La hora de la formaci¨®n universitaria dual
Es necesaria voluntad pol¨ªtica y modificaci¨®n del marco legal a nivel estatal y un contrato espec¨ªfico que se adapte a la naturaleza de la formaci¨®n dual universitaria y ofrezca seguridad jur¨ªdica a las empresas
La formaci¨®n universitaria en Espa?a, tradicionalmente muy estructurada y con patrones relativamente r¨ªgidos y uniformes, se va a diversificar en gran medida en los pr¨®ximos a?os. De hecho, ya viene siendo as¨ª. Curso a curso, a?o a a?o, observamos como las universidades desarrollan nuevos formatos, con ofertas docentes innovadoras, potenciando sobre todo la formaci¨®n continua. En esta l¨ªnea, la educaci¨®n superior se mover¨¢ crecientemente hacia formatos m¨¢s flexibles, h¨ªbridos y personalizados. El contexto social, econ¨®mico ...
La formaci¨®n universitaria en Espa?a, tradicionalmente muy estructurada y con patrones relativamente r¨ªgidos y uniformes, se va a diversificar en gran medida en los pr¨®ximos a?os. De hecho, ya viene siendo as¨ª. Curso a curso, a?o a a?o, observamos como las universidades desarrollan nuevos formatos, con ofertas docentes innovadoras, potenciando sobre todo la formaci¨®n continua. En esta l¨ªnea, la educaci¨®n superior se mover¨¢ crecientemente hacia formatos m¨¢s flexibles, h¨ªbridos y personalizados. El contexto social, econ¨®mico y tecnol¨®gico actual, mucho m¨¢s complejo y cambiante que el de la ¨¦poca industrial tradicional, requiere pensar en nuevas profesiones, nuevos saberes y tecnolog¨ªas; asimismo, en competencias transversales de gesti¨®n, ¨¦tica profesional y todo lo relacionado con la creatividad, la innovaci¨®n y la transversalidad.
En este contexto, se va abriendo camino t¨ªmidamente la formaci¨®n universitaria dual en nuestro pa¨ªs. Lo hace principalmente con la orientaci¨®n de aunar empresas/instituciones y universidades, de favorecer un modelo formativo h¨ªbrido entre los conocimientos acad¨¦micos y los conocimientos pr¨¢cticos vinculados a una profesi¨®n o ¨¢mbito laboral.
La formaci¨®n universitaria dual en Espa?a, a¨²n en fase incipiente, bebe de realidades m¨¢s consolidadas. Citar¨¦ tres: 1) las experiencias de otros contextos y pa¨ªses, con sistemas de educaci¨®n superior dual consolidados, como son los casos de Alemania y Francia (donde incluso encontramos universidades enteramente organizadas con estudios duales); 2) la formaci¨®n profesional dual, sea en pa¨ªses donde se encuentra tambi¨¦n muy desarrollada, sea la FP espa?ola donde se ha hecho camino en los ¨²ltimos a?os; 3) en la modalidad de los denominados doctorados industriales, con experiencias exitosas en pa¨ªses europeos (Francia, Dinamarca) y con un empuje muy interesante en Catalu?a en los ¨²ltimos a?os con el programa de doctorados industriales.
Los principios de la formaci¨®n dual son claros: reconocer un ¨²nico tiempo de formaci¨®n, pensado y construido conjuntamente entre universidad y empresa (y materializado en un entorno de formaci¨®n acad¨¦mico y en un entorno formativo profesional); un pilotaje coherente, estructurado y organizado entre universidad y empresa/instituci¨®n; el acompa?amiento y la doble tutorizaci¨®n (tutor acad¨¦mico y tutor profesional en la empresa); un contrato de trabajo para la formaci¨®n (espec¨ªfico para la formaci¨®n dual como aprendiz); y un reconocimiento formal que sanciona el conjunto de sus competencias profesionales, y no solo sus capacidades t¨¦cnicas, con el reconocimiento expl¨ªcito en el diploma oficial de la titulaci¨®n.
En este sentido, son tambi¨¦n evidentes los beneficios de la formaci¨®n dual. Por una parte, la profesionalizaci¨®n, ya que el aprendiz adquiere los conocimientos te¨®rico pr¨¢cticos, as¨ª como el compromiso, la responsabilidad, la ¨¦tica profesional y la autonom¨ªa que configuran su identidad profesional. La motivaci¨®n, asimismo, es alta por parte de todos los actores (empresas, universidades y sin duda el propio estudiante). Finalmente, la aparici¨®n de nuevos roles profesionales y el reciclaje profesional tanto en la empresa como en la universidad.
A pesar de todas estas virtudes y valores de la formaci¨®n (universitaria) dual, el recorrido hasta hoy en Espa?a ha sido corto y no exento de dificultades. Las inercias pesan, las mentalidades y culturas corporativas no son f¨¢ciles de cambiar, los incentivos no la favorecen. Pero, a pesar de todo ello, creo que el camino se va desbrozando y estoy convencido de que veremos una expansi¨®n progresiva del modelo universitario dual. El pionero ha sido el Pa¨ªs Vasco, a partir de una dilatada tradici¨®n industrial. En Catalu?a se ha desarrollado con cierto ¨ªmpetu tanto la formaci¨®n profesional dual como un ambicioso programa de doctorados industriales, con resultados muy meritorios. Y en estos ¨²ltimos a?os se han puesto en marcha distintas iniciativas. La Universitat de Lleida ha liderado el desarrollo de la formaci¨®n dual en la propia instituci¨®n. Tambi¨¦n la Asociaci¨®n Catalana de Universidades P¨²blicas (que agrupa las ocho universidades p¨²blicas catalanas) y su proyecto denominado Plataforma Conocimiento, Territorio e Innovaci¨®n (donde trabajan mancomunadamente las universidades, las patronales y las instituciones p¨²blicas), est¨¢n construyendo cimientos y aunando esfuerzos para su desarrollo. Finalmente, la Agencia Catalana para la Calidad del Sistema Universitario de Catalu?a ha elaborado un documento para su verificaci¨®n e implantaci¨®n.
Necesitamos voluntad pol¨ªtica y modificaci¨®n del marco legal a nivel estatal, una mejor alianza entre empresas, universidades e instituciones, reconocimiento social, mayores grados de flexibilidad curricular y un contrato espec¨ªfico que se adapte a la naturaleza de la formaci¨®n dual universitaria y ofrezca seguridad jur¨ªdica a las empresas. Hag¨¢moslo realidad: es una apuesta estrat¨¦gica para una formaci¨®n de calidad y clave para el presente y el futuro.
Josep M. Vilalta es miembro de la Asociaci¨®n Catalana de Universidades P¨²blicas y experto en pol¨ªticas educativas.
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