Rodrigo Rato: ¡°Comet¨ª errores. El ser humano los comete porque la vanidad te puede¡±
El expresidente de Bankia y vicepresidente econ¨®mico con Aznar dice que ¡°ahora los tres grandes bancos dominan m¨¢s el mercado¡±
Dice que ha sentido rabia y angustia en sus 23 meses en prisi¨®n por el uso de las tarjetas black de Caja Madrid y Bankia. Rodrigo Rato (Madrid, 74 a?os) admite errores, adem¨¢s de por las black, por no haberse ido antes de su cargo ni haber escuchado algunos sabios consejos. En el libro que escribe con su pareja, la periodista de EL PA?S Alicia Gonz¨¢lez, Hasta aqu¨ª hemos llegado, (Pen¨ªnsula), el pol¨ªtico que lo fuera todo, (vicepresidente econ¨®mico con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y director gerente del FMI), apunta a los que cree responsables de su ca¨ªda al barro: el expresidente Mari...
Dice que ha sentido rabia y angustia en sus 23 meses en prisi¨®n por el uso de las tarjetas black de Caja Madrid y Bankia. Rodrigo Rato (Madrid, 74 a?os) admite errores, adem¨¢s de por las black, por no haberse ido antes de su cargo ni haber escuchado algunos sabios consejos. En el libro que escribe con su pareja, la periodista de EL PA?S Alicia Gonz¨¢lez, Hasta aqu¨ª hemos llegado, (Pen¨ªnsula), el pol¨ªtico que lo fuera todo, (vicepresidente econ¨®mico con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y director gerente del FMI), apunta a los que cree responsables de su ca¨ªda al barro: el expresidente Mariano Rajoy, y los exministros Luis de Guindos y Crist¨®bal Montoro. Cree que lo convirtieron en su chivo expiatorio porque, despu¨¦s de una gran crisis, necesitaban que alguien lo pagara ante la opini¨®n p¨²blica. Trata de eludir responsabilidades hasta el infinito en la quiebra de Bankia y apunta que, tras su ca¨ªda, los tres grandes bancos, Santander, BBVA y CaixaBank, que lo empujaron a marcharse, son ahora m¨¢s poderosos. No se siente comprometido con los 22.424 millones inyectados por el Estado en el banco que presidi¨®. Critica con extrema dureza al sistema judicial por su lentitud y falta de asunci¨®n de responsabilidades en los errores, pese a que tiene un juicio pendiente por un supuesto enriquecimiento il¨ªcito.
Pregunta. ?Qu¨¦ le parece la situaci¨®n pol¨ªtica actual?
Respuesta. Ya no tengo nada que decir. Solo soy un votante de a pie.
P. ?No volver¨¢ al PP?
R. No creo. Las cosas se pasan. Con 74 a?os estoy muy bien como estoy. He estado m¨¢s de 30 a?os en el PP, es mi partido, no me voy a ir a otro, pero no s¨¦ si ya quiero ser militante.
P. ?Por qu¨¦ decidi¨® escribir el libro?
R. Porque esta es una historia muy conocida y que ha tenido una promoci¨®n extraordinaria en los medios, pero que yo no hab¨ªa explicado. Y yo soy el que s¨¦ la verdad, porque la he vivido. No hab¨ªa podido hablar p¨²blicamente de estos temas porque estaba metido en l¨ªos judiciales.
P. ?Es un ajuste de cuentas contra Luis de Guindos, Mariano Rajoy y Crist¨®bal Montoro?
R. No, no hago juicios de valor sobre nadie. Las cr¨ªticas solo las hago de m¨ª. Digo que me equivoqu¨¦ con las tarjetas, con la fusi¨®n y no escuchando algunas cr¨ªticas que me hac¨ªan. Cuento lo que cada cual hizo. Y si el ministro de Econom¨ªa [Luis de Guindos] estaba preocupado por Bankia y utilizaba a mis competidores en vez de utilizar al Banco de Espa?a [para forzar su dimisi¨®n], pues lo cuento. Trato de no calificar a nadie porque a m¨ª me han calificado mucho y no es bueno.
P. Hay una expresi¨®n que utiliza, ¡°chivo expiatorio¡±. ?Cree que lo fue?
R. Lo utilizo sobre todo en el caso de las tarjetas (black). Independientemente de la chapuza que fueron y del error que supuso para cada uno de los 66 acusados, las tarjetas fueron una especie de explosi¨®n de toda una sociedad que estaba con la sensaci¨®n de que algunos se lo llevaban crudo y otros pagaban los platos rotos. En todo caso, no se me aplic¨® la atenuante por haber devuelto el dinero, estoy seguro de que era porque la foto que val¨ªa era la m¨ªa entrando en prisi¨®n.
P. ?Se refiere a que esa imagen era ¨²til al Gobierno?
R. No s¨¦ si al Gobierno.
P. Los polic¨ªas que env¨ªan a su casa son de Aduanas, ?los envi¨® Hacienda?
R. S¨ª, pero despu¨¦s ellos ponen su granito de arena, te ponen la mano en la nuca [cuando fue detenido] si quieren, se llevan m¨¢s papeles de los que se tienen que llevar. El que te tira a la piscina es el que sea, pero despu¨¦s en la piscina, una vez que est¨¢s en el agua, la fauna y la flora act¨²an por su cuenta.
P. ?Qui¨¦n lo tira a la piscina?
R. A m¨ª me tira quien me tira. Vigilancia Aduanera depende del Ministerio de Hacienda y el Sepblac (Servicio de Prevenci¨®n del Blanqueo de Capitales), del ministro de Econom¨ªa. Una parte de este libro intenta transmitir el mensaje de que esto le puede pasar a cualquiera y, de hecho, le est¨¢ pasando a mucha gente.
P. La cr¨ªtica que hace del sistema judicial es dur¨ªsima, a los fiscales, pero tambi¨¦n los jueces instructores, a la UCO, la Onif. ?Es un ataque al sistema judicial?
R. Es que tienen que tener responsabilidades. Yo he pagado mis culpas. Exigir responsabilidades es importante. Tiene que haber incentivos positivos. ?Por qu¨¦ si en Espa?a una instrucci¨®n dura m¨¢s all¨¢ de ocho a?os ya no hay penalizaci¨®n por dilaciones indebidas? Ya es hora de que se exijan responsabilidades a una administraci¨®n p¨²blica superpoderosa. ?Es normal que el Tribunal Econ¨®mico Administrativo de Madrid tarde cuatro o cinco a?os en resolver una causa?
P. ?No cree que describe a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n pr¨¢cticamente como un sistema casi mafioso?
R. Es que creo que es una cat¨¢strofe, del nivel de Bielorrusia. Hacen investigaciones prospectivas o secretas, no solo en mi caso. Cuando act¨²an se producen filtraciones y no tienen consecuencias porque no se investigan. En mi caso se han filtrado documentos de mi causa que estaba declarada secreta. Lo denunci¨¦ y me contestaron que era un delito, pero que no se conoc¨ªa al culpable.
P. En el libro admite algunos errores. ?A qu¨¦ los achaca?
R. El ser humano comete errores porque la vanidad te puede, por cumplir objetivos, por creer que vas a arreglar los temas, porque crees que algo ya se enderezar¨¢¡ La verdadera suerte es ver las cosas como son.
P. ?Cree que usted era la persona adecuada para presidir Caja Madrid y Bankia en mitad de la crisis financiera?
R. Eso es lo que pens¨® el Banco de Espa?a, el presidente del Gobierno, el jefe de la oposici¨®n, la asamblea de Caja Madrid y su consejo de administraci¨®n.
P. Pero, ?lo pens¨® usted?
R. Yo me ofrec¨ª. Era un se?or que ten¨ªa una experiencia financiera. Es verdad que no hab¨ªa ejercido un empleo en el sector, no hab¨ªa captado cuentas, pero hab¨ªa hecho cosas en el mundo financiero y el equipo t¨¦cnico de Caja Madrid era de primer nivel.
P. Pero en el libro dice que se arrepiente de no haber cambiado antes al equipo directivo¡
R. Pero no porque no fueran t¨¦cnicamente buenos, sino porque yo no tuve un equipo propio. Es muy importante tener equipos propios, aunque los anteriores no sean malos.
P. Pero al final acab¨® negociando la mayor fusi¨®n bancaria con otra persona que era expresidente de la Generalitat, tambi¨¦n pol¨ªtico.
R. Todos nombrados con el visto bueno del Banco de Espa?a. ?Quiere decir que la idoneidad que da el Banco de Espa?a a los banqueros no es la adecuada?
P. Pero no hab¨ªa presidentes tan ajenos al negocio financiero, sin experiencia en banca, como ustedes.
R. Pero, ?qu¨¦ tiene que ver el pasado pol¨ªtico? Tengo en la cabeza, por lo menos, dos presidentes de bancos actuales que no provienen del negocio bancario. Una cosa es el presidente del banco, otra cosa es el consejero delegado. Casi todas las cajas estaban presididas por personas que no ven¨ªan directamente del negocio bancario. Ten¨ªamos unos equipos t¨¦cnicos tan buenos como los dem¨¢s bancos. Ten¨ªamos un negocio muy basado en n¨®minas e hipotecas que se hab¨ªa pasado de moda y se trataba de cambiarlo por uno m¨¢s rentable. Y eso, ni yo ni mi sucesor fuimos capaces de hacerlo.
P. ?No cree que cambiar el modelo de negocio en plena crisis es muy dif¨ªcil?
R. Ya lo s¨¦, pero en 10 a?os s¨ª se puede. Era obvio cu¨¢l era el negocio que ten¨ªamos que hacer, el de Santander o La Caixa, uno que estuviera basado en productos financieros. Yo podr¨ªa ser malo para analizar un balance en detalle, pero estaba claro que el negocio iba m¨¢s por la alianza con Mapfre que en las hipotecas. No era f¨ªsica cu¨¢ntica. O sea, no hac¨ªa falta saber tanto.
P. Dice en el libro que hab¨ªa una parte importante del negocio que eran inmigrantes que ten¨ªan una morosidad del 20%. Eso no lo ten¨ªan todos los bancos.
R. Se hab¨ªan otorgado a los inmigrantes, pero antes de que llegara. Y todo eso hab¨ªa sucedido con el director general, que estaba respaldado por el Banco de Espa?a. S¨ª, se equivoc¨®. Que ten¨ªamos problemas, no cabe duda, por eso tuvimos que aceptar el dinero p¨²blico, que fue mi mayor error.
P. ?Qu¨¦ alternativa ten¨ªa en lugar de aceptar el dinero p¨²blico?
R. Reducir balance, haber vendido o haber hecho lo que fuera.
P. Pero tendr¨ªa una ratio de capital inferior a la exigida por el Banco de Espa?a, ?no?
R. Pues hubi¨¦ramos vendido activos.
P. Pero usted dec¨ªa que no quer¨ªa vender activos a precios de derribo¡
R. Hubiera sido mucho menos derribo si lo hubiera hecho antes. Si yo en 2010 llego a saber que en el 2011 me iban a obligar a salir a Bolsa, hubiera hecho otras cosas. Lo que pasa es que el regulador, o no sab¨ªa d¨®nde iba, o no quer¨ªa que lo supi¨¦ramos. Pero en cualquier caso, yo me encuentro con que paso seis meses provisionando, un 30% de m¨¢s sobre lo que me ped¨ªa el FROB y cuando acabo, me dicen ahora hay que reforzarse en capital. Y si no, me nacionalizan. Entonces hago la salida a Bolsa en un momento en el que nadie quer¨ªa salir a Bolsa. Entonces viene la EBA (Autoridad Bancaria Europea) y me dice que ahora hay que provisionar la deuda p¨²blica espa?ola. No hace falta saber mucho, no hace falta haber echado los dientes en la banca para darse cuenta de lo que eso quer¨ªa decir. Y despu¨¦s llega Rajoy y Guindos y nos dicen ahora vamos a volver a provisionar.
P. ?No cree que lo que subyace ah¨ª es el problema de una entidad que no generaba lo suficiente o que ten¨ªa insuficiente margen para provisionar?
R. Eso es una idea un poco gratuita. Provisionamos 10.400 millones de euros en 2010. Esa cantidad no la hab¨ªa provisionado en Espa?a nadie. Cumplimos las normas igual que los otros bancos y, pese a todo, nos intervinieron. ?Por qu¨¦? Que las cajas ten¨ªan problemas, no cabe duda.
P. Pero no todas estaban igual¡
R. Caja Madrid hubiera tenido unos problemas distintos en solitario.
P. Y otros no tuvieron esos problemas y sobrevivieron, y tambi¨¦n sufrieron esos cambios de regulaci¨®n sin quebrar¡
R. Es que nosotros hab¨ªamos absorbido seis cajas en el entendimiento de que ten¨ªamos tiempo para digerir toda esa operaci¨®n.
P. En el libro dice que a Caja Madrid no le fue rentable ser leal al Estado.
R. Esa frase la digo sobre la posibilidad de haber vendido deuda p¨²blica espa?ola en abril de 2010, como un colaborador me propuso. Antes de la crisis hubiera sido muy llamativa que la tercera entidad del pa¨ªs se desprendiera de deuda p¨²blica. Nos hubiera ido mucho mejor.
P. ?No cree que los ciudadanos tambi¨¦n pueden pensar que tampoco les fue rentable aportar 22.424 millones a Bankia?
R. Eso que le pregunten al que lo decidi¨®. Fueron 25.000 porque hay ayudas que se aportan dos veces, los cr¨¦ditos fiscales. Adem¨¢s, tan urgente no ser¨ªa la intervenci¨®n porque, seg¨²n declar¨® el propio Goirigolzarri en el Congreso, el dinero tard¨® un a?o en llegar a la entidad. No s¨¦ si fue rentable, pero eso lo decidi¨® quien lo decidi¨® y lo pidi¨® quien lo pidi¨®. Yo ped¨ª dinero p¨²blico una vez y ya aprend¨ª la lecci¨®n.
P. En el libro se describe esa etapa como una carrera de obst¨¢culos, un camino hacia el abismo. ?Pens¨® en dimitir, en renunciar al haber tantas trabas?
R. Pues s¨ª, pero lo que pasa es que era muy complicado porque yo hab¨ªa liderado, junto con Jos¨¦ Luis Olivas, una fusi¨®n en la que hab¨ªa tra¨ªdo una serie de presidentes de cajas y hab¨ªa involucrado a presidentes auton¨®micos. Pens¨¦ que esto hab¨ªa que sacarlo para adelante, pero despu¨¦s lleg¨® el siguiente Gobierno y dijo que adem¨¢s de salir a Bolsa, el sector ten¨ªa que provisionar 50.000 millones porque un ministro lo hab¨ªa declarado en el Financial Times.
P. ?Est¨¢ de acuerdo en el reparto de culpas por la ca¨ªda de Bankia?
R. Las culpas no me interesan.
P. Pero usted atribuye a Guindos varios errores, ?no?
R. Yo s¨¦ lo que viv¨ª. Cambian las reglas y se deja sin capital a Bancaja y a Caja ?vila, no porque tuvi¨¦ramos m¨¢s o menos p¨¦rdidas. Pero cuando pas¨® ese momento, pienso ¡®ahora me dejar¨¢n vivir un tiempo y podr¨¦ volver a hablar con La Caixa y poder llegar a un acuerdo¡¯. Pero el Gobierno decide que no quiere que yo siga y me lo pone clar¨ªsimo. El ministro y el presidente me dicen que me vaya o ejecutan el dinero del FROB y nacionalizan las cajas. Y adem¨¢s me lo dice en una cena delante de mis tres competidores [Banco Santander, BBVA y CaixaBank]. Ah¨ª dije ¡®bueno, se acab¨®, me voy, ya no aguanto m¨¢s¡¯. Es impresentable que me hicieran dimitir delante de mis competidores y sin el Banco de Espa?a, que hab¨ªa fijado su criterio y ten¨ªa su estrategia, por eso se le excluye de esas cenas. Adem¨¢s, se hace dimitir al gobernador del Banco de Espa?a [Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez] un mes despu¨¦s, antes de que acabara su mandato. Es alucinante. Era una manera impresentable de llevar la pol¨ªtica financiera, que se reflej¨® en la ca¨ªda del Banco de Madrid, que ya veremos qui¨¦n lo paga y, en cierta forma, con el Banco Popular.
P. ?Esas cenas fueron un golpe a la competencia?
R. El Gobierno es el garante de la competencia y nada respeta menos la competencia que tus competidores opinando sobre tus provisiones. Yo ten¨ªa una pistola apunt¨¢ndome que era el FROB.
P. ?Cree que los tres grandes bancos dominaban o siguen dominando el sistema?
R. Es una palabra fuerte. Pero el banco malo no se hizo [al inicio de la crisis] porque no gustaba al Santander y al BBVA. Fue un gran error de pol¨ªtica econ¨®mica. Y dominan m¨¢s ahora el sistema de lo que lo dominaban antes. Hab¨ªa 40 cajas y hoy solo hay unas pocas, aunque tambi¨¦n es verdad que el mercado evoluciona. En un debate electoral de 2008, Rajoy, que nunca suele decir nada concreto, lo ¨²nico que dijo es que no har¨ªa un banco malo. Dudo que Rajoy supiera exactamente lo que era un banco malo, pero ten¨ªa claro que ten¨ªa que decirlo. Y yo pens¨¦ ¡®hay que ver lo que mandan Emilio Bot¨ªn y Paco Gonz¨¢lez¡¯. Est¨¢ dicho en el libro.
P. En el libro dice que se castig¨® a las cajas por el pecado de financiar pisos. ?No fue ese el problema, provocar una burbuja concediendo m¨¢s hipotecas de las que deb¨ªan?
R. Se nos acus¨® de provocar la burbuja. Estoy de acuerdo en que los responsables de conceder cr¨¦ditos son los gestores, por eso me echan, aunque yo ten¨ªa 15 inspectores del Banco de Espa?a en Caja Madrid, hab¨ªa una pol¨ªtica que permit¨ªa dar cr¨¦ditos a precios muy competitivos a familias con pocos recursos. Ahora tenemos el problema del acceso a la vivienda que no nos lo plante¨¢bamos cuando estaban las cajas. Las cajas nos salieron caras, puede ser, pero ahora, ?c¨®mo vamos a resolver el problema de la vivienda? Mire c¨®mo lo resuelven empezando por Estados Unidos, siempre con dinero p¨²blico.
P. ?No cree que deb¨ªa haber incluido en su libro alguna referencia a los preferentistas y a los que compraron acciones de Bankia que, en un primer momento, lo perdieron todo?
R. Bueno, yo me encuentro con el problema al llegar a la caja y fuimos relativamente generosos con los preferentistas y les devolvimos casi todo, si estaban dos a?os de accionistas porque eran los mejores clientes. La rentabilidad de las preferentes era del 7% u 8%. Es duro decirlo y no lo har¨ªa siendo ministro ni presidente de Bankia, pero ahora s¨ª: si puedes ganar mucho, tambi¨¦n puedes perder mucho, el riesgo tiene un valor.
P. ?Y los accionistas de Bankia?
R. Son otra cosa: compraron en Bolsa renta variable con un descuento monumental y un folleto en el que no figura ni la previsi¨®n de beneficios. Si los tribunales dicen que hay que devolverles el dinero, pues estupendo, pero comprar en Bolsa no puede ser, salvo que haya cuentas falseadas, responsabilidad del Estado.
P. En el libro aborda el uso de las tarjetas black por las que fue condenado a cuatro a?os y medio de prisi¨®n por apropiaci¨®n indebida. ?No le pareci¨® extra?o que siendo gastos personales, se pudieran pagar con una tarjeta de empresa?
R. Es que no eran gastos personales. Me dijeron que eran transparentes y que estaban declaradas. Nunca se demostr¨® que fuera una remuneraci¨®n encubierta.
P. Pero si se iba de viaje con la tarjeta, ?no era una remuneraci¨®n en especie?
R. La Agencia Tributaria conoc¨ªa los gastos, estar¨ªa muy mal, pero est¨¢n juzgadas. De hecho, en 2013, ya con Goirigolzarri, Bankia se deduce los gastos de esas tarjetas en el Impuesto de Sociedades correspondiente al a?o anterior. En todo caso, no les dediqu¨¦ al llegar mucho tiempo y deb¨ª hacerlo.
P. Pero cuando llega a Bankia vuelve a crear la black para usted y dos directivos. ?Por qu¨¦?
R. Porque nos deb¨ªa un dinero Bankia de los bonus por los beneficios de 2011. Y no se nos ocurri¨® mayor tonter¨ªa que hacer esas cuatro tarjetas. Y Francisco Verd¨², [consejero delegado] con mucha raz¨®n, nos dijo que yo no quiero jugar a esto. Nos equivocamos y pagamos.
23 meses de prisi¨®n
P. Precisamente por las black pas¨® 23 meses en la prisi¨®n de Soto del Real de Madrid. ?Qu¨¦ fue lo m¨¢s duro?
R. Entrar, estar all¨ª¡ Uno se acostumbra a todo, pero en prisi¨®n cada d¨ªa pesa. Acabas viviendo y aguantando, incluso disfrutando el d¨ªa que hay un partido de f¨²tbol, aunque a m¨ª no me gusta el f¨²tbol, pero se monta un jolgorio. Incluso lo pasas bien el d¨ªa que hay lentejas, que es el mejor plato de la semana, pero est¨¢s en la c¨¢rcel. Pero cada d¨ªa pesa, por eso se tachan. Es duro no estar con tu familia, es tu vida que se ha acabado.
P. ?Qu¨¦ era en lo que m¨¢s pensaba?
R. En cu¨¢ndo voy a salir. Vi que otros condenados por las tarjetas sal¨ªan al cumplir la cuarta parte de su condena y, seg¨²n esos c¨¢lculos, deb¨ªa salir en diciembre de 2019, pero me qued¨¦ hasta septiembre de 2020. Ese tiempo fue muy duro, no sabes qu¨¦ decirte a ti mismo ni a tu familia. Mi estancia dur¨® 23 meses.
P. Ese momento coincidi¨® con el incidente de las fotos de sus hijos, cuando alguien las reparte por la prisi¨®n y usted estalla.
R. Perd¨ª la paciencia y la serenidad; me puse como una pantera y me pas¨¦ de la raya, aunque ten¨ªa bastante raz¨®n. En la c¨¢rcel pasarte de la raya es muy mal negocio porque los funcionarios no te dejan y hacen bien porque tienen que dirigir una c¨¢rcel. Fue el momento m¨¢s dif¨ªcil para m¨ª y para mi familia.
P. Coincidi¨® con los presos del proc¨¦s. ?Habl¨® con ellos y comprendi¨® mejor sus puntos de vista?
R. No, en la c¨¢rcel no se habla de eso. Eran conscientes de que no ¨¦ramos el p¨²blico adecuado para la conversaci¨®n y nosotros de que ellos no quer¨ªan hablar de eso.
P. Pero mejoraron las condiciones de todos los presos¡
R. Eso fue fant¨¢stico. No hay nada como tener influencias. Las celdas empezaron a estar abiertas todo el d¨ªa, lo que era un plus de confort. Y cuando sal¨ªamos a juicios, en lugar de un bocadillo de mortadela de c¨¢rcel, te daban un men¨² de un restaurante de la zona. Supuso tomar tortilla y gazpacho, que llev¨¢bamos meses sin probarlos.
P. ?Temi¨® alguna vez por su seguridad?
R. Nunca. Estaba en el m¨®dulo 10, que ah¨ª se llama de respeto, y ah¨ª no hubo violencia. En otros s¨ª, pero no lo vi. En el 10 en cuanto ten¨ªas el menor conflicto, aunque sea por una servilleta, te mandaban a otro m¨®dulo peor. Yo estuve siempre solo en una celda de 12 metros.
P. ?Qu¨¦ sentimiento ten¨ªa durante aquellos meses? ?De rabia, porque cre¨ªa que el sistema hab¨ªa sido injusto con usted, de soledad, de verg¨¹enza?
R. De verg¨¹enza, no. Te puede producir verg¨¹enza cuando sales, pero all¨ª no porque todo el mundo es igual. Un sentimiento de dolor, sobre todo cuando vuelves de ver a tu familia. Sientes rabia, angustia, responsabilidad y, a veces, nada.
Amnist¨ªa fiscal
P. Dice en el libro que cuando estaba en el Gobierno y era vicepresidente no le gustaban las amnist¨ªas, pero se acogi¨® a una. ?No es contradictorio?
R. No, cuando estaba en el Gobierno hac¨ªa pol¨ªtica; cuando era contribuyente, era contribuyente. No creo en las amnist¨ªas fiscales porque son ineficientes, jur¨ªdicamente malas, pol¨ªticamente impresentables y dif¨ªciles de explicar. Esta amnist¨ªa fue una chapuza de primera, pero me acog¨ª para repatriar unos bienes que hab¨ªa heredado de mi padre, que me llegaron cuando no era residente.
P. En el libro sugiere que Crist¨®bal Montoro y Ricardo Mart¨ªnez Rico tambi¨¦n hicieron la amnist¨ªa porque favorec¨ªa a los clientes que ten¨ªan de su despacho antes de llegar al Gobierno.
R. Ten¨ªan un despacho de asesor¨ªa fiscal, uno de cuyos miembros quiere ser ministro de Hacienda de un Gobierno que habla de amnist¨ªas fiscales.
Caso judicial por supuesto incremento patrimonial injustificado
P. A¨²n tiene abierto un caso judicial, que lleva siete a?os de instrucci¨®n, por supuestos cobros indebidos de dos agencias de publicidad, Zenith y Publicis. La Audiencia de Madrid lo acusa, junto a otras 16 personas, de delitos fiscales, blanqueo de capitales y corrupci¨®n. La Fiscal¨ªa asegura haber identificado incrementos patrimoniales no justificados por 15,6 millones y 7,4 millones defraudados a la Agencia Tributaria. En el libro cita a la exdirectora de Comunicaci¨®n, Pilar Trucios, que lo acus¨® de obligar a que Publics se llevara todo el contrato de publicidad por sus intereses. ?Qu¨¦ es lo que pas¨®?
R. Ella ten¨ªa muy mala relaci¨®n con una serie de personas que me rodeaban, no conmigo, y hace esas declaraciones, como dice la Audiencia. Dice cosas que yo creo que van a salir en el juicio porque lo he le¨ªdo en los escritos de defensa.
P. Pero Trucios es sustituida por Teresa Orellana, la que fuera su secretaria personal desde 1983, que est¨¢ investigada, y es ella la que firma los contratos. Adem¨¢s, tambi¨¦n es la administradora de su empresa Kradonara, implicada en el caso.
R. Efectivamente. Esos contratos se hab¨ªan ganado por unanimidad en un concurso, en el que Teresa y yo no participamos. Eran por un a?o. Teresa firm¨® una renovaci¨®n de contrato, con una reducci¨®n de remuneraci¨®n para las agencias, que los equipos t¨¦cnicos dijeron que era buena. No entend¨ª que personas que hab¨ªan firmado los contratos inicialmente, como Trucios, no fueran acusadas y las que firmaron las renovaciones s¨ª, solo porque lo dice el juez y la fiscal Anticorrupci¨®n: por pertenecer al c¨ªrculo de confianza de Rato, que parece que es un nuevo concepto penal.
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