Tres espa?oles denuncian un ataque a tiros de la polic¨ªa francesa

"No vi caras, solo armas. Me gir¨¦ para escaparme pero me dieron un tiro en la espalda con una pelota de goma, ca¨ª y me apuntaron a la cabeza". Manuel Alonso Mart¨ªn, empleado de la empresa espa?ola Globalia Autocares, fumaba en la noche del 27 de julio su ¨²ltimo cigarro junto a dos compa?eros en el Hotel Star Chilly Mazarin, a unos 20 kil¨®metros de Par¨ªs, cuando unos conductores de Transportes Carrasco les avisaron de que unos hombres estaban asaltando sus autocares, aparcados en el garaje del hotel. "Corrimos hacia el parking porque pens¨¢bamos que nos estaban robando", cuenta Manuel. No eran ladrones. Eran agentes de la polic¨ªa francesa que confundieron a los tres espa?oles con miembros de una banda de rumanos a la que buscaban.

Manuel, que tiene el brazo derecho roto y contusiones en el izquierdo como resultado del encontronazo, asegura que en ning¨²n momento les "dieron una se?al de alto" ni se identificaron como polic¨ªas. "Me agarraron del cuello y cre¨ª que me hab¨ªan disparado de verdad porque ten¨ªa las manos cubiertas de sangre pero logr¨¦ zafarme y correr hasta el hotel", hacia donde tambi¨¦n consigui¨® huir uno de sus compa?eros, Jos¨¦ Antonio. El tercer conductor, Roberto V.S, regres¨® 10 minutos m¨¢s tarde, cuando los agentes comprobaron, despu¨¦s de haberle disparado con un arma de fuego-aunque no le hirieron- y de mantenerlo enca?onado, que no era uno de los delincuentes a los que persegu¨ªan.

Un coche de polic¨ªa lleg¨® al lugar de los hechos, pero no les dieron ninguna explicaci¨®n sobre lo que hab¨ªa sucedido, tan solo que "hab¨ªa sido un error", seg¨²n cuenta Manuel, que fue trasladado en ambulancia al hospital, donde le escayolaron un brazo.

El d¨ªa 28, agentes de la polic¨ªa encargados de la investigaci¨®n se acercaron hasta el hotel en el que se alojaban los conductores y les llevaron a declarar a una comisar¨ªa con la ayuda de un traductor. Fue entonces cuando Manuel decidi¨® avisar a la embajada espa?ola en Francia, a pesar de que los polic¨ªas le "pidieron que no lo hiciera". Fuentes de la embajada han confirmado que los tres conductores han denunciado los hechos aunque aseguran que, hasta el momento, no han recibido respuesta de las autoridades francesas.