Bernie Sanders apuesta por el todo o nada
A pesar de sus intentos de indentificarse con Obama, Sanders ha adoptado una estrategia maximalista, sin concesiones
Pocos movimientos pol¨ªticos han sufrido un batacazo tan r¨¢pido y dr¨¢stico como el que ha experimentado la campa?a de Bernie Sanders entre los caucus de Nevada y el Supermartes. En el transcurso de 10 d¨ªas, este aspirante ha pasado de ser el probable candidato dem¨®crata a estar muy lejos de conseguirlo.
De hecho, las cosas se le han puesto tan mal que Sanders ha presentado un anuncio que intenta retratarlo como gran amigo del expresidente Barack Obama.
Los verificadores de dat...
Pocos movimientos pol¨ªticos han sufrido un batacazo tan r¨¢pido y dr¨¢stico como el que ha experimentado la campa?a de Bernie Sanders entre los caucus de Nevada y el Supermartes. En el transcurso de 10 d¨ªas, este aspirante ha pasado de ser el probable candidato dem¨®crata a estar muy lejos de conseguirlo.
De hecho, las cosas se le han puesto tan mal que Sanders ha presentado un anuncio que intenta retratarlo como gran amigo del expresidente Barack Obama.
Los verificadores de datos han se?alado que el anuncio es muy enga?oso. Embarulla cosas que Obama ha dicho a lo largo de una d¨¦cada y deja fuera un contexto esencial. Pero el an¨¢lisis fotograma a fotograma subestima de hecho lo hip¨®crita que es que Sanders intente identificarse con Obama. Porque el sandersismo, como filosof¨ªa, consiste precisamente en rechazar el obama¨ªsmo. Es decir, se basa en negarse a aceptar la idea de una pol¨ªtica gradual, de que medio pan es mejor que nada, y exige el maximalismo del todo o nada.
Lo cierto es que existen razones fundadas para las cr¨ªticas de Sanders a Obama. Pero Sanders deber¨ªa asumir esas cr¨ªticas en lugar de pretender que nunca las ha hecho. Entonces, ?de qu¨¦ trata el debate? De valores, no, aunque Sanders y su c¨ªrculo tienen la mala costumbre de insinuar que cualquiera que cuestione su estrategia pol¨ªtica es un instrumento corrupto de la oligarqu¨ªa. Obama estaba, y Joe Biden est¨¢, claramente a favor de objetivos progresistas como la cobertura sanitaria universal y la reducci¨®n de la desigualdad de rentas.
Pero Obama persegu¨ªa esos objetivos mediante cambios graduales. El Obamacare estaba dise?ado para ampliar la cobertura sanitaria y al mismo tiempo trastornar lo menos posible la vida de quienes ya ten¨ªan un seguro m¨¦dico. Obama subi¨® los impuestos a los ricos m¨¢s de lo que la mayor¨ªa de la gente imagina ¡ªen 2016, el tipo impositivo medio aplicado por el Gobierno federal al 1% era casi tan alto como antes de Reagan¡ª, pero lo hizo con discreci¨®n, sin mucha ret¨®rica populista.
Desde el punto de vista de Sanders, este m¨¦todo gradual y discreto reflejaba falta de osad¨ªa (o quiz¨¢ corrupci¨®n por parte de la ¡°clase dominante¡±). Obama deber¨ªa haber ido a por todas y (de alguna manera) haber implantado la sanidad p¨²blica para todos. Deber¨ªa haber atacado frontalmente la desigualdad, con subidas de impuestos mucho mayores para ¡°millonarios y multimillonarios¡±.
Y para ser justos, yo coincido de hecho en que Obama fue demasiado precavido en algunos frentes. En 2009 me tir¨¦ de los pelos p¨²blicamente por la clara parvedad del estimulo econ¨®mico aplicado por Obama, y predije (correctamente) que ser¨ªa un desastre pol¨ªtico, porque la incapacidad de alcanzar resultados llamativos favorecer¨ªa a los republicanos. Y creo que Obama podr¨ªa haber conseguido mucho m¨¢s si hubiera estado dispuesto a usar el proceso de conciliaci¨®n ¡ªque permite utilizar la mayor¨ªa simple¡ª para esquivar las t¨¢cticas obstruccionistas, como hicieron los republicanos para aprobar las rebajas fiscales de 2017.
Tambi¨¦n me disgust¨® mucho, en tiempo real, que Obama empezara a hacerse eco de los argumentos republicanos a favor de la austeridad presupuestaria, a pesar de que segu¨ªa habiendo un elevado desempleo. Y todav¨ªa creo que Obama pod¨ªa y deber¨ªa haber sometido un par de grandes bancos a la administraci¨®n judicial temporal como precio por haberlos rescatado. Sin duda, Obama mostr¨® demasiado respeto por los banqueros que hab¨ªan sido los que en un principio nos llevaron a la crisis financiera.
Pero Sanders no est¨¢ presentando un argumento selectivo y sosteniendo que Obama deber¨ªa haber sido m¨¢s decidido en algunos frentes. Defiende una agenda maximalista en todos ellos: eliminaci¨®n total de los seguros de salud privados y una ampliaci¨®n enorme de programas p¨²blicos que exigir¨ªan grandes subidas de impuestos tanto a la clase media como a los ricos.
La teor¨ªa pol¨ªtica que respalda este maximalismo es la afirmaci¨®n de que un programa populista audaz transformar¨ªa el paisaje electoral, atrayendo a m¨¢s votantes blancos de clase obrera y aumentando el n¨²mero de votantes, todo ello a una escala suficiente como para obtener una victoria aplastante en noviembre e intimidar a los miembros centristas del Congreso para que acepten propuestas radicales.
Por desgracia, no hay pruebas que respalden esta teor¨ªa pol¨ªtica; en concreto, el prometido aumento de votantes j¨®venes no se materializ¨® el Supermartes. Por consiguiente, el sandersismo se parece bastante al linternismo verde, por su fe en que los milagros pol¨ªticos pueden alcanzarse por pura fuerza de voluntad.
Como es natural, muchos seguidores de Sanders dir¨¢n que esto solo lo digo porque estoy a sueldo de los multimillonarios, o algo por el estilo.
En todo caso, necesitamos tener clara la naturaleza del debate en lo que queda de contienda dem¨®crata. Insisto, no se trata de valores: los dem¨®cratas como grupo se han vuelto mucho m¨¢s progresistas de lo que eran, y hasta un ¡°centrista¡± como Biden defiende pol¨ªticas ¡ªcomo una gran ampliaci¨®n del Obamacare¡ª que no hace mucho se habr¨ªan considerado demasiado izquierdistas.
Dicho esto, me preocupa que si Biden llega a ser presidente ceda con demasiada facilidad; los progresistas tendr¨¢n que presionarle al m¨¢ximo y asegurarse de que el gradualismo no se convierte en rendici¨®n preventiva.
Sin embargo, Sanders, a pesar de sus intentos de ¨²ltima hora para identificarse con Obama, ha adoptado una estrategia maximalista, sin concesiones. Entiendo el atractivo emocional de dicha estrategia, sobre todo para sus seguidores j¨®venes. Pero todo lo que sabemos da a entender que un progresista que insista en jug¨¢rsela al todo o nada, acabar¨¢, pues eso, en nada.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2020. Traducci¨®n de News Clips