Vivienda en pandemia
Los ¨²ltimos datos del mercado inmobiliario apuntan a un crecimiento sostenido y sin acelerones propios de una burbuja
Aunque las transacciones se frenaron bruscamente por los rigores de la pandemia, el sector de la construcci¨®n resisti¨®. Fue uno de los que mejor transit¨® entre confinamientos y restricciones. Ahora que, poco a poco, aumenta la confianza en la recuperaci¨®n, se aprecia una cierta aceleraci¨®n en las operaciones de compraventa. Sin embargo, no hay razones para pensar en que se abra un per¨ªodo inmobiliario especialmente boyante sino una continuaci¨®n de la normalizaci¨®n que se ven¨ªa produciendo desde antes de que el coronavirus alterara nuestras vidas. ...
Aunque las transacciones se frenaron bruscamente por los rigores de la pandemia, el sector de la construcci¨®n resisti¨®. Fue uno de los que mejor transit¨® entre confinamientos y restricciones. Ahora que, poco a poco, aumenta la confianza en la recuperaci¨®n, se aprecia una cierta aceleraci¨®n en las operaciones de compraventa. Sin embargo, no hay razones para pensar en que se abra un per¨ªodo inmobiliario especialmente boyante sino una continuaci¨®n de la normalizaci¨®n que se ven¨ªa produciendo desde antes de que el coronavirus alterara nuestras vidas. As¨ª parecen confirmarlo los datos existentes del ¨ªndice del precio de la vivienda seg¨²n el INE hasta el segundo trimestre de 2021, que refleja una variaci¨®n anual del 3,3%, aunque para la vivienda nueva hubo un llamativo crecimiento del 6%. Se siguen echando de menos buenas estad¨ªsticas de vivienda en Espa?a. O bien sufren un cierto retraso o hay que depender de fuentes privadas ¡ªcomo idealista.es o pisos.com¡ª, que son mejores no tanto para la valoraci¨®n global sino para ver lo que acontece por ciudades o zonas residenciales. En su conjunto, la informaci¨®n apunta a una transici¨®n m¨¢s tranquila (de lo que frecuentemente se opina sin m¨¢s) que la vivienda y construcci¨®n llevan registrando tras la crisis financiera. En el propio sector se aprecia la bondad de un crecimiento constante y sostenido, en lugar de acelerones y frenadas. No se echa de menos la burbuja. Su final fue demoledor.
Hay que tener en cuenta en los pr¨®ximos trimestres el impacto comparativamente m¨¢s negativo sobre el sector de la construcci¨®n de la falta de suministros a escala internacional y la marcada subida de los costes de la energ¨ªa. Muchas obras se est¨¢n viendo obligadas a parar o retrasar su actividad. Esto puede demorar notablemente el crecimiento de viviendas nuevas terminadas en 2022, algo que puede generar tensiones puntuales en los precios.
Pensando m¨¢s all¨¢, nuestro pa¨ªs contin¨²a careciendo de una visi¨®n de la vivienda y la construcci¨®n a largo plazo. No solamente como pol¨ªtica p¨²blica ¡ªque deber¨ªa tener m¨¢s peso que el actual¡ª sino como sistema de incentivos y de bienestar. Por sostenibilidad, por los modelos de urbe y de convivencia, pero, sobre todo, para que haya unos incentivos intergeneracionales bien definidos. La vivienda en propiedad que ha sido tan caracter¨ªstica en Espa?a ten¨ªa sus ventajas (entre otras, contar con ella en la jubilaci¨®n y evitar costes de alquiler tras el retiro) pero para muchos comienza a ser objetivo complicado.
Son enormes las dificultades de acceso para muchos j¨®venes. La transici¨®n de la propiedad al alquiler tampoco es sencilla. Facebook o Microsoft pueden ofrecer la promesa de entretenimiento, comercio e, incluso, trabajo, en ese mundo paralelo virtual al que llaman el Metaverso, pero los j¨®venes tendr¨¢n que seguir necesitando una cama para dormir, un lugar f¨ªsico donde habitar. La nueva Ley de Vivienda, en fase de anteproyecto, ha recuperado un oportuno debate sobre estos retos, pero la demora y dudas en muchas de las medidas propuestas (y la falta de suficiente apoyo pol¨ªtico) pueden limitar o cuestionar su impacto.