Los nervios llegan a la deuda privada
Los mercados se retiran de las empresas m¨¢s adictas a la pol¨ªtica de bajos tipos de inter¨¦s
El nerviosismo que se ha desatado en los mercados tras el estallido de la epidemia sanitaria est¨¢ penalizando las empresas m¨¢s endeudadas, convirti¨¦ndose en uno de los eslabones m¨¢s fr¨¢giles de la econom¨ªa mundial y una amenaza para nuestro crecimiento.
La acumulaci¨®n de deuda corporativa de alto rendimiento (la de riesgo m¨¢s elevado) es una de las consecuencias m¨¢s llamativas, aunque insuficientemente apreciadas, de las pol¨ªticas ultraexpansivas practicadas por los bancos centrales estos ¨²ltimos a?os. Desde el inicio de la compra de bonos por el BCE en 2015, la deuda privada con baja c...
El nerviosismo que se ha desatado en los mercados tras el estallido de la epidemia sanitaria est¨¢ penalizando las empresas m¨¢s endeudadas, convirti¨¦ndose en uno de los eslabones m¨¢s fr¨¢giles de la econom¨ªa mundial y una amenaza para nuestro crecimiento.
La acumulaci¨®n de deuda corporativa de alto rendimiento (la de riesgo m¨¢s elevado) es una de las consecuencias m¨¢s llamativas, aunque insuficientemente apreciadas, de las pol¨ªticas ultraexpansivas practicadas por los bancos centrales estos ¨²ltimos a?os. Desde el inicio de la compra de bonos por el BCE en 2015, la deuda privada con baja calificaci¨®n crediticia (cotizada BBB) se ha incrementado significativamente. Solo en 2019, las nuevas emisiones totalizaron cerca de 90.000 millones de euros en la zona euro.
Si bien el total de deuda privada espa?ola ha descendido como consecuencia del esfuerzo de consolidaci¨®n de las empresas tras el estallido de la crisis, esta tendencia esconde dos evoluciones contradictorias. Por un lado, una fuerte contracci¨®n de las emisiones de deuda por parte de empresas saneadas, con beneficios que superan sus compras de bienes de capital. Por el otro, un incremento de las necesidades de financiaci¨®n de empresas poco rentables, que posiblemente no existir¨ªan de no tener acceso a financiaci¨®n barata.
La deuda privada se estabiliza...
Deuda de las empresas no financieras,
en % del PIB
145
135
125
115
105
95
85
139,6
Espa?a
Eurozona
127,5
103,5
97,9
89,4
95
2007
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
18
III T. 19
...pero su calidad es m¨¢s incierta
Emisiones de deuda corporativa de alto riesgo,
zona euro, en miles de millones de d¨®lares
32
26
20
14
8
2
29,7
23,8
21,3
12,2
8,2
IV T. 18
I T. 19
II T. 19
III T. 19
IV T. 19
Fuentes: Eurostat , BCE, ICMA y Funcas
EL PA?S
La deuda privada se estabiliza...
Deuda de las empresas no financieras,
en % del PIB
145
135
125
115
105
95
85
139,6
Espa?a
Eurozona
127,5
103,5
97,9
89,4
95
2007
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
18
III T. 19
...pero su calidad es m¨¢s incierta
Emisiones de deuda corporativa de alto riesgo,
zona euro, en miles de millones de d¨®lares
32
26
20
14
8
2
29,7
23,8
21,3
12,2
8,2
IV T. 18
I T. 19
II T. 19
III T. 19
IV T. 19
Fuentes: Eurostat , BCE, ICMA y Funcas
EL PA?S
La deuda privada se estabiliza...
...pero su calidad es m¨¢s incierta
Deuda de las empresas no financieras,
en % del PIB
Emisiones de deuda corporativa de alto riesgo,
zona euro, en miles de millones de d¨®lares
145
135
125
115
105
95
85
32
26
20
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8
2
29,7
139,6
Espa?a
Eurozona
23,8
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III T. 19
IV T. 18
I T. 19
II T. 19
III T. 19
IV T. 19
Fuentes: Eurostat , BCE, ICMA y Funcas
EL PA?S
Hasta la llegada del virus, los inversores, en b¨²squeda de rendimientos positivos, se mostraron dispuestos a financiar empresas de dudosa viabilidad a largo plazo. Esta era una de las pocas alternativas para los ahorradores, ante la escasez de t¨ªtulos de deuda privada de alta cualificaci¨®n, la rentabilidad nula o negativa de los bonos p¨²blicos y la volatilidad inherente a los valores burs¨¢tiles. El creciente apetito por las inversiones de elevado riesgo se ha trasladado a los tipos de inter¨¦s, reduciendo exageradamente el diferencial con respecto a las rentabilidades que ofrecen los activos seguros. Hasta el mes pasado, la prima de riesgo de los t¨ªtulos BBB con respecto a los mejor cotizados se situaba en niveles reducidos, pr¨®ximos a los valores precrisis.
Con la extensi¨®n del coronavirus, los mercados han revisado dr¨¢sticamente su apreciaci¨®n del riesgo, dificultando el acceso a nueva financiaci¨®n para muchas empresas que depend¨ªan del dinero gratis. Su coste de financiaci¨®n se ha incrementado un 25%. Todo ello en el peor momento para esas actividades que se enfrentan a una reducci¨®n de sus ventas y de sus maltrechos m¨¢rgenes como consecuencia del par¨®n de la econom¨ªa. De prolongarse la epidemia, y de confirmarse el desafecto de los mercados, una reestructuraci¨®n de ese sector empresarial de baja rentabilidad parece ineludible, con evidentes efectos sobre los fondos y entidades que participaron en su expansi¨®n.
Algo que podr¨ªa agravar la desaceleraci¨®n por el impacto directo sobre el crecimiento econ¨®mico, y porque podr¨ªa dificultar el acceso a facilidades de liquidez para pymes y empresas viables que se ven afectadas temporalmente por la escasez de suministros que ha surgido a ra¨ªz de la epidemia. La pol¨ªtica econ¨®mica se enfrenta al reto de aliviar esos desfases temporales de tesorer¨ªa, y de asegurar una financiaci¨®n adecuada de las peque?as empresas, que son las que m¨¢s dependen del cr¨¦dito bancario. Afortunadamente, tanto el gobierno como el BCE parecen haber tomado conciencia de las nefastas consecuencias de no desplegar su arsenal de medidas espec¨ªficas de liquidez.
Sin embargo, el tratamiento de la deuda corporativa de alto riesgo es m¨¢s complejo. Un excesivo rigor agravar¨ªa los efectos perniciosos del virus, precipitando la recesi¨®n en econom¨ªas fr¨¢giles como la italiana y con consecuencias para la espa?ola. Por el contrario, el BCE podr¨ªa incorporar esos activos al programa de apoyo a operaciones bancarias de largo plazo, algo que aliviar¨ªa la situaci¨®n de las empresas m¨¢s endeudadas, pero plantear¨ªa un riesgo para la estabilidad financiera a largo plazo. Un dilema endiablado para el banco central, que tendr¨¢ que resolver sin la ayuda de la pol¨ªtica fiscal europea, carente presupuesto antic¨ªclico, y con escaso margen propio, por no disponer de nuevos PGE.
Valores refugio
En un entorno lleno de incertidumbres, los inversores se decantan por los activos seguros como el oro, que se acerca al m¨¢ximo hist¨®rico alcanzado en plena crisis. Los t¨ªtulos de deuda p¨²blica tambi¨¦n se aprecian, en especial el bono alem¨¢n a 10 a?os, considerado como el principal valor refugio, con una rentabilidad negativa cercana al -0,7%. El bono espa?ol, con una rentabilidad que ha bajado hasta el 0,2%, tambi¨¦n se beneficia de la tendencia, aunque menos que su equivalente alem¨¢n. Por tanto, el diferencial o prima de riesgo repunta ligeramente.
Raymond Torres es director de coyuntura de Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_