?Fue el banco de Brasil c¨®mplice del tr¨¢fico negrero?
El Ministerio P¨²blico brasile?o investiga la responsabilidad de la entidad, fundada en 1808, en la compraventa de africanos
El tr¨¢fico negrero a Brasil y al resto de Am¨¦rica fue negocio tan inhumano como gigante que pod¨ªa ser extremadamente lucrativo. Implicaba inversores, aseguradoras o capitanes de barco que llevaban la contabilidad. Uno de ellos anot¨®, tras atracar con la carga humana en R¨ªo de Janeiro en 1762, los ingresos por la venta de los africanos tra¨ªdos a la fuerza, descont¨® el valor de los cautivos muertos durante la traves¨ªa, y, en el cap¨ªtulo de gastos, incluy¨® el transporte mar¨ªtimo, su sueldo, la paga al sacerdote que bautiz¨® a cinco cautivos, ¡°la alimentaci¨®n de los esclavos durante 76 d¨ªas, a 60 r...
El tr¨¢fico negrero a Brasil y al resto de Am¨¦rica fue negocio tan inhumano como gigante que pod¨ªa ser extremadamente lucrativo. Implicaba inversores, aseguradoras o capitanes de barco que llevaban la contabilidad. Uno de ellos anot¨®, tras atracar con la carga humana en R¨ªo de Janeiro en 1762, los ingresos por la venta de los africanos tra¨ªdos a la fuerza, descont¨® el valor de los cautivos muertos durante la traves¨ªa, y, en el cap¨ªtulo de gastos, incluy¨® el transporte mar¨ªtimo, su sueldo, la paga al sacerdote que bautiz¨® a cinco cautivos, ¡°la alimentaci¨®n de los esclavos durante 76 d¨ªas, a 60 reales al d¨ªa y la comisi¨®n de venta, un 6%¡±, seg¨²n se relata en Escravid?o, una premiada trilog¨ªa sobre aquel cruel periodo. El tr¨¢fico negrero lleg¨® a ser uno de los pilares de la econom¨ªa brasile?a. Siglo y medio despu¨¦s de la abolici¨®n, el Ministerio P¨²blico Federal brasile?o acaba de abrir un caso para investigar la responsabilidad del Banco de Brasil (BB) en la compraventa de seres humanos.
El Banco de Brasil es una de las marcas m¨¢s conocidas del pa¨ªs, la cuarta entidad de ahorro. Omnipresente. De titularidad mixta, (el Gobierno posee el 70% de las acciones), cuenta con 75 millones de clientes (un tercio de la poblaci¨®n) y sucursales por casi todos los rincones del pa¨ªs. M¨¢s de la mitad de los 203 millones de brasile?os desciende de los cinco millones de africanos secuestrados en ?frica que fueron trasladados a la otra orilla del Atl¨¢ntico en barcos negreros (en EEUU son solo el 13%).
La iniciativa de analizar este cap¨ªtulo de la historia del banco parti¨® de un grupo de historiadores. Estudiosos especializados en la esclavitud m¨¢s que en esta entidad de ahorro fundada en 1808, que naci¨® poco despu¨¦s de la llegada de la Corte portuguesa a Brasil. Muchos de los primeros que aportaron fondos para crear el BB eran traficantes de africanos que, a cambio de su apoyo, recib¨ªan t¨ªtulos nobiliarios. Fue sobre todo a partir de 1830, cuando Brasil presionada por Inglaterra prohibi¨® la compraventa de africanos, que el negocio se volvi¨® m¨¢s lucrativo y aument¨® exponencialmente su tama?o con la anuencia del imperio.
El Ministerio P¨²blico Federal, que en Brasil ejerce tambi¨¦n las funciones de defensor del pueblo con la misi¨®n de velar por los derechos humanos, velar por la memoria o combatir el racismo, inmediatamente recogi¨® el guante. Analizada la solicitud de los acad¨¦micos, a finales de septiembre abri¨® una investigaci¨®n, paso al que dio una amplia difusi¨®n, y convoc¨® al Banco de Brasil a una reuni¨®n el pr¨®ximo d¨ªa 27. Tambi¨¦n est¨¢n invitados al encuentro los ministros de Igualdad Racial y de Derechos Humanos del Gobierno que encabeza Luiz In¨¢cio Lula da Silva, adem¨¢s de algunos de los historiadores. El Banco de Brasil r¨¢pidamente se puso a disposici¨®n de los investigadores para ¡°acelerar el proceso de reparaci¨®n¡±.
Uno de los historiadores es Thiago Campos, investigador del laboratorio de historia oral de la Universidad Federal Fluminense. Explica al tel¨¦fono que ¡°cualquier instituci¨®n brasile?a del siglo XIX estaba directa o indirectamente relacionada al tr¨¢fico de personas o a la esclavitud¡±. A?ade que el banco fue elegido porque es una de las pocas instituciones nacidas en aquella ¨¦poca que a¨²n existe, aunque sufriera varias refundaciones a lo largo de estos m¨¢s de dos siglos. ¡°Este es un debate que ya existe en otros pa¨ªses y nosotros vamos muy atrasados¡±, apunta, antes de a?adir que en Brasil ¡°se normaliz¨®¡± el cap¨ªtulo esclavista ¡°sin cuestionar en todo este tiempo que el banco que lleva el nombre de nuestra naci¨®n fuera fundado sobre la esclavitud¡±.
Detalla el historiador que, en 1853, el principal accionista privado del Banco de Brasil era uno de los mayores traficantes de africanos, Jos¨¦ Bernardino de S¨¢, que ¡°desembarc¨® a m¨¢s de 20.000 personas [en puertos brasile?os] en m¨¢s de 50 viajes¡±. Eran tiempos en los que una ¨²nica traves¨ªa pod¨ªa traducirse en una fortuna siempre y cuando la mayor¨ªa de la carga humana sobreviviera al viaje.
Para ahorrar, los traficantes limitaban las raciones de comida de los esclavos durante el viaje mar¨ªtimo y en los d¨ªas finales la aumentaban. Tambi¨¦n cubr¨ªan de aceite el cuerpo de los africanos. Todo con el objetivo de que, al atracar, aquellos hombres y mujeres estuvieran m¨¢s fuertes (o menos d¨¦biles), mostraran mejor aspecto y poder venderlos a mejor precio, seg¨²n cuenta Escravid?o. El magnate De S¨¢ era uno de los hombres m¨¢s ricos del imperio, patr¨®n de un teatro y propietario de fincas.
Julio Araujo, uno de los miembros del Ministerio P¨²blico, que firm¨® la decisi¨®n de abrir esta investigaci¨®n explica que el objetivo prioritario es abrir la discusi¨®n: ¡°Este es un tema muy importante, crucial, que tiene que entrar en la agenda publica, en el debate¡±, dice por tel¨¦fono. Tras los contactos entre el banco, el ministerio p¨²blico y los historiadores, el objetivos de los investigadores es ampliar el foco para incorporar a los movimientos de activistas negros y al resto de la sociedad. Araujo recalca que el final de este proceso no est¨¢ a¨²n escrito: ¡°No sabemos si el banco va a reconocer violaciones, si va a pedir perd¨®n, si va a profundizar en la investigaci¨®n de su historia. La prioridad ahora es colocar el tema en la agenda¡±.
Al historiador Campos le ha sorprendido gratamente la celeridad y la disposici¨®n con la que la entidad respondi¨® a la apertura del caso. ¡°El Banco de Brasil tiene capacidad de recontar su historia, de investigar sus archivos, y participar as¨ª en la reconstrucci¨®n de ese pasado borrado de nuestra historia¡±.
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