La transici¨®n energ¨¦tica en Espa?a, en gr¨¢ficos
Tras la pandemia y la invasi¨®n de Ucrania se ha acelerado la descarbonizaci¨®n y la independencia energ¨¦tica del pa¨ªs
La segunda d¨¦cada del siglo XXI ha supuesto una sacudida para el sector del consumo y la generaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica. La pandemia y el estallido de la guerra de Ucrania pusieron patas arriba los precios y los mercados energ¨¦ticos. Ambos eventos han sido dos aceleradores que se unieron al reto ya preimpuesto de la descarbonizaci¨®n del consumo y la industria con el fin de mejorar la eficiencia y la independencia competitiva.
Espa?a, por sus caracter¨ªsticas temporales (viento, sol y capacidad de generaci¨®n hidr¨¢ulica), se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en una de las potencias europeas, encabezando en buena medida la electrificaci¨®n de su econom¨ªa tanto dom¨¦stica como industrial. Los datos de la Asociaci¨®n de Empresas de Energ¨ªas Renovables (APPA), en su ¨²ltimo informe, da cuenta de c¨®mo la instalaci¨®n de sistemas de autoconsumo el¨¦ctrico en hogares y en la industria se han disparado. En 2022, a?o especialmente cr¨ªtico en materia energ¨¦tica tras el inicio de la invasi¨®n rusa de Ucrania, en Espa?a se llevaron a cabo 23.096 instalaciones de autoconsumo industrial, en 2019 fueron 3.418, un aumento del 675%. En ese mismo lapso de tiempo, en el plano residencial, la APPA contabiliz¨®, en 2022, en torno a 217.248 instalaciones, frente a las 4.328 de 2019.
Si bien el autoconsumo supone un ara?azo de consideraci¨®n, en t¨¦rminos macro Espa?a tambi¨¦n ha potenciado su generaci¨®n el¨¦ctrica. El porcentaje total de energ¨ªa procedente de recursos renovables se situ¨® en 2023 en el 24,8%, un aumento de siete puntos con respecto a 2019 y en torno a diez m¨¢s que una d¨¦cada atr¨¢s. Esto se traduce en una reducci¨®n considerable de las emisiones de gases de efecto invernadero, como el Di¨®xido de Carbono, que el Instituto Nacional de Estad¨ªstica publica con regularidad.
Por sectores, esta electrificaci¨®n progresiva es desigual. Mientras que en el trasporte supone el 11,9% de la energ¨ªa empleada, en el consumo, frente al 21% del sector de la refrigeraci¨®n (fr¨ªo/calor) o el 56% de la energ¨ªa producida para el consumo general. Los porcentajes, en cualquier caso, muestran una tendencia ascendente que, necesariamente, derivar¨¢ en una segura necesidad de remodelaci¨®n del sistema el¨¦ctrico espa?ol para poder adecuarse al nuevo volumen de demanda.
En este sentido, la inversi¨®n en I+D+i se antoja como otro de los retos centrales de la econom¨ªa espa?ola, que solo mediante la inversi¨®n en investigaci¨®n y en formaci¨®n t¨¦cnica especializada podr¨¢ mantener su posici¨®n preponderante para dar la batalla frente al reto clim¨¢tico. Al mismo tiempo, el nuevo ecosistema de servicios, como los grandes centros de datos (que requieren un gran consumo h¨ªdrico y el¨¦ctrico) o las nuevas inversiones de multinacionales de la automoci¨®n, que pretenden instalar en Espa?a nuevas plantas de bater¨ªas y coches el¨¦ctricos, hacen necesaria la adecuaci¨®n regulatoria al nuevo contexto para dar un entorno de estabilidad normativa que permita el desarrollo seguro y productivo de las nuevas inversiones.