Qui¨¦n es feliz en Espa?a: m¨¢s los hombres que las mujeres y, sobre todo, los j¨®venes con m¨¢s ingresos

El perfil de espa?ol feliz es un hombre, menor de 29 a?os y con un nivel de ingresos alto. Pero no es el ¨²nico: el 67,3% de las personas de 16 o m¨¢s a?os se sinti¨® dichoso ¡°siempre o casi siempre¡± durante el a?o pasado seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Ni la situaci¨®n econ¨®mica, cuyo nivel de satisfacci¨®n en el ciudadano medio se queda en un 6,3 sobre 10, ni el escaso tiempo libre (este indicador baja dos d¨¦cimas con respecto a 2018 con una nota de 6,6) hacen mella en lo que el INE ha definido como ¡°sentimiento de felicidad¡± y que se mide con una pregunta: ¡°?Con qu¨¦ frecuencia se sinti¨® feliz?¡±

Independientemente de lo que cada uno entienda por esta vieja aspiraci¨®n plat¨®nica, un t¨¦rmino tan grueso esconde din¨¢micas mucho menos evocadoras. Si se desglosa el porcentaje, aflora una evidencia: el dinero ayuda un poco. El n¨²mero de personas que se sinti¨® feliz ¡°siempre o casi siempre¡± fue mayor a medida que aument¨® el nivel de ingresos, alcanzando un 70,7% entre aquellos que ten¨ªan ingresos altos, frente al 61,3% de las personas de rentas bajas. Por sexo, el 68,4% de los hombres afirm¨® poseer este sentimiento frente al 66,2% de las mujeres. La edad tambi¨¦n tiende a agriar la percepci¨®n y entre los encuestados de m¨¢s de 65 a?os, s¨®lo se siente feliz un 62,5%, aunque parad¨®jicamente son el colectivo que m¨¢s satisfecho est¨¢ con la cantidad de tiempo libre que tiene. Si el dinero no determina la felicidad, parece que el ocio tampoco es la clave.

La valoraci¨®n media respecto a la situaci¨®n econ¨®mica se mantiene en niveles de 2018, con 6,3 puntos de satisfacci¨®n sobre 10. De nuevo, aumenta a medida que se desplaza la pregunta hacia rentas m¨¢s altas: entre las rentas bajas este indicador se queda en los 5,3 puntos, mostrando escasa satisfacci¨®n con la evoluci¨®n financiera de Espa?a, mientras que la cifra crece hasta los 7,3 puntos en el nivel econ¨®mico m¨¢s alto.

El otro elemento que condiciona el desarrollo vital de los ciudadanos es el tiempo disponible para el ocio. Aqu¨ª las grandes diferencias se observan por edad: mientas que los mayores de 65 a?os se muestran muy satisfechos, con un valor de 7,7 puntos sobre 10, en el otro extremo, las personas entre 30 y 44 a?os solo le dan un aprobado raspado a este indicador y su satisfacci¨®n con el tiempo del que disponen fuera del trabajo se queda en 5,3 puntos.

La pobreza se reduce

En t¨¦rminos generales, la Encuesta de Condiciones de Vida, publicada por el INE este lunes, presenta una situaci¨®n m¨¢s favorable que en 2021. El porcentaje de personas en una situaci¨®n de carencia grave desciende desde el 8,3% hasta el 7,7% a lo largo del a?o pasado. Sin embargo, en el nuevo m¨®dulo que incorpora el INE, relativo a la salud y la calidad de vida, los hogares de menos ingresos son los grandes perdedores. Acuden menos a especialistas o dentistas, sufren de obesidad en una proporci¨®n mayor, consumen menos fruta o verdura diariamente y fuman m¨¢s, aunque toman menos bebidas alcoh¨®licas que los hogares de renta alta.

M¨¢s all¨¢ de las condiciones que generan una vida buena ¡ªy a la espera de descubrir las motivaciones subjetivas que producen ese ¡°sentimiento de felicidad¡±¡ª cabe considerar que, felices o no, el 8,7% de los ciudadanos reconoci¨® dificultades para llegar a fin de mes y el 6,9% de las familias con menos ingresos consideran que el gasto m¨¦dico (asistencia, medicamentos o visita a especialistas) supone una ¡°carga pesada¡± para sus cuentas.

Los datos del INE sirven para ver que, incluso en los t¨¦rminos filos¨®ficos m¨¢s gruesos, se esconden constantes tan tangibles como la renta, el tiempo de descanso, el ocio o la preocupaci¨®n por el discurrir econ¨®mico. Todas ellas condicionan el bienestar, ese estado de ausencia de angustia que el fil¨®sofo Emilio Lled¨® se?ala como necesario para poder hablar de felicidad. Un principio, este ¨²ltimo, que seg¨²n ¨¦l se construye sobre aquello que hemos experimentado, y no puede ser, en ning¨²n caso, un objeto de an¨¢lisis constante sino una mirada amplia sobre lo vivido.

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