Por qu¨¦ el BCE est¨¢ jugando con fuego
El organismo presidido por Christine Lagarde sube tipos y crea un mecanismo, con condiciones poco exigentes, con el que tratar¨¢ de evitar la fragmentaci¨®n de la deuda
El Banco Central Europeo (BCE) ha ensombrecido simult¨¢neamente las perspectivas econ¨®micas de la zona euro y ha creado una herramienta que puede ayudar a afrontar sus consecuencias. Su presidenta, Christine Lagarde, anunci¨® el pasado jueves una sorprendente subida de tipos del 0,5% al tiempo que desvelaba un nuevo instrumento para defender a un pa¨ªs sometido a un ataque especulativo. Los efectos de la primera decisi¨®n son claros; las consecuencias de la segund...
El Banco Central Europeo (BCE) ha ensombrecido simult¨¢neamente las perspectivas econ¨®micas de la zona euro y ha creado una herramienta que puede ayudar a afrontar sus consecuencias. Su presidenta, Christine Lagarde, anunci¨® el pasado jueves una sorprendente subida de tipos del 0,5% al tiempo que desvelaba un nuevo instrumento para defender a un pa¨ªs sometido a un ataque especulativo. Los efectos de la primera decisi¨®n son claros; las consecuencias de la segunda son m¨¢s esquivas.
La primera subida de los tipos de inter¨¦s de referencia del BCE desde 2011 ha duplicado el aumento inicial del 0,25% que el banco central anunci¨® hace un mes. Este fue el precio que el ala dura de su consejo regulador se cobr¨® por aceptar la creaci¨®n del Instrumento de Protecci¨®n de la Transmisi¨®n (TPI por sus siglas en ingl¨¦s), un compromiso para comprar los bonos de pa¨ªses que se enfrenten a una ¡°din¨¢mica de mercado injustificada y desordenada¡±.
Los criterios para poner en marcha esta herramienta son tan laxos que cualquier miembro de la zona euro podr¨ªa acogerse a ella. Lagarde se defendi¨® de los halcones del BCE, que quer¨ªan que los pa¨ªses que se beneficiaran del plan se comprometieran con pol¨ªticas econ¨®micas espec¨ªficas bajo la supervisi¨®n del Mecanismo Europeo de Estabilidad, el fondo de rescate de la zona euro. La flexibilidad y las condiciones poco exigentes del TPI dan a Lagarde y a los dem¨¢s gobernadores la libertad de decidir cu¨¢ndo dejar que los mercados financieros impongan disciplina a los Estados miembros y cu¨¢ndo hacerles retroceder.
El potencial del nuevo TPI depender¨¢ de que pueda activarse r¨¢pidamente. Esto no estar¨¢ claro durante un tiempo. El BCE solo se plantear¨¢ utilizarlo despu¨¦s de reinvertir los ingresos de los bonos que vencen del programa de compra de bonos por valor de 1,7 billones de euros que despleg¨® durante la pandemia de la covid-19.
Sin duda, los inversores pondr¨¢n a prueba los l¨ªmites de la determinaci¨®n del BCE, probablemente empezando por Italia. Las rentabilidades de los bonos del Estado a 10 a?os de Italia han subido al 3,5% desde el 1,2% de principios de a?o. La rentabilidad adicional que exigen los inversores para mantener los bonos italianos frente a los t¨ªtulos alemanes equivalentes se ampli¨® a m¨¢s del 2,2% el jueves, cuando los mercados reaccionaron a la dimisi¨®n del primer ministro Mario Draghi.
Lagarde ha afirmado que prefiere no utilizar el TPI. Sin embargo, aunque la subida de tipos tendr¨¢ poco impacto inmediato en la inflaci¨®n, podr¨ªa adelantar la inminente desaceleraci¨®n econ¨®mica. A este respecto, el BCE est¨¢ jugando con fuego econ¨®mico, al tiempo que desenrolla la manguera.