Tom¨¢s G¨®mez dice "adi¨®s" a la "condesa" Esperanza Aguirre

De los mismos productores de Invictus, ahora llega a las pantallas madrile?as Adi¨®s Condesa, el nuevo cartel electoral con tintes cinematogr¨¢ficos que los socialistas han colgado hoy de la fachada de su sede en el Palacio de la Prensa de Callao. En el cartel, Tom¨¢s G¨®mez despide a la presidenta madrile?a, Esperanza Aguirre, que es condesa consorte de Murillo y grande de Espa?a.

Esta vez, no hace referencia a ninguna pel¨ªcula real -lo m¨¢s cercano encontrado es la espa?ola Adi¨®s Cordera, la adaptaci¨®n al cine de la obra de Clar¨ªn, la tambi¨¦n espa?ola Adi¨®s princesa y la estadounidense Good bye Countess Dracula-. El cartel muestra la silueta a contraluz de una mujer de espaldas, tocada con una pamela y con el brazo en alto diciendo adi¨®s mientras atardece buc¨®licamente. Completa la imagen una foto de la presidenta regional a la derecha con un sombrero de paja -como los usados en EE UU a principios de siglo que se ven por ejemplo en el El color p¨²rpura- y un tren que pasa. Por ¨²ltimo, aparece la misma frase que en la anterior acci¨®n de marketing electoral: "Tom¨¢s G¨®mez, pr¨®ximamente en la Comunidad de Madrid".

La visita de los inspectores

Se trata del segundo cartel que el PSM coloca en el balc¨®n de la primera planta del edificio tras el titulado Invictus, que retrataba al secretario general del PSM y candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid caracterizado en una doble imagen como el protagonista de esta pel¨ªcula de Clinton Eastwood y como un luchador a caballo a lo Braveheart. Esta lona estuvo apenas 40 horas visible, ya que el PSM la retir¨® el domingo.

Fuentes socialistas han explicado que, con el primer cap¨ªtulo de la saga, se pretend¨ªa presentar a un G¨®mez "luchador" y que, con el segundo, se presenta a su antagonista, Aguirre, una condesa "elitista" que "privatiza los servicios p¨²blicos" y que gobierna no para los d¨¦biles sino para los poderosos. No es casual que la est¨¦tica recuerde a los tiempos del esclavismo. Al igual que el primer cap¨ªtulo, el segundo durar¨¢ poco en cartel y, al igual que ¨¦ste, generar¨¢ ruido.

Adem¨¢s de todo tipo de chanzas por parte del PP, el cartel provoc¨® una pol¨¦mica con el Ayuntamiento, que sostiene que no ten¨ªa la autorizaci¨®n pertinente. La sede del PSM se encuentra en un edificio protegido y, por estar en el centro, cualquier actuaci¨®n en su fachada est¨¢ regulada adem¨¢s por la Ordenanza de Publicidad Exterior de 2009, que permite publicidad en muy pocos casos y muy concretos. El PSM explic¨® que la retirada no se deb¨ªa a ninguna reclamaci¨®n por parte del Ayuntamiento, sino que obedec¨ªa a la propia l¨®gica de la campa?a, que consiste en llevar a cabo "acciones breve y puntuales" que usan un lenguaje "diferente y desenfadado" para transmitir "un mensaje amable en medio de tanta crispaci¨®n". La idea es aprovechar que la sede se encuentra sobre un cine para cambiar el marketing electoral por el cinematogr¨¢fico.

El lunes por la ma?ana dos t¨¦cnicos de la Agencia de Licencias "se personaron", seg¨²n fuentes municipales, en la sede de los socialistas madrile?os en Callao para verificar la presencia del cartel en su fachada y comprobar si contaba con licencia. Sin embargo, no pudieron abrir expediente al PSM, ya que no hab¨ªa ni rastro de la lona. Sin desmentir ni confirmar si pidieron o no el permiso correspondiente, los portavoces del partido explicaron que cuando se mudaron a Calleo la Junta de Centro les comunic¨® que pod¨ªan poner pegatinas y carteler¨ªa en sus ventanas siempre que no sobresaliera de la fachada, como as¨ª ha sido en este caso.

De nuevo estamos en la misma situaci¨®n. Fuentes municipales aseguran a este diario que "no consta" que hayan solicitado licencia, por lo que se presupone que se activar¨¢ de nuevo el procedimiento previsto en estos casos -la visita de los inspectores-, con la salvedad de que ma?ana jueves y el viernes son festivos. Por parte del PSM, ratifican lo ya dicho: que est¨¢n en su derecho de colgar el cartel porque ni invade la fachada ni distorsiona el aspecto del edificio. "Est¨¢ pegado a nuestras ventanas, igual que las pegatinas del partido", subrayan.