Un impuesto tur¨ªstico para combatir la masificaci¨®n
Un tributo bien dise?ado contribuir¨ªa a la sostenibilidad y competitividad a largo plazo, para bien tanto de los residentes como de las empresas
En estos ¨²ltimos a?os la masificaci¨®n tur¨ªstica se ha convertido en un problema acuciante para muchos destinos en Espa?a y Europa. Playas y centros de ciudades abarrotados, atascos en las carreteras y barrios transformados por la turistificaci¨®n son solo algunos de los s¨ªntomas de esta saturaci¨®n. Ante ello, se deben establecer impuestos tur¨ªsticos de suficiente envergadura para que el sector no muera de ¨¦xito, mitigando as¨ª los efectos negativos de este fen¨®meno, tanto para los residentes como para la misma industria tur¨ªstica.
La masificaci¨®n tur¨ªstica no solo afecta a la calid...
En estos ¨²ltimos a?os la masificaci¨®n tur¨ªstica se ha convertido en un problema acuciante para muchos destinos en Espa?a y Europa. Playas y centros de ciudades abarrotados, atascos en las carreteras y barrios transformados por la turistificaci¨®n son solo algunos de los s¨ªntomas de esta saturaci¨®n. Ante ello, se deben establecer impuestos tur¨ªsticos de suficiente envergadura para que el sector no muera de ¨¦xito, mitigando as¨ª los efectos negativos de este fen¨®meno, tanto para los residentes como para la misma industria tur¨ªstica.
La masificaci¨®n tur¨ªstica no solo afecta a la calidad de vida de quienes residen en los destinos, sino que tambi¨¦n deteriora la experiencia del visitante, en especial de aquellos con mayor capacidad de gasto, quienes podr¨ªan acabar evitando destinos congestionados. Ante la congesti¨®n, es decir, la sobreexplotaci¨®n de los recursos comunes como las playas, ciudades, etc¨¦tera, la receta t¨ªpica y habitual de los economistas son los impuestos. En el sector tur¨ªstico, sin embargo, este tipo de gravamen ha sido implementado de manera en exceso t¨ªmida.
Obs¨¦rvese, primero, que el sector tur¨ªstico se enfrenta a una baja fiscalidad, un IVA reducido del 10% en la restauraci¨®n, la hosteler¨ªa y las aerol¨ªneas en lugar del general del 21%. Ello explica en parte su sobredimensi¨®n en algunos destinos, y da margen al establecimiento del impuesto. Segundo, la supuesta falta de efectividad del impuesto ante la saturaci¨®n tur¨ªstica, seg¨²n el reciente manifiesto de Exceltur, se debe sin duda a su escasa cuant¨ªa all¨ª donde existe. El ejemplo de las Islas Baleares es ilustrativo, con una tarifa en temporada alta de entre 1 y 4 euros por persona y noche, dependiendo del tipo de alojamiento. Estos importes est¨¢n lejos de ser suficientes para impactar significativamente en la demanda tur¨ªstica y reducir la saturaci¨®n.
En su esencia, un impuesto tur¨ªstico bien dise?ado no solo recauda fondos para reparar da?os ambientales y sociales; ni es solamente un mecanismo para redistribuir la riqueza creada en la industria. Un impuesto tur¨ªstico tambi¨¦n debe pretender modificar el comportamiento de los turistas encareciendo el acceso a los destinos m¨¢s saturados, favoreciendo con ello al turismo de mayor poder adquisitivo, y redirigiendo parte de la demanda a los destinos con menor afluencia. Precisamente esta es en potencia una de sus mayores virtudes, redistribuir la demanda tur¨ªstica por la geograf¨ªa espa?ola, europea y mediterr¨¢nea, ganando con ello los residentes y las industrias tanto de los destinos saturados como de los emergentes.
As¨ª, una implementaci¨®n (por ejemplo, gradual) de impuestos tur¨ªsticos de cuant¨ªa muy superior a las tarifas actuales se presenta como una herramienta clave ante la sobredimensi¨®n del sector en algunos de los destinos espa?oles: al reducir la masificaci¨®n tur¨ªstica y mitigar sus efectos negativos, se contribuir¨ªa a su sostenibilidad y competitividad a largo plazo, para bien tanto de los residentes como de las mismas empresas.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal