Los desaf¨ªos reales del capitalismo

Hace cinco a?os la asociaci¨®n empresarial estadounidense Business Roundtable sorprendi¨® a la opini¨®n p¨²blica con una solemne declaraci¨®n que abogaba por redefinir los fines de la empresa. Para los l¨ªderes de las 181 principales corporaciones estadounidenses el prop¨®sito de las compa?¨ªas ya no se deb¨ªa limitar a la obtenci¨®n de beneficios para sus accionistas. Era la regla dominante desde 1970 cuando el economista Milton Friedman sentenci¨®: ¡°la ¨²nica responsabilidad social de los empresarios es ganar dinero¡±.

La redefinici¨®n del prop¨®sito empresarial de Business Roundtable de agosto de 2...

Hace cinco a?os la asociaci¨®n empresarial estadounidense Business Roundtable sorprendi¨® a la opini¨®n p¨²blica con una solemne declaraci¨®n que abogaba por redefinir los fines de la empresa. Para los l¨ªderes de las 181 principales corporaciones estadounidenses el prop¨®sito de las compa?¨ªas ya no se deb¨ªa limitar a la obtenci¨®n de beneficios para sus accionistas. Era la regla dominante desde 1970 cuando el economista Milton Friedman sentenci¨®: ¡°la ¨²nica responsabilidad social de los empresarios es ganar dinero¡±.

La redefinici¨®n del prop¨®sito empresarial de Business Roundtable de agosto de 2019 sosten¨ªa que los fines de las compa?¨ªas deb¨ªan incluir, adem¨¢s de los beneficios para los accionistas, a otras partes interesadas como clientes, trabajadores y proveedores. Las empresas deb¨ªan compensar justamente a los trabajadores, tratar ¨¦ticamente a los proveedores y proteger el medio ambiente.

Cinco a?os despu¨¦s de aquellas bienintencionadas sugerencias, los cambios reales no tan solo han sido insignificantes sino que han despertado una furibunda hostilidad. El pasado 28 de agosto, 14 tesoreros de otros tantos Estados, dirigieron una extensa misiva a Joshua Bolten, director ejecutivo de Business Roundtable, en la que le instaban a que ¡°abandone la Redefinici¨®n fatalmente defectuosa y volver al prop¨®sito de maximizar el valor para los propietarios, los accionistas de las corporaciones¡±. ¡°Es hora¡±, precisaban, ¡°de que los gerentes corporativos dejen de avergonzarse de sus trabajos, sus empresas y su papel en la sociedad. Dirigir un negocio y generar retornos para los accionistas es una tarea noble¡±.

Lynn S. Paine, profesora em¨¦rita de Harvard Business School, hace un balance menos negativo de la iniciativa de los l¨ªderes empresariales estadounidenses. En el art¨ªculo The Business Roundtable`s Stakeholder Pledge, Five Years Later (El compromiso de las partes interesadas de the Business Roundtable, cinco a?os despu¨¦s), considera que con la propuesta ¡°el accionariado ha ganado mucha aceptaci¨®n y ha ayudado a muchos l¨ªderes empresariales a darse cuenta del valor de tomarse en serio los intereses de sus partes interesadas¡±. Pero reconoce que ¡°eso est¨¢ muy lejos de reemplazar el capitalismo accionarial como principio organizativo central de las empresas estadounidenses¡±.

Desgraciadamente si las empresas no cambian la cat¨¢strofe est¨¢ asegurada. Hace un par de a?os un estudio de Harvard revelaba que 250 grandes empresas generaban unos costes ambientales superiores a los beneficios que produc¨ªan.

El papel de las empresas para afrontar los desaf¨ªos clim¨¢ticos, sociales y gobernanza es determinante. Con menos solemnidad la Uni¨®n Europea consciente de que ¡°la actuaci¨®n voluntaria no parece haber dado lugar a una mejora¡±, el pasado junio aprob¨® la directiva sobre diligencia debida de las empresas. Establece deberes a las empresas sobre medio ambientes, derechos humanos y gobernanza. Incluye sanciones de hasta el 5% del volumen de ventas mundial. La norma va a tener en contra a los lobbies m¨¢s poderosos pero de su aplicaci¨®n depende el futuro de Europa y de los pa¨ªses que la tienen como referencia.

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