Camareros a la fuga: ¡°Si quieres criar a tus hijos tienes que dejar el sector¡±
Las precarias condiciones de la hosteler¨ªa expulsan a muchos trabajadores, que incluso prefieren cobrar menos en otras ocupaciones con m¨¢s estabilidad
Se han bajado del barco. Hartos. Cansados y sin perspectivas de mejora. Tras las quejas del sector de la hosteler¨ªa por falta de personal, est¨¢n los camareros, recepcionistas o cocineros que han dicho basta. Con sueldos bajos, horarios imposibles e incumplimientos reiterados del convenio colectivo, una legi¨®n de trabajadores del sector ha optado por cambiar de trabajo. Se han refugiado en el comerci...
Se han bajado del barco. Hartos. Cansados y sin perspectivas de mejora. Tras las quejas del sector de la hosteler¨ªa por falta de personal, est¨¢n los camareros, recepcionistas o cocineros que han dicho basta. Con sueldos bajos, horarios imposibles e incumplimientos reiterados del convenio colectivo, una legi¨®n de trabajadores del sector ha optado por cambiar de trabajo. Se han refugiado en el comercio, en la jardiner¨ªa y hasta en la reparaci¨®n de barcos. La Costa Brava, en Girona, una de las zonas de Espa?a que m¨¢s sufre la falta de trabajadores con vistas al verano que comienza vive como pocos lugares un fen¨®meno que recuerda a lo que en Estados Unidos se ha apodado como La Gran Dimisi¨®n.
¡°El modelo tur¨ªstico est¨¢ agotado¡±, resume el secretario general de UGT en Girona, Maxi Rica. Este sindicalista considera que ¡°las precarias condiciones abonadas durante d¨¦cadas por los empresarios han generado una penalizaci¨®n social del sector¡±. En el caso de Catalu?a, el convenio est¨¢ caducado desde 2019 y las negociaciones para renovarlo apenas avanzan. Los trabajadores del sector de esta comunidad contaban con uno de los mejores del pa¨ªs, apuntan los sindicatos, pero, por lo general, no se cumpl¨ªa. En muchos casos la pandemia permiti¨® a los camareros ver que hab¨ªa vida, y mejor, fuera de la hosteler¨ªa.
Sebas Rinc¨®n tiene 26 a?os. A los 16 empez¨® como jardinero en Begur, en el coraz¨®n de la Costa Brava, y por las noches hac¨ªa de pinche de cocina. Durante ocho a?os trabaj¨® como camarero de temporada en bares y restaurantes. En algunos cobraba parte del sueldo en negro. Ahora trabaja en una empresa de jardiner¨ªa ocho horas de lunes a viernes, y aunque ha perdido unos 1.000 euros de sueldo, ¡°necesitaba estabilidad todo el a?o¡±, asegura. Cree que ¡°vale m¨¢s cobrar menos todo el a?o, que cobrar m¨¢s durante siete meses y a ver c¨®mo lo haces el resto. Cuando tienes pareja y no puedes ir a ninguna comida o cena, hay que hacer un replanteamiento vital¡±, indica.
Miquel Ram¨ªrez, de 30 a?os, trabaj¨® 14 a?os en hosteler¨ªa. Hijo, sobrino y nieto de restauradores de Begur, de adolescente empez¨® a trabajar en la empresa familiar, prob¨® otras ocupaciones y volvi¨® a la hosteler¨ªa en las vecinas localidades de Pals y Llafranc. Tambi¨¦n trabaj¨® en Londres, M¨¢nchester o Barcelona. Ten¨ªa asumidas las largas jornadas y un d¨ªa descanso, a pesar de que el convenio del sector establece 40 horas semanales, dos festivos consecutivos con un fin de semana al mes y un sueldo de ayudante de camarero de 1.300 euros. Durante el estado de alarma tuvo que buscarse la vida y acab¨® en una empresa de control de plagas. El a?o pasado volvi¨® a la hosteler¨ªa e hizo de jefe de sala en un restaurante en Platja d¡¯Aro que de noche serv¨ªa copas. Pero dos hernias discales y el agotamiento le hicieron virar rumbo a lo desconocido. Desde agosto de 2021 trabaja en una n¨¢utica de Torroella de Montgr¨ª. ¡°Ahora, aparte de mejor horario, tambi¨¦n tengo mejor sueldo, m¨¢s vida social y puedo quedar para cenar cada d¨ªa, algo incre¨ªble¡±. Hace turno partido, acaba a las siete. ¡°?Y s¨¢bados y domingos libres!¡±.
La historia de Jose Navarro, que tiene 35 a?os y de los 16 a los 29 estuvo haciendo temporada en un hotel de Lloret de Mar, es parecida. ¡°Trabajaba todas las horas del mundo¡± asegura. Las extras las cobraba en b a 10 euros, pero se cas¨® y se replante¨® la vida. Ahora est¨¢ empleado de ma?ana en una tienda de ropa, tiene un hijo y otro en camino. ¡°Si tienes hijos en la hosteler¨ªa no los ves. Si quieres verlos y participar en su crianza y educaci¨®n tienes que dejar este sector¡±, afirma. Pone de ejemplo a su padre, cocinero, quien asegura ¡°haber conocido a sus hijos durante la pandemia¡± y ¡°nunca haber discutido con ellos sobre cuestiones pol¨ªticas porque no le daba tiempo¡±. Jose lo tiene claro: ¡°He ganado en disfrutar de la familia, en poder acompa?ar a mi hijo a las extraescolares y al f¨²tbol el domingo¡±. Aunque cobra menos al mes, como trabaja todo el a?o gana m¨¢s. Sus tardes libres han permitido a su mujer progresar laboralmente.
La pandemia tambi¨¦n abri¨® los ojos al padre de Jose, que decidi¨® ¡°no volver a trabajar 11 horas y disfrutar de la familia¡± y cambi¨® el restaurante por un hotel. ¡°Ahora disfruta de su nieto. Siempre ha trabajado en este sector y teme dejarlo porque cree que a los 60 a?os no encontrar¨¢ nada m¨¢s¡±, apunta el hijo.
El problema de Helena, que pide no aparecer con su nombre real, fueron las malas pr¨¢cticas de las empresas. Esta psic¨®loga moldava de 33 a?os lleg¨® a Espa?a en 2003 y trabaj¨® de 2017 a 2021 en un hotel de Blanes. Habla catal¨¢n, castellano, rumano, franc¨¦s, ruso y se defiende en ingl¨¦s. Cobraba 1.156 euros al mes por 40 horas y 160 euros en b por el sexto d¨ªa trabajado de forma irregular. La contrataron de ayudante pero hac¨ªa de recepcionista. Ahora est¨¢ en una empresa de aud¨ªfonos y agradece lo que denomina ¡°descanso psicol¨®gico¡±.