Los datos del gas: sin reservas para todo el invierno, Europa busca soluciones
El combustible almacenado actualmente cubre la demanda hasta diciembre, pero las importaciones por barco tambi¨¦n aliviar¨¢n el cerrojazo ruso. Las temperaturas y el ahorro ser¨¢n clave en la temporada de fr¨ªo
Es el invierno m¨¢s temido; probablemente el ¨²ltimo en el que el chantaje energ¨¦tico de Vlad¨ªmir Putin tiene potencial para desencadenar una crisis econ¨®mica y social de gran envergadura en la Uni¨®n Europea. El cierre del grifo ruso del gas ha pillado a los Veintisiete a contrapi¨¦, con menos plantas de regasificaci¨®n ¡ªla ¨²nica forma de procesar el combustible que llega por barco¡ª de lo que ser¨ªa necesario para afrontar el fin de los flujos desde su primer exportador, y una capacidad de almacenamiento limitada.
No es un problema de falta de br¨ªo en las pol¨ªticas de llenado: el gas lleva semanas entrando a borbotones en los 146 dep¨®sitos, que se convertir¨¢n en 160 en los pr¨®ximos a?os si los planes de los pa¨ªses se llevan a la realidad. El fallo tiene que ver, m¨¢s bien, con su escasa capacidad. Incluso si llegasen al 100% el 1 octubre ¡ªla fecha formal de inicio de la temporada de calefacciones en el centro y norte¡ª, apenas alcanzar¨ªan para cubrir la demanda prevista hasta Navidad. De mantenerse el grado actual de llenado de los dep¨®sitos, cercano al 85%, las reservas de gas dar¨ªan para cubrir la demanda hasta principios de diciembre. Esta es una proyecci¨®n de la media europea pero, como siempre ocurre en un bloque tan heterog¨¦neo, el an¨¢lisis de las reservas de gas no resiste una evaluaci¨®n de conjunto: cada pa¨ªs cuenta una historia diferente.
Algunos tienen sus almacenes virtualmente al m¨¢ximo de capacidad, y la demanda tambi¨¦n var¨ªa mucho entre unos y otros ¡ªunos soportan temperaturas m¨¢s bajas; otros tiran m¨¢s de este combustible para generar electricidad¡ª, por lo que sus reservas tampoco responder¨ªan igual ante una situaci¨®n de sequ¨ªa total de gas. La brocha gorda no funciona casi nunca, pero en este caso menos a¨²n.
Pese a tener pr¨¢cticamente llenos sus almacenes, B¨¦lgica y Portugal apenas podr¨ªan responder a la demanda dos o tres semanas. Suecia a¨²n menos. Y Espa?a, que cuenta con cuatro instalaciones de este tipo, tendr¨ªa suficiente para algo m¨¢s de un mes. Pero la realidad es mucho m¨¢s compleja: salvo Suecia, estos pa¨ªses son, tambi¨¦n, los que cuentan con m¨¢s opciones de recepci¨®n del gas natural licuado (GNL, en la jerga del sector: el que llega por mar y no por ducto). Al tener comprometida la llegada de importantes cargamentos para los pr¨®ximos meses, ese escenario de agotamiento es poco realista. De ah¨ª que sus gobiernos se afanen en negar una crisis de suministro.
En el extremo contrario est¨¢n Eslovaquia y Austria, donde las reservas alcanzar¨ªan para al menos cuatro meses incluso en el ¡ªde nuevo, muy improbable¡ª supuesto de que las llegadas de gas, no solo desde Rusia, sino desde cualquier pa¨ªs del mundo, se hundiesen por completo. En Pa¨ªses Bajos, Hungr¨ªa, la Rep¨²blica Checa o Dinamarca, el margen de maniobra tambi¨¦n es sustancial: tres meses.
Cada uno, sin embargo, tiene sus particularidades: Eslovaquia, Austria, Hungr¨ªa y la Rep¨²blica Checa no tienen salida al mar, por lo que dependen enteramente de la solidaridad del resto de los Estados miembros. Y los daneses no cuentan ni con una sola regasificadora. Holanda, aunque puede recibir buques metaneros, lo hace de forma m¨¢s modesta que otros grandes pa¨ªses del bloque: solo dispone de una planta fija y acaba de poner en marcha una segunda, flotante y de car¨¢cter temporal, para poder salir del atolladero. Pero cuenta con el comod¨ªn de la conexi¨®n por tubo con Noruega.
Almacenes de todo tipo
No todos los dep¨®sitos de gas son iguales. El abanico, de hecho, es ampl¨ªsimo. En Europa, la mayor¨ªa son antiguos reservorios de gas ya agotados, aunque tambi¨¦n se usan cavernas de sal y acu¨ªferos. Espa?a tiene cuatro: tres antiguos reservorios ¡ªGaviota, Marismas y Serrablo¡ª, y un antiguo acu¨ªfero, el de Yela. El quinto iba a ser Castor, ideado hace casi dos d¨¦cadas para aprovechar la estructura geol¨®gica de un antiguo yacimiento petrolero frente a las costas de Castell¨®n y que promet¨ªa aportar el equivalente a 50 d¨ªas de consumo. Qued¨® sin actividad en 2013, tras una serie de terremotos que se produjeron poco despu¨¦s de las primeras inyecciones de gas, y en 2019 el Gobierno tom¨® la decisi¨®n de sellarlo definitivamente.
?Invierno crudo o suave?
La variable climatol¨®gica es clave a la hora de calibrar los riesgos a los que se expone el Viejo Continente en los pr¨®ximos meses: cuanto m¨¢s crudo sea el invierno, mayor ser¨¢ tambi¨¦n la probabilidad de que las reservas de gas lleguen tiritando a la primavera. ¡°Si es extremadamente fr¨ªo, los dep¨®sitos terminar¨ªan apenas al 8% de su capacidad, por debajo del m¨ªnimo recomendado¡±, explica Mauro Ch¨¢vez, jefe de an¨¢lisis de gas de Wood MacKenzie en Europa. ¡°Eso, sumado a un mercado el¨¦ctrico muy ajustado por la menor generaci¨®n nuclear [sobre todo en Francia] e hidroel¨¦ctrica [por la sequ¨ªa], podr¨ªa resultar en un racionamiento de gas y, en general, de energ¨ªa¡±, a?ade por correo electr¨®nico.
En un escenario m¨¢s benigno, con unas temperaturas dentro del rango medio de los ¨²ltimos a?os, el bloque terminar¨ªa el invierno con un almacenamiento promedio del 26%, seg¨²n los datos de la consultora escocesa. Si as¨ª fuera, dice, ¡°no habr¨ªa cortes de gas¡± y las reservas terminar¨ªan el periodo en niveles incluso superiores a los de marzo pasado. ¡°Hay que hacer todo lo posible por preservar todo lo almacenado para los meses m¨¢s fr¨ªos del invierno, no echar mano de ¨¦l antes¡±, sentencia Ana Mar¨ªa Jaller-Makarewicz, del Instituto de Econom¨ªa Energ¨¦tica y An¨¢lisis Financiero (IEEFA, por sus siglas en ingl¨¦s).
Reserva agotada
Antiguos reservorios de los que se conoce su estructura geol¨®gica y los fluidos que almacena. Es el tipo de almac¨¦n m¨¢s com¨²n.
Formaciones de sal
C¨²pulas subterr¨¢neas de sal que se caracterizan por su impermeabilidad ante escapes.
Sal
Acu¨ªferos
Formaciones rocosas que act¨²an como reservorios naturales de agua con una estructura geol¨®gica similar a la de los reservorios de gas agotados.
Acu¨ªfero
subterr¨¢neo
Reserva agotada
Antiguos reservorios de los que se conoce su estructura geol¨®gica y los fluidos que almacena. Es el tipo de almac¨¦n m¨¢s com¨²n.
Formaciones de sal
C¨²pulas subterr¨¢neas de sal que se caracterizan por su impermeabilidad ante escapes.
Sal
Acu¨ªferos
Formaciones rocosas que act¨²an como reservorios naturales de agua con una estructura geol¨®gica similar a la de los reservorios de gas agotados.
Acu¨ªfero
subterr¨¢neo
Reserva agotada
Formaciones de sal
Acu¨ªferos
Antiguos reservorios de los que se conoce su estructura geol¨®gica y los fluidos que almacena. Es el tipo de almac¨¦n m¨¢s com¨²n.
C¨²pulas subterr¨¢neas de sal que se caracterizan por su impermeabilidad ante escapes.
Formaciones rocosas que act¨²an como reservorios naturales de agua con una estructura geol¨®gica similar a la de los reservorios de gas agotados.
Sal
Acu¨ªfero
subterr¨¢neo
Reserva agotada
Formaciones de sal
Acu¨ªferos
Antiguos reservorios de los que se conoce su estructura geol¨®gica y los fluidos que almacena.
Es el tipo de almac¨¦n m¨¢s com¨²n.
C¨²pulas subterr¨¢neas de sal que se caracterizan por su impermeabilidad ante escapes.
Formaciones rocosas que act¨²an como reservorios naturales de agua con una estructura geol¨®gica similar a la de los reservorios de gas agotados.
Sal
Acu¨ªfero
subterr¨¢neo
Destrucci¨®n de demanda
Para no dejar todo en manos de un elemento tan caprichoso como la meteorolog¨ªa, los gobiernos han acelerado su apuesta por el ahorro: que la ciudadan¨ªa y el sector privado eviten el dispendio. Ah¨ª se enmarcan, por ejemplo, la obligatoriedad del cierre de puertas en las tiendas o el ajuste de los termostatos para evitar temperaturas exageradas tanto en verano como en invierno. Los altos precios energ¨¦ticos tambi¨¦n est¨¢n remando en esa direcci¨®n, reduciendo la demanda de manera natural: las facturas estratosf¨¦ricas son el mayor incentivo para que empresas y hogares cuiden al m¨¢ximo su consumo de luz y gas.
¡°Ya estamos viendo destrucci¨®n de la demanda: hay industrias que con estos precios no pueden operar, y eso quiere decir que el volumen de gas ruso que inicialmente pens¨¢bamos que ¨ªbamos a tener que sustituir es menor¡±, esboza Jaller-Makarewicz.
Cambio radical en el patr¨®n importador
No es ning¨²n secreto: la guerra de Ucrania y las posteriores sanciones de la UE contra Rusia han alterado radicalmente las importaciones de combustibles f¨®siles (petr¨®leo, gas, carb¨®n, carburantes ya refinados¡). En el caso del gas, libre de trabas, las importaciones desde Rusia suman 45.000 millones de metros c¨²bicos desde el inicio de la guerra. Es el 19% del gas importado, seg¨²n los datos que publica semanalmente el centro de estudios europeos Bruegel. Una cifra enorme, s¨ª, pero tambi¨¦n mucho menor que en a?os anteriores: en el mismo periodo de 2021, el gas ruso era el 36% del total; en 2020, el 37%. Para cubrir ese hueco, Noruega ha dado un paso al frente, aumentando sus env¨ªos a la UE en un 12%. Y, sobre todo, las llegadas de GNL se han multiplicado: ya son un 50% m¨¢s que en el mismo periodo de 2021.
En lo que va de septiembre, los acontecimientos se han acelerado. El d¨ªa 2, Rusia cort¨® el gas que llegaba a la Uni¨®n a trav¨¦s del gasoducto Nord Stream alegando problemas t¨¦cnicos. La realidad, sin embargo, es otra: con los precios en m¨¢ximos, el Kremlin puede permitirse vender menos volumen sin que sus ingresos se desplomen. Y cortar el gas ahora dificulta la fase final de llenado en pa¨ªses como Alemania, el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil de los Veintisiete en la guerra del gas.
Tres d¨ªas despu¨¦s, el Kremlin admiti¨® que no reanudar¨ªa la actividad en el Nord Stream, la mayor v¨ªa de entrada en Europa. Hasta junio, cuando los gobiernos ya empezaban a mandar a la poblaci¨®n mensajes n¨ªtidos de ahorro para acelerar el acopio, por ah¨ª llegaba la mitad de todo el gas ruso que se consum¨ªa en la UE. Pero este canal no es el ¨²nico que est¨¢ sufriendo restricciones: el Yamal dej¨® de transportar gas en mayo, cuando Mosc¨² sancion¨® a la empresa responsable de la tuber¨ªa en Polonia.
El barco, principal alternativa
La escasez de gas ruso y, en mucha menor medida, la reducci¨®n de las importaciones desde Argelia v¨ªa Espa?a ¡ªel pa¨ªs norteafricano cerr¨® a finales de 2021 uno de los dos ductos que un¨ªan ambos pa¨ªses¡ª, han obligado a aumentar las compras de GNL desde pa¨ªses tan lejanos como Estados Unidos, Qatar o Nigeria. Esa mayor distancia, sumada al coste de licuefacci¨®n (pasar de estado gaseoso a l¨ªquido, para poder transportarlo) y regasificaci¨®n (devolverlo a su estado original, para su distribuci¨®n y consumo) hace que sea notablemente m¨¢s caro. Pero para los pa¨ªses que m¨¢s tienen la soga al cuello, el precio ha pasado a ser un elemento secundario.
Seg¨²n los datos de Bruegel, en lo que va de a?o la Uni¨®n ha importado ya un 10% m¨¢s que en todo 2021. La cifra no ha dejado de crecer, una tendencia que continuar¨¢ en el tramo final del a?o: a la sequ¨ªa de gas en Europa se suma la reciente ca¨ªda en la demanda asi¨¢tica de metaneros, propiciada en gran medida por la ralentizaci¨®n econ¨®mica global, que ha servido en bandeja una oportunidad que los importadores europeos est¨¢n aprovechando.
La pega de esta alternativa es que no todos los pa¨ªses disponen de plantas de regasificaci¨®n: la UE dispone hoy de 24 de estas instalaciones en activo, pero seis de ellas est¨¢n en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, cuya conexi¨®n por tubo con el resto del continente es muy d¨¦bil. Consciente de esa joya guardada bajo siete llaves, Alemania ¡ª¨¢vida de energ¨ªa para alimentar su industria¡ª ha redoblado en las ¨²ltimas semanas su apoyo al MidCat, el tubo pirenaico que promete dar salida a todo ese gas. Francia, sin embargo, sigue neg¨¢ndose en redondo.
Salvo en casos puntuales, la capacidad europea de regasificaci¨®n no es suficiente. Alemania, el mayor consumidor de la UE, ha llegado a la crisis sin una sola planta, un dato revelador de la falta de planificaci¨®n de la mayor econom¨ªa europea. Tras el estallido de la guerra, el Gobierno de Olaf Scholz anunci¨® la instalaci¨®n inmediata de cinco terminales, entre flotantes y fijas. E Italia, otro pa¨ªs muy dependiente del gas en general (mucha industria en el norte; nula generaci¨®n nuclear) y del gas ruso en particular, ha comprado este verano dos terminales flotantes. A pesar de esa mayor subordinaci¨®n, su capacidad de procesamiento de GNL es la cuarta parte que la de Espa?a.
Entre proyectos en fase de propuesta, planificados o ya en construcci¨®n, se prev¨¦n una veintena de instalaciones en toda la Uni¨®n, as¨ª como una decena de operaciones de expansi¨®n en las plantas ya operativas. Una aut¨¦ntica batalla contra el reloj ¡ªnunca antes el mundo se hab¨ªa enfrentado al reto de reemplazar tanto gas en tan poco tiempo¡ª que se dilatar¨¢: en 2023, como recuerdan los analistas de Goldman Sachs, Europa tendr¨¢ que llenar sus dep¨®sitos para la pr¨®xima temporada invernal a pulm¨®n, ya sin la muleta rusa. Pero esa ser¨¢ otra historia: la prioridad pasa hoy por lo m¨¢s inmediato, superar una temporada de fr¨ªo que se antoja la m¨¢s dif¨ªcil hasta donde alcanza la memoria.
Metodolog¨ªa
Los datos de porcentaje de almacenamiento de gas proceden de la información que actualiza diariamente GIE, la asociación que representa a los operadores de gas europeos. Los datos de demanda se han tomado de la estimación que publicó en julio ENTSOG, la asociación que representa a los gestores de la red de transporte.
Para realizar el cálculo de cuántos días cubrirían las reservas actuales de gas el consumo de cada país, hemos tomado los datos de demanda media diaria, mes a mes, generando una serie de demanda acumulada para analizar cuándo supera la capacidad de almacenamiento actual en cada Estado. Para el dato medio europeo hemos sumado el gas almacenado en todos los almacenes de la Unión Europea y la demanda de todos los países y hemos operado de la misma manera.