Adam Neumann se interesa en comprar WeWork para sacarla de la bancarrota
El fundador de la compa?¨ªa de alquiler de espacio para oficinas contacta con la firma de inversi¨®n Third Point para la operaci¨®n
Adam Neumann y otros inversores, entre ellos la firma Third Point de Dan Loeb, est¨¢n estudiando una oferta para comprar WeWork y sacarla de la bancarrota. El cofundador de WeWork y su empresa inmobiliaria, Flow, llevan desde diciembre intentando obtener de la compa?¨ªa la informaci¨®n necesaria para formular una oferta, seg¨²n una carta enviada a los abogados de la empresa a la que han tenido acceso DealBook y Bloomberg. M¨¢s recientemente, han trabajado para elaborar un paquete de ...
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Adam Neumann y otros inversores, entre ellos la firma Third Point de Dan Loeb, est¨¢n estudiando una oferta para comprar WeWork y sacarla de la bancarrota. El cofundador de WeWork y su empresa inmobiliaria, Flow, llevan desde diciembre intentando obtener de la compa?¨ªa la informaci¨®n necesaria para formular una oferta, seg¨²n una carta enviada a los abogados de la empresa a la que han tenido acceso DealBook y Bloomberg. M¨¢s recientemente, han trabajado para elaborar un paquete de financiaci¨®n de sacar de la suspensi¨®n de pagos a la empresa de alquiler de espacio de oficinas.
La oferta ser¨ªa por toda la empresa o sus activos, seg¨²n la carta, que no incluye detalles sobre la cantidad que Neumann, cofundador de WeWork, estar¨ªa dispuesto a ofrecer por la empresa. Third Point solo ha mantenido conversaciones preliminares con Neumann y su nueva empresa.
En la carta, un abogado de Neumann se?ala que los esfuerzos para presentar una oferta se han visto obstaculizados hasta ahora por la escasez de informaci¨®n de WeWork. ¡°Escribimos para expresar nuestra consternaci¨®n por la falta de compromiso de WeWork incluso para proporcionar informaci¨®n a mis clientes en lo que pretende ser una transacci¨®n que maximice el valor para todas las partes interesadas¡±, escribi¨® Alex Spiro, abogado de Quinn Emanuel que representa a Neumann, seg¨²n la carta, en la que Neumann se queja de estar siendo ignorado por la compa?¨ªa.
¡°Incluso antes de la declaraci¨®n de bancarrota, WeWork cancel¨® una reuni¨®n programada organizada por el se?or Neumann sobre una importante aportaci¨®n de capital que habr¨ªa haber ayudado a la empresa. Preocupado por el estado del negocio y las perspectivas de la empresa, el se?or Neumann hab¨ªa trabajado previamente para captar hasta 1.000 millones de d¨®lares de financiaci¨®n para estabilizar WeWork en octubre de 2022, cuando justo antes de la reuni¨®n (mientras los participantes estaban literalmente en el aire viajando), el ex consejero delgado cerr¨® ese proceso sin explicaci¨®n¡±, a?ade la misiva del abogado.
¡°Mis clientes est¨¢n dispuestos a presentar una propuesta detallada para comprar la empresa o sus activos que tiene la flexibilidad para permitir que otras partes interesadas participen¡±, indica el texto. ¡°En un mundo laboral h¨ªbrido en el que la demanda del producto de WeWork deber¨ªa ser mayor que nunca, mis clientes creen que las sinergias y la experiencia en gesti¨®n ofrecidas por una adquisici¨®n por parte de mis clientes podr¨ªan superar significativamente el valor que lograr¨ªan los deudores de forma independiente¡±, concluye.
Neumann dio entrada a SoftBank que inyect¨® 10.000 millones en el capital de WeWork con una valoraci¨®n multimillonaria. Para el grupo inversor japon¨¦s ha sido probablemente su inversi¨®n m¨¢s ruinosa y vender ahora la empresa en quiebra a quien les embarc¨® en esa aventura fallida tendr¨ªa algo de humillante. Quiz¨¢ por eso la compa?¨ªa no quiere saber nada de Neumann y se limita a decir que recibe variadas ofertas y muestras de inter¨¦s por sus activos. WeWork, en quiebra t¨¦cnica, est¨¢ en realidad ahora en manos de sus acreedores. Cualquier acuerdo para comprarla pasa por su aprobaci¨®n.
Auge y ca¨ªda
WeWork fue fundada en 2010 por el israel¨ª Neumann y el estadounidense Miguel McKelvey, que abrieron su primer espacio de oficinas en el SoHo neoyorquino en abril de 2011. Desde ah¨ª se lanz¨® a crecer, abriendo espacios de oficinas compartidas, primero en Estados Unidos y luego en todo el mundo, sin preocuparse por las p¨¦rdidas multimillonarias que sufr¨ªa. Captaba fondos en diferentes rondas de financiaci¨®n que iban elevando el valor de la compa?¨ªa, haciendo pasar al negocio inmobiliario por compa?¨ªa tecnol¨®gica.
La compa?¨ªa alcanz¨® su m¨¢xima valoraci¨®n en enero de 2019, con 47.000 millones de d¨®lares, y se dispuso a salir a Bolsa, pero no pas¨® el escrutinio del mercado. Ni sus cuentas, ni su modelo de negocio, ni sus perspectivas de futuro avalaban la valoraci¨®n que hab¨ªa ido logrando. A eso se un¨ªa el heterodoxo estilo de direcci¨®n de Neumann, amante de los excesos, que instal¨® en su oficina una piscina y una sauna y cuyas fiestas eran legendarias. Adem¨¢s, ten¨ªa operaciones vinculadas con la compa?¨ªa en las que ¨¦l sal¨ªa beneficiado al alquilar a la empresa inmuebles que compraba.
La salida a Bolsa se cancel¨®. Entonces, Softbank decidi¨® rescatar a la empresa y despedir a Neumann, que recibi¨® una compensaci¨®n multimillonaria. La pandemia y el confinamiento cambiaron por completo los esquemas de trabajo. Con la generalizaci¨®n del teletrabajo, muchas oficinas ya no volvieron a ocuparse al pasar la crisis sanitaria. WeWork tuvo p¨¦rdidas de 3.129 millones de d¨®lares en 2020; de 4.439 millones en 2021 y de 2.034 millones en 2022, seg¨²n sus informes anuales. Esos 9.600 millones de d¨®lares en tres a?os (unos 9.100 millones al tipo de cambio actual) superan lo que la compa?¨ªa ha ingresado en esos mismos ejercicios.
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