Carolina Soto: ¡°El miedo a un cambio de modelo econ¨®mico est¨¢ fundamentado¡±

El nombre de Carolina Soto (Bogot¨¢, de 49 a?os) se escucha a menudo en medio de la polarizada campa?a presidencial de Colombia. La economista fue codirectora del Banco de la Rep¨²blica hasta agosto del a?o pasado, cuando renunci¨® por las aspiraciones presidenciales de su marido, el exministro Alejandro Gaviria. Soto estuvo al lado de su esposo en su carrera truncada para liderar el centro pol¨ªtico, pero su nombre suena ahora a cualquier lado del tablero pol¨ªt...

El nombre de Carolina Soto (Bogot¨¢, de 49 a?os) se escucha a menudo en medio de la polarizada campa?a presidencial de Colombia. La economista fue codirectora del Banco de la Rep¨²blica hasta agosto del a?o pasado, cuando renunci¨® por las aspiraciones presidenciales de su marido, el exministro Alejandro Gaviria. Soto estuvo al lado de su esposo en su carrera truncada para liderar el centro pol¨ªtico, pero su nombre suena ahora a cualquier lado del tablero pol¨ªtico. Con Gaviria ya fuera de juego, la derecha y la izquierda han coqueteado con la idea de mejorar sus opciones incluyendo entre sus filas a una de las economistas m¨¢s reconocidas del pa¨ªs. Ella, sorprendida por el ofrecimiento, rechaz¨® a los dos candidatos favoritos para presidir Colombia desde el pr¨®ximo agosto: Gustavo Petro (izquierda) y Federico Guti¨¦rrez (derecha).

Pregunta.?Colombia creci¨® por encima del 10% en 2021. ?C¨®mo lo logr¨®?

Respuesta.?El pa¨ªs creci¨® a una tasa mucho mayor de lo que esperaban todos los mercados y los analistas, mostrando una fortaleza particular frente a los dem¨¢s pa¨ªses de la regi¨®n. Esto es por una institucionalidad s¨®lida, por una capacidad de los empresarios colombianos de responder al cambio. Los sectores de agricultura, manufactura y comercio, que han sido tradicionalmente fuertes, lograron una recuperaci¨®n pronta en la medida en que la econom¨ªa se fue abriendo. Ya en el tercer y cuarto trimestre del a?o pasado se hab¨ªa recuperado el nivel de producci¨®n de antes de la pandemia. Es una respuesta que muestra la fortaleza desconocida que ten¨ªamos de la econom¨ªa colombiana.

P.??C¨®mo afecta la situaci¨®n mundial actual a Colombia?

R.?El incremento de los precios del petr¨®leo ha favorecido en dos partes. De un lado, para las finanzas p¨²blicas, porque ha permitido, o flexibilizado, esa necesidad imperiosa que se ten¨ªa de una reforma tributaria este a?o. Por parte de los ingresos fiscales, ha venido a aliviar esa necesidad, as¨ª como la del financiamiento externo (d¨¦ficit de cuenta corriente que es tambi¨¦n muy elevado). Digamos que ha sido como el equivalente a una reforma tributaria, aunque es un alivio de corto plazo. Tambi¨¦n ha sido importante para la empresa de petr¨®leos de Colombia, para Ecopetrol; le ha dado un aire y una capacidad mayor para que inicie nuevas exploraciones y nuevos proyectos hacia delante.

P.?Pero la pobreza sigue en el entorno del 40%.

R.?Ese es el otro lado de la moneda, el dif¨ªcil. A pesar de su crecimiento sobresaliente en la regi¨®n, Colombia ha tenido un retroceso muy fuerte en materia de pobreza que no hemos logrado recuperar. Tambi¨¦n nos hemos caracterizado por tener un desempleo mayor que el resto de la regi¨®n. Ahora que ha venido recuper¨¢ndose la econom¨ªa, no ha pasado lo mismo con el empleo. A esto se le suma la inflaci¨®n creciente. Con un mercado laboral complejo, desbalanceado, con una informalidad del 50%, ahora viene un aumento de precios que afecta por supuesto a los m¨¢s pobres.

P.??Cu¨¢l es el problema del mercado laboral?

R.?La informalidad es tan alta por la estructura propia de nuestra econom¨ªa y porque los costes laborales son muy altos y llevan a que no se pueda contratar o emplear a la gente f¨¢cilmente. Los sobrecostes laborales vienen a exacerbarse con el incremento del salario m¨ªnimo del 10%. El Gobierno saca pecho con el 10% porque es el m¨¢s alto que se ha dado en los ¨²ltimos a?os, y llega adem¨¢s cuando la inflaci¨®n sube, pero cre¨® una barrera adicional.

P.??El Banco de la Rep¨²blica seguir¨¢ subiendo los tipos?

R.?Lo que se esperar¨ªa es que s¨ª. En una econom¨ªa as¨ª de din¨¢mica, ya no es necesario tener ese est¨ªmulo que se ten¨ªa de tasa de inter¨¦s. Por eso se ha venido incrementando y creo que seguir¨¢ para poder controlar la inflaci¨®n sin recalentar la econom¨ªa.

P.??Es razonable el miedo que genera Petro entre los grupos de poder econ¨®micos?

R.?Creo que el miedo a un cambio de modelo econ¨®mico est¨¢ fundamentado. Colombia, mal que bien, ha sido un pa¨ªs que ha avanzado. En materia social, aunque con la pandemia se revirtieron en parte, pudimos tener progresos importantes en reducci¨®n de la pobreza, de cobertura en salud, en educaci¨®n, en telecomunicaciones, en energ¨ªa. Desde donde uno mirara, Colombia llevaba casi tres d¨¦cadas con unos crecimientos, unos logros y unos avances sociales e institucionales importantes, que se pueden poner en riesgo. Un cambio de modelo, que es lo que Petro est¨¢ proponiendo, genera temor en algunos sectores.

P.?Mucha gente s¨ª piensa que hay que cambiar el modelo.

R.?Tenemos un modelo que ha dado resultados favorables y bien administrado, bien manejado, puede redundar en un beneficio social mayor. Con todas las dificultades, con todas las brechas que hay por cerrar. El avance se revirti¨® dr¨¢sticamente con la pandemia, y eso en parte ha dado lugar a tanto descontento y a tanta frustraci¨®n. La pandemia hizo m¨¢s evidente la fragilidad de nuestro estado de bienestar y la necesidad de ajustes

P. ?Cu¨¢nto depende el pa¨ªs en materia econ¨®mica del resultado de las urnas?

R. En el corto plazo no veo mucho riesgo. Colombia tiene instituciones s¨®lidas en materia econ¨®mica, tiene esa caracter¨ªstica de tener una tecnocracia que ha logrado sacar adelante las reformas y consolidar un marco institucional muy fuerte, no se puede deteriorar r¨¢pidamente. Pol¨ªticamente tiene tambi¨¦n un buen sistema de pesos y contrapesos, la distribuci¨®n de poderes hace que no se pueda dar un deterioro explosivo de nuestra econom¨ªa. Es un problema a m¨¢s a largo plazo.

P. ?Qu¨¦ reformas estructurales habr¨ªa que hacer?

R. Primero, la reforma tributaria. Segundo, la reforma pensional. Tampoco es que se requiera inmediatamente, este Gobierno podr¨ªa volver a patear para delante la decisi¨®n, pero es una bomba de tiempo. Solamente el 20% de los adultos mayores que deber¨ªan estar recibiendo una pensi¨®n la recibe. Y la tercera es una reforma laboral, que permita m¨¢s flexibilidad y facilidad en la contrataci¨®n.

P.??La reforma tributaria del Gobierno de Duque que origin¨® las protestas en 2021 era buena?

R.?Abordaba mucho de los temas que hoy se est¨¢n mencionando como propuestas de las distintas campa?as. Simplificaba mucho los recursos para los subsidios, permit¨ªa una mejor focalizaci¨®n, un mayor aporte, le apuntaba como a los temas b¨¢sicos en materia de tributos, a que fuera m¨¢s simple, m¨¢s progresivo, m¨¢s eficiente. La reforma lleg¨® en un momento complejo, en plena crisis, sin ninguna legitimidad y no se supo explicar. Desencaden¨® el caos social que sobrevino despu¨¦s. La lecci¨®n es que sin legitimidad y oportunidad no hay buenas propuestas.

P.?La han buscado desde derecha e izquierda para un hipot¨¦tico pr¨®ximo Gobierno.

R.?Pues hubo unos acercamientos para que apoyara dos de las campa?as. Pero yo en este momento creo que mejor me concentro en lo que es el nuevo proyecto que tengo con mi esposo. En darle forma a una fundaci¨®n para desarrollo de nuevos liderazgos, formaci¨®n pol¨ªtica y difusi¨®n de las ideas liberales.

P.?Lleva toda su vida en el sector p¨²blico. ?Cu¨¢l es el primer problema del pa¨ªs?

R.?La desconfianza y la falta de capital social. Yo creo que esa es la base y el fundamento de todas nuestras dificultades y barreras para los negocios, para el desarrollo social, para las interacciones de la gente. Nos hace falta convencernos de la necesidad de cumplir las reglas, en todos los ¨¢mbitos, de defender y respetar las instituciones y saber que el que incumple las reglas va a ser sancionado. Pero lo que hemos visto recientemente es que estamos yendo en el sentido opuesto. Impulsados desde el mismo Gobierno. Muy lamentable.