vid...
Mireia Las Heras (49 a?os, Barcelona) es profesora de Direcci¨®n de Personas en las Organizaciones en la IESE Business School de Barcelona. Su ¨²ltimo estudio aborda los beneficios de instaurar un modelo de teletrabajo mixto, en el que la presencialidad se reduzca a tres d¨ªas por semana. Con un chorro de voz que desprende entusiasmo al otro lado del tel¨¦fono, Las Heras afirma que la tendencia actual invita a buscar una ¡°customizaci¨®n¡± de la vida laboral. Una realidad que permita a cada persona conciliar su empleo y su vida personal.
Pregunta. ?C¨®mo puede influir el teletrabajo en el estado de ¨¢nimo?
Respuesta. El abanico es muy grande. Cuando el teletrabajo es parcial, de uno a tres d¨ªas en remoto, el impacto sobre el estado emocional es muy positivo: menos estr¨¦s por tr¨¢fico, menos riesgos de sobrecarga cognitiva... Ahora bien, cuando excedemos ese punto y trabajamos lejos de la oficina m¨¢s del 70% del tiempo, sufrimos los efectos negativos: desconexi¨®n laboral, falta de sociabilidad, soledad, depresi¨®n...
P. ?C¨®mo se llega a ese punto?
R. Llevamos mucho tiempo creando sociedades que son islas. Hay una falta de relaciones, de cohesi¨®n y de inter¨¦s por lo ajeno muy clara. Esto se agrava en los tiempos que vivimos, y m¨¢s a¨²n con todo lo que vivimos en la pandemia. Cuando el teletrabajo es absoluto y desde casa, los efectos nocivos son m¨²ltiples. La dificultad para definir los espacios, los horarios y las tareas es enorme. Y nuestras relaciones empeoran.
P. ?Existe el miedo a la soledad laboral?
R. Yo creo que es m¨¢s bien al rev¨¦s. Si te sientes solo, siempre vas a tener el derecho a pedir la vuelta a la oficina. El teletrabajo no es ni mucho menos una obligaci¨®n, sino una opci¨®n. Y creo que hay muchas ganas de incluirlo a nuestra vida.
P. ?Hay diferencias entre hombres y mujeres?
R. S¨ª. Las mujeres tienen m¨¢s inter¨¦s por trabajar en remoto, a poder ser entre tres y cuatro d¨ªas. Los hombres, en cambio, son partidarios de teletrabajar menos: uno o dos d¨ªas.
P. ?Por qu¨¦?
R. Pienso que puede deberse a que todav¨ªa estamos en una sociedad en la que las mujeres tienen m¨¢s carga dom¨¦stica e invierten m¨¢s tiempo con los hijos. Tambi¨¦n a que los hombres son m¨¢s propensos a entablar amistades dentro del trabajo.
P. ?Y entre rangos de edad?
R. Ah¨ª tenemos muy pocas diferencias, que es algo que a m¨ª me sorprende much¨ªsimo. Tenemos tendencias que convergen. No es tan distinto c¨®mo ve el teletrabajo una persona joven y una cercana a la jubilaci¨®n.
P. ?Es ese uno de los puntos fuertes del trabajo en remoto?
R. S¨ª, pero hay muchos. Por ejemplo, uno del que no se habla mucho es la posibilidad de flexibilizar el tiempo. Qu¨¦ m¨¢s da que coincidan los horarios y que todos lo queramos todo al mismo tiempo. Con el teletrabajo podemos reducir much¨ªsimo la congesti¨®n de los servicios.
P. ?Otro ejemplo?
R. Supone una gran oportunidad para contratar a m¨¢s mujeres. Atender ¨²nicamente al rendimiento deber¨ªa ser una de las consecuencias del teletrabajo. Que se eval¨²e a cada uno por su aportaci¨®n y no por qui¨¦n es o por el tiempo que trabaja. Tambi¨¦n deber¨ªa aumentar la contrataci¨®n de personas discapacitadas, porque dejan de ser necesarios los espacios adaptados.
P. En cualquier caso, no todo el mundo quiere trabajar desde casa ni lo quiere hacer todo el tiempo.
R. Cada uno tiene su propia configuraci¨®n personal. Es muy distinto tener una casa grande y con luz natural a tener una peque?a y ruidosa. Pero es que luego influyen muchas cosas: la cercan¨ªa al trabajo, los hijos que tengo y la edad que tienen, las personas mayores a mi cargo... Cuando nos compramos unas zapatillas, elegimos talla y podemos personalizarlas. No tiene sentido pensar que vamos a tener una talla de teletrabajo que nos vaya bien a todos. Tenemos que ir hacia la customizaci¨®n de las condiciones laborales.
P. ?Hay relaci¨®n entre presencialidad y eficacia?
R. S¨ª, y muy negativa. En Espa?a pasamos much¨ªsimas horas en el trabajo y siempre estamos en las ¨²ltimas posiciones de rendimiento. Yo siempre pongo el mismo ejemplo: tu ritmo no es el mismo en una carrera de 100 metros y en un marat¨®n, ?verdad? Pues esto es igual. Trabajando desde casa no se te miden las horas, sino lo que produces. Cuando quieres terminar antes, tu productividad aumenta.
P. ?El teletrabajo cambia las jerarqu¨ªas?
R. Totalmente. Cuando se trabaja en remoto, los roles tienen menos importancia. Es otra de las grandes ventajas. Se pasa de una jerarqu¨ªa piramidal a una m¨¢s horizontal, basada en el apoyo y el conocimiento; algo mucho m¨¢s adaptado a la realidad actual.
P. ?Y c¨®mo influye a las entrevistas de trabajo?
R. Bueno, yo es que pienso que deber¨ªan desaparecer. Es el m¨¦todo menos efectivo de contratar a alguien. Lo que recoges son percepciones, sentimientos y qu¨ªmica con la otra persona, en lugar de aptitudes y competencias. Como pol¨ªtica de contrataci¨®n est¨¢ fuera de cualquier realidad. Ahora bien, es lo m¨¢s f¨¢cil y se seguir¨¢ haciendo, estoy segura. En Espa?a somos muy inmovilistas para estas cosas. Si siempre se ha hecho algo, nos parece lo adecuado. Los entornos cambian y no acabamos de verlo.