La sequ¨ªa y las lluvias torrenciales impulsan la siniestralidad agraria a cifras r¨¦cord

El seguro agrario sigue batiendo a?o tras a?o r¨¦cord de siniestralidad. En este ejercicio, con la sequ¨ªa como principal protagonista, pero tambi¨¦n por otros fen¨®menos como pedriscos, heladas y finamente las lluvias torrenciales, las indemnizaciones de las compa?¨ªas aseguradoras en el campo se elevan ya a m¨¢s de 1.000 millones de euros. La patronal Agroseguro prev¨¦ que las mismas pod¨ªan llegar a los 1.200 millones ante los ¨²ltimos da?os provocados por las danas frente a los 806 millones del ejercicio anterior, un incremento que ronda el 50%. La sequ¨ªa, especialmente en los cultivos herb¨¢ceos, supone un perjuicio que se estima en alrededor de 500 millones de euros.

Frente a esta cifra, las primas recaudadas por las empresas aseguradoras se elevaron a unos 860 millones de euros, por lo que entrar¨¢ en juego el Consorcio de Compensaci¨®n. Tanto empresas aseguradoras como el sector primario coinciden en la necesidad de dar ¡°una vuelta¡± a la pol¨ªtica de seguros. Algunas fuentes apuntan a que el debate se podr¨ªa iniciar en el Congreso Internacional de Seguros Agrarios que se celebra esta primera semana de octubre en Jerez de la Frontera (C¨¢diz).

Sin embargo, la coincidencia en la necesidad de cambiar el sistema no se traduce en posiciones de consenso sobre c¨®mo hacerlo. En las compa?¨ªas de seguros ponen el acento sobre el hecho de que fen¨®menos como los de la sequ¨ªa se repiten con mayor frecuencia que hace unas d¨¦cadas, que los siniestros son cada vez m¨¢s violentos y m¨¢s extensos; y que adem¨¢s no tienen periodos fijos para su desarrollo. Los productores dicen entender la preocupaci¨®n de las entidades aseguradoras que ven minado su negocio, pero apuntan que la salida no es encarecer las primas, aumentar las franquicias y reducir las coberturas, lo que estiman que equivaldr¨ªa a un seguro ficticio. Y en todo el debate deber¨¢ fijar tambi¨¦n una posici¨®n la Administraci¨®n.

El seguro agrario ha sido y se mantiene como una de las apuestas m¨¢s importantes de los diferentes Gobiernos. Los fondos p¨²blicos para fomentarlo han ido en aumento, tanto por parte del Ministerio de Agricultura como por los gobiernos auton¨®micos. Las subvenciones medias a las primas se sit¨²an en el entorno del 50%, si bien las mismas pueden llegar hasta el 70% en el caso de j¨®venes profesionales y la cobertura alcanza casi las 400.000 p¨®lizas, un 50% de las cuales se destinan a herb¨¢ceos. Pero sobre una producci¨®n agraria final de unos 63.000 millones de euros, las producciones aseguradas no llegan a los 20.000 millones.

Por eso, entre los objetivos del proceso de ajuste que ha de llevar a cabo el sector, se cita com¨²nmente la generalizaci¨®n del seguro en cultivos donde la respuesta actual es escasa. Y tambi¨¦n la realizaci¨®n de ajustes t¨¦cnicos en territorios o colectivos de alta siniestralidad; o para evitar el desarrollo de siembras y plantaciones en zonas donde no se dan las condiciones climatol¨®gicas o los suelos adecuados para ello.

Gregorio Ju¨¢rez, responsable de la pol¨ªtica de seguros en la organizaci¨®n agraria Asaja, pide apostar por una mayor universalizaci¨®n de las contrataciones, a trav¨¦s de la rebaja del coste de las primas mediante incrementos de fondos extraordinarios. En caso de confiar la soluci¨®n exclusivamente a un encarecimiento de los seguros, como sucedi¨® con las plantaciones de herb¨¢ceos el a?o pasado, podr¨ªa suceder que muchos agricultores dejaran de cultivar las tierras con mayor incidencia de siniestralidad. Y eso, advierte Ju¨¢rez, supondr¨ªa un riesgo para el autoabastecimiento alimentario.

Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal