Experimentos laborales a seguir tras la covid-19
Los ERTE deben ser la norma sobre la que gire el ajuste laboral ante situaciones econ¨®micas adversas
Aunque es muy pronto para evaluar la intensidad y duraci¨®n de cualquier posible efecto de la pandemia en el mercado laboral, me gustar¨ªa detenerme y reflexionar con los lectores en algunos experimentos laborales producidos tras la Covid-19 que podr¨ªan haber llegado a nuestras econom¨ªas para quedarse.
Previamente recordemos que esta pandemia, adem¨¢s de haber matado en sus primeros dos meses a m¨¢s de 100.000 personas en el mundo, fundamentalmente mayores, ha provocado de inmediato un shock negativo en la oferta de bienes y servicios de magnitudes s¨®lo vistas anteriormente en periodos de g...
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Aunque es muy pronto para evaluar la intensidad y duraci¨®n de cualquier posible efecto de la pandemia en el mercado laboral, me gustar¨ªa detenerme y reflexionar con los lectores en algunos experimentos laborales producidos tras la Covid-19 que podr¨ªan haber llegado a nuestras econom¨ªas para quedarse.
Previamente recordemos que esta pandemia, adem¨¢s de haber matado en sus primeros dos meses a m¨¢s de 100.000 personas en el mundo, fundamentalmente mayores, ha provocado de inmediato un shock negativo en la oferta de bienes y servicios de magnitudes s¨®lo vistas anteriormente en periodos de guerra. El cierre obligado de numerosos establecimientos ha paralizado pr¨¢cticamente la hosteler¨ªa y el comercio de bienes no b¨¢sicos; las necesarias medidas de seguridad sanitaria han reducido sustancialmente la producci¨®n de bienes y servicios; y la ruptura en la cadena de suministros ha trastocado seriamente el ritmo de actividad de muchas empresas. Esta par¨¢lisis de ocupaci¨®n se traslada de modo inmediato al mercado laboral, pues numerosos empleos se ven seriamente afectados. Quienes m¨¢s han sufrido a corto plazo este shock son los empleos relacionados con la hosteler¨ªa, el comercio, la industria y la construcci¨®n. En total, estos sectores suponen alrededor de la mitad del empleo y generan cerca de la mitad del PIB de nuestra econom¨ªa. La otra mitad de los empleos de nuestro pa¨ªs han sufrido mucho menos los efectos negativos de la pandemia por diferentes razones. La propia crisis sanitaria y el confinamiento social han aumentado, respectivamente, la demanda de servicios sanitarios y de servicios b¨¢sicos, principalmente alimenticios, por lo que el impacto en el empleo relacionado con estos sectores ha sido incluso positivo.
Ante este colapso, empresas y trabajadores han puesto en marcha de inmediato algunos experimentos laborales para mantener la actividad y el empleo. Quiero detenerme en dos de ellos, que han sido posibles en gran medida gracias a la digitalizaci¨®n, y, sin duda, las empresas con infraestructuras digitales m¨¢s asentadas han podido sacarle m¨¢s partido a estos recursos. El primero es el teletrabajo, que ha permitido, pese al confinamiento, que m¨¢s de cuatro millones de personas en nuestro pa¨ªs puedan trabajar desde casa conectados a sus empresas. La mayor¨ªa de personas ocupadas en tareas directivas, t¨¦cnicas, profesionales e incluso administrativas han podido garantizar la continuidad de la actividad mediante el teletrabajo, lo que ha limitado sin duda un mayor deterioro de la actividad. El teletrabajo ha sido ante esta pandemia un verdadero experimento natural provocado por un shock ajeno que ha impulsado inevitablemente su uso. Hasta ahora, la sociedad se encontraba discutiendo esta forma de trabajar con cierta aton¨ªa y escepticismo, y solamente pensando en sus pros y contras centrados en la flexibilizaci¨®n laboral y la conciliaci¨®n entre la vida laboral y familiar. Estos meses de teletrabajo intensivo van a permitir valorar esta forma de trabajar como un complemento real al trabajo presencial, que, adem¨¢s de ser positivo para la conciliaci¨®n laboral y familiar, es respetuoso con el medio ambiente al limitar el transporte, y reduce costes y sobre todo tiempo de desplazamiento. Ser¨¢ necesario evaluar su alcance, destapar sus fortalezas y debilidades, proponer mejoras si fuera necesario, y concluir si empresas y trabajadores queremos que en una sociedad cada vez m¨¢s digitalizada este modelo de trabajo se adopte como un serio complemento al trabajo presencial.
El segundo experimento laboral al que muchas peque?as empresas han recurrido por primera vez tras las medidas de distanciamiento social ha sido la prestaci¨®n de servicios online. Una vez m¨¢s, la tecnolog¨ªa viene a ofrecer una alternativa para mitigar el deterioro en la actividad ante una situaci¨®n muy delicada. La venta digital es para muchas peque?as empresas y aut¨®nomos, principalmente del sector del comercio, una tarea pendiente. Las consecuencias de la pandemia han podido ser el acicate que les haya impulsado a experimentar con la prestaci¨®n de servicios online. Ser¨¢ importante conocer el resultado de ese experimento, su alcance y la evaluaci¨®n integral de la experiencia. El peque?o comercio debe subirse al tren de la prestaci¨®n online para subsistir, que adem¨¢s exige un grado de innovaci¨®n absolutamente imprescindible en un sector que atraviesa una situaci¨®n muy delicada con vistas al futuro.
Finalmente, no quisiera terminar sin destacar y celebrar un ¨²ltimo experimento laboral que los agentes sociales han consensuado tras la par¨¢lisis econ¨®mica provocada por el coronavirus. Es el uso extensivo de los expedientes de suspensi¨®n temporal de empleo (ERTE). M¨¢s de tres millones de personas cuyos empleos han sido gravemente afectados por la par¨¢lisis econ¨®mica siguen unidos a sus empresas, est¨¢n dados de alta en Seguridad Social, y cobrar¨¢n el equivalente a la prestaci¨®n por desempleo sin que ello afecte a sus derechos de prestaci¨®n futuros. No todo son buenas noticias, pues casi 900.000 personas han causado baja en la Seguridad Social en el mes de marzo, la gran mayor¨ªa personas con contratos temporales. La excesiva y abusiva temporalidad sigue causando estragos en nuestro mercado laboral, pero al menos en esta ocasi¨®n se ha utilizado de forma bastante generalizada una herramienta laboral mucho m¨¢s adecuada y justa que el despido para ajustar el empleo en momentos cr¨ªticos como ¨¦ste. Ser¨¢ imprescindible extender las ayudas para que los ERTE de hoy no acaben en expedientes de extinci¨®n dentro de unos meses. Tambi¨¦n ser¨¢ necesario mejorar el instrumento, con una gesti¨®n m¨¢s ¨¢gil para que las empresas y trabajadores afectados dispongan de las ayudas de modo casi inmediato. La modernizaci¨®n y digitalizaci¨®n de las Administraciones es otro asunto pendiente para ayudar a agilizar la gesti¨®n de estos y otros instrumentos laborales. Una vez recobrada la normalidad, el uso e implementaci¨®n de los ERTE debe ser evaluado, lo que sin duda implicar¨¢ proponer mejoras. Pero quiero felicitar a los agentes sociales por haber llegado a un acuerdo para experimentar con este instrumento, que sin duda debe ser la norma sobre la que gire el ajuste laboral de las plantillas ante situaciones econ¨®micas adversas.
Sara de la Rica es directora de la Fundaci¨®n ISEAK.
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