Qu¨¦ puedo hacer si el calor achicharra mi cosecha

Los agricultores extreme?os han vivido veranos calurosos, pero es probable que muy pocos como este. Las frutas y hortalizas estivales se han cocido ¨C literalmente ¨C en uno de los veranos m¨¢s calurosos desde que existen registros en la regi¨®n. Algunas comarcas han sufrido temperaturas m¨¢ximas medias de m¨¢s de 39 grados, lo que supone rebasar en cuatro puntos la media de los 30 ¨²ltimos a?os.

Tras el fin del verano, los primeros partes a los seguros agrarios dan un buen bosquejo del desastre. En torno a 10.000 hect¨¢reas de tomates (la mitad de la superficie asegurada de la zona) han sufrido da?os por el calor extremo en Extremadura, seg¨²n Agroseguro, el concierto que aglutina las 18 aseguradoras agrarias del pa¨ªs. La llamada al seguro es, para muchos productores con campos asolanados, el ¨²ltimo recurso para evitar los n¨²meros rojos. En el caso de los tomateros extreme?os, Agroseguro ya ha anunciado una inyecci¨®n de nueve millones euros por la merma de las cosechas.

En situaciones as¨ª, los seguros agrarios funcionan como una suerte de salvavidas legal. A diferencia de una moto o un coche, la ley no obliga a asegurar un campo; sin embargo, la tendencia apunta a que cada vez son m¨¢s los propietarios que deciden no correr el riesgo y aseguran la cosecha a?o tras a?o. La sucesi¨®n de veranos t¨®rridos, con mercurios que sobrepasan los 40 grados d¨ªa tras d¨ªa, ha abierto un debate en el sector. A diferencia de las p¨¦rdidas por heladas, granizos o vientos huracanados, incluso por incendios, las aseguradoras son reacias a responder por los da?os que el sol estival provoca en cultivos como la pera, el melocot¨®n, la nectarina, el higo, el ma¨ªz, la almendra o la uva.

El calor en verano es, al fin y al cabo, algo previsible. Pero lo ocurrido en los ¨²ltimos a?os, denuncian los agricultores, traspasa los l¨ªmites. Y no todas las p¨®lizas recogen este riesgo. Los agricultores, frente al nuevo escenario clim¨¢tico, reclaman un mayor blindaje contra las altas temperaturas para proteger sus cosechas. ¡°Hay producciones agrarias que sin el seguro no podr¨ªan sobrevivir, y estamos agradecidos. Pero el sistema no est¨¢ preparado para cubrir de forma adecuada el da?o de las altas temperaturas en todos los cultivos¡±, remarca Jes¨²s Gonz¨¢lez, ingeniero agr¨®nomo y t¨¦cnico de Cooperativas Agro-Alimentarias de Extremadura. ¡°Hablamos¡±, denuncia, ¡°de siniestros nuevos, situaciones sin precedentes que pueden causar p¨¦rdidas m¨¢s importantes que un pedrisco, una inundaci¨®n o una helada¡±.

La alt¨ªsima siniestralidad registrada este a?o viene alimentada por un c¨®ctel molotov de tres ingredientes: granizos, sequ¨ªa y calor. Sergio de Andr¨¦s, director del departamento de Producci¨®n y Comunicaci¨®n de Agroseguro, cree que es posible que ¡°2022 se cierre como el a?o de mayor siniestralidad e indemnizaciones de la historia del seguro agrario¡±.

Mayor siniestralidad

Un vistazo a los datos sirve para confirmar la tesis de la mayor siniestralidad. Mientras que entre 2006 y 2010 los seguros repartieron 2.376 millones de euros en compensaciones, entre 2017 y 2021 las indemnizaciones por da?os en los cultivos ascendieron hasta los 3.309 millones. Si bien cada vez m¨¢s propietarios optan por asegurar sus cosechas, el aumento de los contratos (un 9% entre 2006 y 2021) no acompasa la escalada en la cuant¨ªa de las indemnizaciones (un 39% por ciento m¨¢s en el mismo periodo).

Estas previsiones han puesto en alerta al sector de la abogac¨ªa. Esther ?lvarez, abogada socia de Gabeiras & Asociados, pronostica que habr¨¢ m¨¢s partes al seguro por raz¨®n de ¡°los cambios extremos que estamos sufriendo¡±. Por su parte, Miguel Rela?o, socio del despacho especializado en seguros Clyde & Co, confirma que en su bufete notan ya ¡°un aumento de las consultas derivadas de la sequ¨ªa¡±.

?Crecer¨¢n los roces entre los agricultores y aseguradoras? ?Habr¨¢ un repunte de pleitos? Rela?o lo ve dif¨ªcil. El del seguro agrario es, explica, un nicho de baja conflictividad. No parece probable que las altas temperaturas, la sequ¨ªa o el granizo vayan a agitar el avispero. La baja tasa de litigios tiene su raz¨®n de ser en la ley. La del seguro agrario, una de las primeras leyes de la democracia, prev¨¦ un mecanismo amistoso de resoluci¨®n de conflictos cuando propietario y aseguradora no est¨¢n de acuerdo en la cuantificaci¨®n de los da?os. Si no se llega a un acuerdo, las partes est¨¢n obligadas a llamar a un perito independiente como requisito previo a la v¨ªa judicial (tercer¨ªa, seg¨²n el argot). Es raro, por tanto, que la sangre llegue al r¨ªo. Aunque hay casos y casos. ¡°Lo normal es que no haya disconformidad con la peritaci¨®n de los da?os ya que, en general, los criterios de tasaci¨®n vienen claramente establecidos en la ley¡±, apunta Rela?o. Los pocos escenarios conflictivos, agrega, pueden tener su causa en la notificaci¨®n tard¨ªa del siniestro (que imposibilita valorar los da?os), los perjuicios que tienen muchas causas, la toma err¨®nea de muestras por el propietario para la peritaci¨®n o la falta de medidas preventivas.

Los incendios son, por lo general, un riesgo que tambi¨¦n cubren las p¨®lizas agrarias. Aunque son m¨¢s frecuentes en zonas de bosque virgen y terrenos monta?osos, seg¨²n los registros de Agroseguro, este a?o las indemnizaciones por da?os de incendio en cultivos han ascendido a 4,7 millones de euros. Son datos que preocupan. ¡°La comparativa da buena muestra de la gravedad del asunto, porque la media de los ¨²ltimos cinco a?os se situ¨® en 1,4 millones, lo que supone un incremento del 235% en las indemnizaciones¡±, remarca Sergio de Andr¨¦s.

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