Andrea Orlando: ¡°Las sanciones a Rusia har¨¢n m¨¢s da?o en Italia¡±
El ministro de Trabajo italiano cree que su pa¨ªs saldr¨¢ m¨¢s perjudicado que otros socios comunitarios de la guerra y pide mecanismos comunes de compensaci¨®n
El ministro de Trabajo de Italia, Andrea Orlando (La Spezia, 53 a?os), es un pol¨ªtico curtido y experto en las tareas de Gobierno que ya ocup¨® los ministerios de Justicia y de Medioambiente en dos ejecutivos anteriores. Hoy ostenta una cartera importante en el Gobierno de coalici¨®n que preside Mario Draghi y fue vicesecretario del Partido Democr¨¢tico hasta hace un a?o, lo que le permiti¨® conocer muy bien las din¨¢micas del mundo de la izquierda, donde comenz¨® militando en el Partido Comunista. Una ¨®rbita que comparte con su...
El ministro de Trabajo de Italia, Andrea Orlando (La Spezia, 53 a?os), es un pol¨ªtico curtido y experto en las tareas de Gobierno que ya ocup¨® los ministerios de Justicia y de Medioambiente en dos ejecutivos anteriores. Hoy ostenta una cartera importante en el Gobierno de coalici¨®n que preside Mario Draghi y fue vicesecretario del Partido Democr¨¢tico hasta hace un a?o, lo que le permiti¨® conocer muy bien las din¨¢micas del mundo de la izquierda, donde comenz¨® militando en el Partido Comunista. Una ¨®rbita que comparte con su hom¨®loga espa?ola, Yolanda D¨ªaz, con quien se reunir¨¢ este jueves en el marco de la celebraci¨®n de los 10 a?os de la ley de la Econom¨ªa Social. Una nueva cita, a la que acudir¨¢ tambi¨¦n el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, que permitir¨¢ engrasar varios frentes comunes para cambiar las pol¨ªticas de trabajo en la Uni¨®n Europea.
Pregunta. El jueves estar¨¢ en Madrid con la vicepresidenta del Gobierno segunda y ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz. Ambos han hecho un frente com¨²n para pedir un nuevo fondo SURE que afronte la transici¨®n a los nuevos modelos de trabajo. ?En qu¨¦ punto se encuentra?
Respuesta. Nos enfrentamos a cambios estructurales de la econom¨ªa con un impacto asim¨¦trico en cada realidad, pero responden a objetivos comunes como la transici¨®n digital y ecol¨®gica. Por eso queremos construir instrumentos que permitan reducir su impacto. Y tiene todav¨ªa m¨¢s sentido ahora con la guerra. El tema es c¨®mo convertir en estructural lo que hemos experimentado durante la pandemia y hemos comprobado que funciona, como el SURE. Ha sido un instrumento sin el que muchos pa¨ªses habr¨ªan perdido capacidad productiva.
P. La primera reacci¨®n no ha sido la mejor, especialmente de algunos pa¨ªses frugales.
R. Pero hemos empezado a encontrar una disposici¨®n al debate. Ayer empezamos con una bilateral con el Gobierno alem¨¢n, que siempre ha visto con gran desconfianza los fondos comunes con deuda com¨²n. Y encontramos mayor disposici¨®n y atenci¨®n. Hubo una discusi¨®n sobre el impacto que puede tener la guerra en el mercado de trabajo y sobre la econom¨ªa. Y existe una conciencia de que muchas cosas deber¨¢n ajustarse. La Comisi¨®n tiene que ver qu¨¦ papel tiene cada uno: para acoger a los refugiados y para introducir elementos que ayuden a la econom¨ªa, que se resentir¨¢ tambi¨¦n por las sanciones.
P. En la visi¨®n sobre la acogida de los refugiados tambi¨¦n han cambiado cosas.
R. Fue muy significativo el hecho de que los pa¨ªses que siempre han rechazado una gesti¨®n com¨²n de los flujos migratorios y de la acogida ahora pidan exactamente eso. No es momento de pol¨¦micas, pero quien sosten¨ªa posiciones ultranacionalistas ahora se encuentra pidiendo que la acci¨®n debe ser com¨²n solo porque el problema es mayor en su territorio. Y nosotros no miraremos hacia otro lado porque ellos lo hicieran entonces: si no ayudamos, habr¨¢ un efecto domin¨®.
P. ?Ser¨¢ un punto de inflexi¨®n para Europa?
R. Tengo confianza en la humanidad, pero no siempre es as¨ª. Con la pandemia lo hemos visto: muchas cosas no han cambiado, como la posici¨®n de los frugales, de los soberanistas del este de Europa¡ La guerra desaf¨ªa de nuevo a Europa, esperemos que consolide la convicci¨®n de que solo podemos dar respuestas estructuralmente comunes.
P. ?Qu¨¦ impacto tendr¨¢ la guerra en el mercado del trabajo en Italia?
R. Muy grande, porque es un pa¨ªs transformador. Importamos energ¨ªa con un mix orientado al gas y no tenemos materias primas. Adem¨¢s, tiene un gran porcentaje de exportaci¨®n a Ucrania y Rusia. Las sanciones son iguales para todos, pero no cuestan lo mismo. En Italia har¨¢n m¨¢s da?o a la econom¨ªa. No pedimos trato privilegiado, porque la cohesi¨®n es fundamental. Pero s¨ª instrumentos comunes para afrontarlas y reglas presupuestarias nuevas.
P. ?Fondos que compensen el impacto de las sanciones?
R. Absolutamente, s¨ª. Tendremos que pensar en algo que se parezca al Plan de Recuperaci¨®n. Era un instrumento que no ten¨ªa en cuenta el shock de la guerra. Pero el nuevo instrumento chocar¨ªa con las viejas reglas del Pacto de Estabilidad, as¨ª que no podemos volver a aquello.
P. ?Italia fue demasiado promiscua con Rusia?
R. Italia vive de la exportaci¨®n y no tiene energ¨ªa. Conquist¨® nuevos mercados y compr¨® energ¨ªa donde era m¨¢s f¨¢cil hacerlo. Especialmente tras la inestabilidad del Mediterr¨¢neo. No es una culpa, sino una necesidad. Pero hoy debe revisarse a la luz de lo que est¨¢ pasando. Hay que acelerar en la transici¨®n energ¨¦tica. El esfuerzo que ha hecho Espa?a con las renovables es un ejemplo.
P. ?C¨®mo se introducir¨¢ en el mercado de trabajo a todos los refugiados ucranios que lleguen?
R. Hemos hecho todo lo necesario para que accedan a los instrumentos de colocaci¨®n y a las pol¨ªticas activas. El problema es que se trata b¨¢sicamente de mujeres con ni?os. As¨ª que la verdadera ayuda si queremos que trabajen es dar acceso a guarder¨ªas y escuelas. Con las mujeres se amplifica un problema general: c¨®mo conjugar la gesti¨®n, en este caso dram¨¢tica, de la vida familiar con la del acceso al trabajo. Esperemos que este caso extremo tambi¨¦n sirva para hacernos cargo de este asunto a todos los niveles. Pero tiene que haber una respuesta general que contrarreste la precariedad que castiga a j¨®venes y mujeres.
P. La precariedad hoy tambi¨¦n la marca el cambio de modelo digital. ?C¨®mo se regula un mercado donde tu jefe es un algoritmo?
R. Estamos empujando junto a Espa?a para una directiva europea sobre los trabajadores de las plataformas. En Italia hemos logrado implantar la presencia sindical en una gran plataforma como Amazon. Buscamos dos cosas: instrumentos para tutelar a trabajadores y refuerzo de las herramientas tradicionales. En Italia se ha doblado el n¨²mero de trabajadores a cuenta de un intermediario de plataforma. Ya no son solo los llamados riders, cada vez tendr¨¢ que ver m¨¢s con el trabajo manual artesano, profesionales¡
P. ?Qu¨¦ le parece la reforma laboral que se ha aprobado en Espa?a?
R. Ten¨ªa como objetivo limitar la precariedad y en nuestro pa¨ªs, pese a que los datos en esa materia son la mitad, traer¨ªa resultados significativos. Pero nuestro problema hoy es que un debate de este tipo con una mayor¨ªa de gobierno con partidos de derecha e izquierda es muy dif¨ªcil. Pero todos los pasos que eliminen formas de precariedad son necesarios.
P. ?Le gusta el estilo pol¨ªtico de Yolanda D¨ªaz?
R. Encarna la idea de una izquierda radical, pero no ideol¨®gica. Es una baza fundamental dentro de una izquierda plural. A menudo pienso mirando a nuestro pa¨ªs que la falta de esa propuesta ha favorecido a muchos populismos de derecha. En Italia la explosi¨®n de un cierto tipo de populismos se debe en parte a una izquierda reformista identificada con el establishment y a una izquierda radical que parec¨ªa demasiado ideol¨®gica.
P. ?La ve liderando una opci¨®n pol¨ªtica con posibilidades de presidir el pa¨ªs?
R. Es dif¨ªcil decirlo desde Italia. Es sin duda una voz escuchada en el contexto europeo donde la he conocido. Tiene una capacidad de propuesta muy eficaz y concreta. Creo que puede ser una figura importante para la izquierda radical y tambi¨¦n una referencia a para toda la izquierda.
P. ?Draghi se est¨¢ convirtiendo en una referencia del mundo progresista en Italia?
R. Pienso que las fuerzas progresistas deber¨ªan tener la ambici¨®n de construir un perfil propio. Draghi es un activo de todo el pa¨ªs y ha dado el paso para afrontar una emergencia. Podr¨ªa ser a¨²n necesario si debemos afrontar otra situaci¨®n de este tipo, con un despliegue m¨¢s amplio de lo progresista: parar a una derecha de inspiraci¨®n soberanista y antieuropea.
P. ?Este Gobierno lograr¨¢ resistir hasta final de legislatura?
R. Veo todav¨ªa ataques y movimientos injustificables. Pero sigo pensando que nadie en este momento tendr¨¢ el valor de romperlo. Pero eso no hace menos grave que a diario se pongan obst¨¢culos a la acci¨®n del Ejecutivo. Necesitamos un Gobierno que llegue a las elecciones, pero tambi¨¦n que pueda actuar en un periodo de dificultad como este.
P. ?Qu¨¦ piensa cuando ve a Matteo Salvini [antiguo ministro del Interior, que bloque¨® el desembarco de migrantes en Italia] en la frontera con Ucrania con un alcalde y diciendo ahora que quiere ayudar a los refugiados?
R. Bueno¡ primero que no tiene un equipo de gran nivel. Pero tambi¨¦n que busca de alg¨²n modo esconder una fascinaci¨®n propia de toda la extrema derecha europea por el modelo Putin. Ese viaje es otro intento por camuflar eso.