El bucle perverso del que no logran salir los griegos

A las puertas del casino de Loutraki, a menos de una hora en coche de Atenas, no hay veh¨ªculos caros aparcados en primera fila ni revoloteo de vestidos relucientes subiendo las escalinatas de su entrada. Es uno de los m¨¢s grandes de Europa y se encuentra cerca de la ciudad de Corinto. ¡°Uno de mis mejores amigos se suicid¨® en 2012, despu¨¦s de perderlo todo jugando¡±, comenta Manolas, un lugare?o. Desde hace ya unos 10 a?os, a nadie se le escapa que m¨¢s de un conocido, vecino o familiar frecuenta ¡ªo frecuentaba¡ª estas instalaciones.

Grecia anunci¨® ...

A las puertas del casino de Loutraki, a menos de una hora en coche de Atenas, no hay veh¨ªculos caros aparcados en primera fila ni revoloteo de vestidos relucientes subiendo las escalinatas de su entrada. Es uno de los m¨¢s grandes de Europa y se encuentra cerca de la ciudad de Corinto. ¡°Uno de mis mejores amigos se suicid¨® en 2012, despu¨¦s de perderlo todo jugando¡±, comenta Manolas, un lugare?o. Desde hace ya unos 10 a?os, a nadie se le escapa que m¨¢s de un conocido, vecino o familiar frecuenta ¡ªo frecuentaba¡ª estas instalaciones.

Grecia anunci¨® el verano pasado el fin de la supervisi¨®n de sus cuentas p¨²blicas por parte de la Comisi¨®n Europea. As¨ª lo comunic¨® el 20 de agosto el actual presidente del pa¨ªs, Kyriakos Mitsotakis, del partido conservador Nueva Democracia. Calificado como un ¡°d¨ªa hist¨®rico¡±, la noticia fue recibida en mitad de una temporada veraniega que ha batido r¨¦cords de turismo, superando por primera vez en la historia los ocho millones de visitantes entre los meses de julio y agosto, seg¨²n datos de la Confederaci¨®n Griega de Turismo.

¡°El anuncio se hizo como si se tratara de un gran hito. Se supon¨ªa que ya ¨¦ramos libres. Pero nada m¨¢s lejos de la realidad¡±, cuenta Stavros Mantzouranis, gu¨ªa tur¨ªstico de Atenas y licenciado en Sociolog¨ªa por la Universidad de Berkeley, California. Cuando volvi¨® a Grecia trabaj¨® durante algunos a?os en un centro de menores. Finalmente se decant¨® por los tours a demanda. ¡°Es el trabajo que m¨¢s dinero me asegura a final de mes. El turismo es nuestra mejor salida ahora mismo¡±.

Presi¨®n en los precios

Grecia tiene un problema con la inflaci¨®n. El pasado mes de noviembre el IPC acumulado desde enero se situ¨® en el 7,8%. Una cifra ligeramente por debajo de una media europea que se elevaba hasta el 9,6%. Los alimentos ¡ªcon un incremento de precios del 15,1%¡ª y el transporte ¡ª14,2%¡ª son los dos sectores m¨¢s afectados. ¡°Por eso, las clases sociales con menores ingresos son las que m¨¢s est¨¢n sufriendo la inflaci¨®n¡±, indica Manos Matsaganis, director del observatorio econ¨®mico Eliamep.

¡°Los precios han subido mucho, la mayor¨ªa de los meses por encima de la media europea. A pesar de esto, utilizar la palabra crisis para la situaci¨®n que vivimos hoy en Grecia no ser¨ªa el t¨¦rmino adecuado¡±, matiza Matsaganis. Al calvario que han vivido los griegos desde 2010 se le suma ahora la posible recesi¨®n econ¨®mica a la que se encamina el pa¨ªs si la inflaci¨®n no remite y la guerra de Ucrania se alarga. ¡°La situaci¨®n es muy complicada. Hemos pasado de pagar 10 litros de aceite de girasol a 12 euros a m¨¢s de 35 en apenas unos meses¡±. Este es el testimonio de Pete Flores, uno de los due?os del restaurante familiar Xenia, a escasos kil¨®metros de Esparta. ¡°La temporada ha sido muy buena, pero los precios han subido demasiado. Si no logramos mantener este ritmo, vamos a enfrentarnos a problemas serios¡±.

El queso les cuesta a los due?os de Xenia un 200% m¨¢s que el a?o pasado, y la carne, casi un 150%. Pero los sueldos de los trabajadores siguen siendo los mismos. A pesar de formar parte de la familia propietaria, Flores es un asalariado m¨¢s. ¡°No hay margen para subir los sueldos. Ahora en enero, cuando empieza la verdadera temporada baja, trabajo en los olivos. Y as¨ª llevamos haci¨¦ndolo cada a?o. Hay pocos por aqu¨ª que sobrevivan con un solo trabajo estable durante los 12 meses¡±.

El Gobierno de Mitsotakis ya impuso un tope a 51 productos b¨¢sicos el pasado mes de noviembre y recientemente anunci¨® que a partir de febrero el Estado se har¨¢ cargo del 10% de la cesta de la compra de todos los griegos. Una medida que, se calcula, tendr¨¢ un coste de alrededor de 650 millones de euros. Todo ello con una tasa de endeudamiento p¨²blico del 224% del PIB, la segunda m¨¢s alta del mundo tras Jap¨®n (259%).

Matsaganis, que tambi¨¦n ejerce como profesor de Finanzas P¨²blicas en la Universidad Polit¨¦cnica de Mil¨¢n, se muestra especialmente cauto cuando se le pregunta acerca de la evoluci¨®n econ¨®mica a medio plazo. ¡°El incremento de los salarios no llega al 1%. Adem¨¢s, hay numerosos estudios que se?alan a los grupos de poblaciones de menores ingresos como los m¨¢s afectados por esta inflaci¨®n prolongada¡±. El salario m¨ªnimo, modificado en mayo de 2022, se sit¨²a en los 713 euros mensuales.

¡°Las clases m¨¢s bajas son invisibles. Ese es nuestro verdadero problema. Viven una vida tan precaria que apenas tienen tiempo de participar en ninguna iniciativa de cambio¡±, explica Aranitou Valia, profesora de Sociolog¨ªa Econ¨®mica en la Universidad de Atenas. Los ¨²ltimos datos de la OCDE sobre el riesgo de pobreza extrema muestran que el 20% de los j¨®venes de entre 18 y 24 a?os viven en hogares con una privaci¨®n de recursos grave (la media se sit¨²a en el 6,5%).

Ingresos familiares

Seg¨²n cuenta la profesora Valia desde su despacho en el centro de Atenas, el 40% de las familias viven con unos ingresos por debajo de los 12.000 euros anuales. El otro 40% se sit¨²an entre los 12.000 y los 30.000 euros anuales. La situaci¨®n de precariedad se traduce en que el 35,6% de los griegos no puede pagar a tiempo sus facturas de servicios p¨²blicos de suministro. Estos mismos datos, recogidos por Eurostat, sit¨²an al pa¨ªs heleno en la peor situaci¨®n de toda Europa en lo que se refiere a pobreza energ¨¦tica. Por detr¨¢s ¨²nicamente est¨¢ Bulgaria, con un 30%, y Croacia, con un 17,5%.

¡°Todas estas familias gastan m¨¢s de la mitad de sus ingresos en alimentaci¨®n, transporte y gastos asociados al hogar. Es la verdadera realidad del pa¨ªs¡±. Y a?ade: ¡°Hasta ahora hemos tenido unas temperaturas mucho m¨¢s altas de lo que tocar¨ªa. Veremos qu¨¦ pasa cuando llegue el fr¨ªo y la gente tenga que hacer frente a sus facturas de calefacci¨®n¡±.

La crisis de los combustibles ha azotado al pa¨ªs como a pocos. Seg¨²n la Comisi¨®n Europea, el precio medio del litro de gasolina euros¨²per 95 se sit¨²a en los 1,85 euros. Solo le supera Finlandia, con 1,87 euros. Todo ello a pesar de que Grecia fue el pa¨ªs de Europa que m¨¢s dinero destin¨® a medidas de protecci¨®n para negocios y familias frente a la crisis energ¨¦tica. Seg¨²n el Bruegel Institute, dedic¨® el 3,7% de su PIB. Solo Lituania, en segundo lugar, super¨® el umbral del 3%. El director general de la Fundaci¨®n para la Investigaci¨®n Econ¨®mica e Industrial (?IOBE), Nikos Vettas, sostiene que las crisis energ¨¦ticas tienen un efecto mucho m¨¢s profundo en este pa¨ªs. ¡°Grecia es totalmente dependiente a nivel energ¨¦tico. Los negocios son d¨¦biles y el nivel de endeudamiento es muy elevado¡±. Esta situaci¨®n podr¨ªa alargarse, seg¨²n Vettas, si ocurre un cambio en el mercado energ¨¦tico europeo. ¡°El Gobierno ya no tiene dinero para seguir dando ayudas y subvenciones al sector. El a?o 2023 ser¨¢ complicado¡±.

Como el mito de S¨ªsifo, los griegos parecen condenados a empujar siempre una pesada piedra. Tras el adi¨®s al tutelaje europeo, ahora es la inflaci¨®n lo que les quita el sue?o.