El Beti Jai, declarado Bien de Inter¨¦s Cultural

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha declarado al front¨®n Beti Jai (siempre fiesta, en euskera) Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC) en la categor¨ªa de monumento, seg¨²n ha anunciado esta ma?ana en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Gobierno el vicepresidente regional y consejero de Cultura, Ignacio Gonz¨¢lez. El Beti Jai, situado en n¨²mero 7 de la calle del Marqu¨¦s de Riscal de la capital, es un edificio singular, ya que es el ¨²nico front¨®n que sobrevive de los que 30 que tuvo Madrid en el siglo XIX, aunque est¨¢ bastante deteriorado. Hasta tal punto que de cuando en cuando grupos de okupas toman el inmueble. El Ayuntamiento de Madrid ha obligado a la empresa propietaria del hist¨®rico monumento que tome las medidas necesarias para conservarlo y protegerlo.

La protecci¨®n de este inmueble es un viejo proyecto: primero se declar¨® como protegido en el Plan General de Madrid y en 1991 se iniciaron los tr¨¢mites para convertirlo en BIC, que quedaron paralizados. Gonz¨¢lez ha recordado que la Comunidad de Madrid, "asumiendo el compromiso anunciado en el Parlamento", recuper¨® el expediente en mayo y lo impuls¨® para, hoy d¨ªa, declararlo BIC. "Se otorga la m¨¢xima protecci¨®n al inmueble y le permite que se puedan realizar usos compatibles con la defensa, protecci¨®n y caracter¨ªsticas que se protegen de ese edificio", ha afirmado.

"Se recupera un edificio de gran valor"

Con la declaraci¨®n de BIC, "se recupera un edificio de gran valor", ha subrayado Gonz¨¢lez. "Esperamos que se pueda recuperar y tener usos compatibles que hagan que esa conservaci¨®n se pueda llevar a cabo en mejores condiciones en las que se han llevado hasta ahora", ha a?adido. Al ser declarado BIC, los proyectos de recuperaci¨®n del Beti-Jai tendr¨¢n que ser autorizados por la Direcci¨®n General de Patrimonio Hist¨®rico. El uso caracter¨ªstico del edificio es el deportivo, no obstante se estima que podr¨ªa albergar otros usos, siempre que respeten los valores fundamentales que definen el inmueble y su incorporaci¨®n sea compatible con la normativa de protecci¨®n de los bienes de inter¨¦s cultural. Con la declaraci¨®n como BIC, la Comunidad de Madrid dificulta el supuesto pelotazo urban¨ªstico que varios empresarios relacionados supuestamente con la operaci¨®n Malaya pretend¨ªan con el monumento.

Gonz¨¢lez lo ha descrito como un "notable ejemplo de la dualidad arquitect¨®nica caracter¨ªstica del ¨²ltimo tercio del siglo XIX, donde formas historicistas, ecl¨¦cticas y neomud¨¦jares encierran audaces estructuras de hierro, dando lugar a un rico planteamiento espacial con un cuerpo destinado a grader¨ªo, ligero y elegante, donde destacan sus fachadas curvas y el amplio vuelo de su cubierta". Naci¨® en 1891, cuando la Sociedad Arana, Unibaso y Cia encarg¨® al arquitecto Joaqu¨ªn de Rucoba y Octavio de Toledo (1844-1919) la construcci¨®n de un front¨®n para el juego de pelota vasca, el Beti-Jai, en el solar de la Avenida de la Virgen de las Azucenas (hoy Marqu¨¦s del Riscal), debido a la popularidad que alcanz¨® este deporte a finales del siglo XIX y al que la sociedad madrile?a de la ¨¦poca era muy aficionada. El proyecto es de 1893, el edificio se inaugur¨® el 29 de abril de 1894 y estuvo en funcionamiento hasta 1919.

A esas alturas de siglo, la moda de los frontones cubiertos, la prohibici¨®n de las apuestas y la proliferaci¨®n de nuevos espect¨¢culos deportivos supuso el fin de la moda y poco a poco los frontones fueron qued¨¢ndose sin contenido deportivo y se fueron adaptando a otro tipo de espect¨¢culos o actividades. Durante la Guerra Civil, el Beti Jai fue utilizado como comisar¨ªa y c¨¢rcel para, en los primeros a?os de la dictadura, pasar a ser lugar de ensayo de bandas musicales vinculadas a la Falange. En los a?os posteriores a¨²n ha tenido m¨¢s usos: recinto para la Asamblea de Alcoholeros, Escuela Militar Particular, taller de autom¨®viles, y taller de objetos de escayola y cart¨®n-piedra, un uso que se mantuvo hasta los a?os setenta. Su ¨²ltimo empleo conocido fue como garaje y taller de autom¨®viles. Desde 1989 el inmueble permanece sin uso.

Hace tiempo que el Ayuntamiento de Madrid dict¨® una orden de ejecuci¨®n de medidas de seguridad despu¨¦s de que los vecinos de la zona, agrupados en asociaci¨®n cultural, se quejaran de que la infraestructura se estaba dejando morir. Sin embargo, esta orden no fue cumplida por la propiedad, lo que deriv¨® en una ejecuci¨®n subsidiaria de los trabajos, que despu¨¦s deb¨ªan de costear los titulares del Beti Jai. Pero los problemas continuaron ya que no se permiti¨® la entrada de los t¨¦cnicos municipales en el recinto, motivo que llev¨® a pedir la orden judicialmente. Durante ese espacio de tiempo, la propiedad acab¨® solicitando la ejecuci¨®n directa de las obras, una petici¨®n que recibi¨® la luz verde del Ayuntamiento a cambio de firmar un documento en el que aparec¨ªa el plazo de seis meses para llevarlas a cabo.