Inflaci¨®n y mandato de los bancos centrales
El BCE no debe temer actuar sobre los tipos de inter¨¦s para apuntalar la recuperaci¨®n controlando los excesos inflacionarios
El panorama macroecon¨®mico mundial se ha complicado enormemente en las ¨²ltimas semanas. Apagar el fuego del disparado crecimiento de los precios requiere amplias y decididas medidas en pol¨ªtica energ¨¦tica, de rentas, fiscal y monetaria. Precisar¨¢ bastantes trimestres, tino en las acciones y suerte. Hasta ahora, la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra se han apuntado claramente a las trincheras de la batalla contra la inflaci¨®n mediante subidas de tipos, retirada de est¨ªmulos y mensajes muy halcones. Aunque ya no descarta ...
El panorama macroecon¨®mico mundial se ha complicado enormemente en las ¨²ltimas semanas. Apagar el fuego del disparado crecimiento de los precios requiere amplias y decididas medidas en pol¨ªtica energ¨¦tica, de rentas, fiscal y monetaria. Precisar¨¢ bastantes trimestres, tino en las acciones y suerte. Hasta ahora, la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra se han apuntado claramente a las trincheras de la batalla contra la inflaci¨®n mediante subidas de tipos, retirada de est¨ªmulos y mensajes muy halcones. Aunque ya no descarta subidas de tipos y ha comunicado el fin de los est¨ªmulos pand¨¦micos en unos meses, el Banco Central Europeo (BCE) es m¨¢s cauteloso, a veces diplom¨¢tico.
La inflaci¨®n requiere que se ponga toda la carne en el asador. El BCE tiene un papel determinante para lograrlo. Su mandato le obliga. El ritmo e intensidad de las posibles subidas de tipos en la eurozona est¨¢ por decidir. Se evidencia en las no perfectamente alineadas declaraciones de los dos m¨¢ximos responsables del BCE, Lagarde y De Guindos. El emisor no puede pasarse de frenada y dar al traste con la recuperaci¨®n. Tampoco puede permitir que la inflaci¨®n se ancle en las expectativas generando una espiral precios-salarios. No actuar o quedarse corto puede empeorar la inflaci¨®n. No hay que temer a actuar sobre los tipos. Se hizo con normalidad hasta la crisis de 2008. Todos los agentes y el mercado esperan que as¨ª se haga. Ser¨ªa peor que los acontecimientos superaran la acci¨®n del BCE. Adem¨¢s, los tipos ya est¨¢n subiendo en los mercados desde hace alg¨²n tiempo.
La subida de tipos es m¨¢s efectiva con inflaciones derivadas de fuerte demanda, como ocurre, en mayor medida, en EE UU. Tambi¨¦n hay un componente de demanda en la eurozona, como empieza a reflejar la subyacente, pero pesa m¨¢s la inflaci¨®n por costes energ¨¦ticos. Los crecimientos del PIB esperados este a?o lo demuestran. Es necesario apuntalar esa recuperaci¨®n controlando los excesos inflacionarios. La elevaci¨®n de los tipos coadyuvar¨ªa a otras pol¨ªticas fiscales y de rentas. Habr¨¢ efectos, sobre todo en los endeudados, que habr¨¢ que evaluar. Pero, por ejemplo, las familias no pueden esperar pagar un 1% por una hipoteca si la inflaci¨®n se mantiene por encima del 5% y da lugar a tipos reales ¡°muy negativos¡±. Y las empresas no pueden seguir endeud¨¢ndose con estos niveles de inflaci¨®n sin que se refleje en su coste financiero nominal.
Todo lo que acontece ¡ªla mayor escasez¡ª se debe reflejar en precios y costes, tambi¨¦n financieros. Qu¨¦ decir de la deuda soberana, gran fuente de preocupaci¨®n. Ser¨¢ necesario un programa del BCE que permita las compras y evite que se disparen las primas de riesgo. Generar¨ªa fragmentaci¨®n crediticia en la zona euro y otra espiral de problemas. Eso s¨ª, con los incentivos correctos dentro del mandato del BCE, con un compromiso serio de los Estados para contribuir al control de la inflaci¨®n y la sostenibilidad fiscal. La inflaci¨®n no va a salir gratis a nadie.