Siria: diplomacia intrincada
Mientras la oposici¨®n trata de limar sus diferencias, siguen los esfuerzos de Annan, pero nada est¨¢ claro
Si se consigue que Gobierno y oposici¨®n siria acepten el plan que promueve Kofi Annan, (¡) se podr¨ªa afirmar con total certeza que ambas partes lo aceptan con mala fe, la una con la intenci¨®n de no ceder ni una brizna del control real y la otra parte con la esperanza de manipular la situaci¨®n tras el alto el fuego de manera que se pudiera derribar a Bachar el Asad, su familia y a todos los que le apoyan.
Asad y quienes le sostienen consideran que si ceden, ese ser¨¢ su final, mientras que los grupos de la oposici¨®n mantienen diferencias sobre muchas cuestiones pero en absoluto sobre la imperativa necesidad de venganza, de cuya oportunidad bien podr¨ªan plantearse un retraso pero nunca una renuncia. As¨ª pues, la cuesti¨®n es si tiene sentido seguir intentado una soluci¨®n tan patentemente artificial. La respuesta es que s¨ª por diferentes razones. (¡)
El ¨¦xito de un plan de esta naturaleza depende de persuadir a ambas partes de que les permitir¨¢ tender una trampa a la contraria y tambi¨¦n de que las potencias extranjeras sigan teniendo la impresi¨®n de que el plan sirve a sus intereses. (¡)
Estados Unidos debe pensar que se ha quedado aislado con su insistencia en la salida del poder de Asad sin ser capaz de forzarla realmente. Mientras la oposici¨®n trata de limar sus diferencias, (¡) prosiguen los esfuerzos diplom¨¢ticos de Annan, pero nada est¨¢ claro, ni siquiera lo que de verdad ha decidido el Gobierno sirio. Si fracasa el plan, no ser¨ªa una sorpresa. Si tiene ¨¦xito, o algo parecido, el conflicto proseguir¨¢ (...), pero al menos tendr¨¢ un menor coste en vidas humanas.
Londres, 28 de marzo
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