El pr¨ªncipe ¡®pobre¡¯ se forra con los rusos
Los pagos del oligarca Berezovski a Michael de Kent empezaron en 2002 y acabaron en 2008 y se han canalizado a trav¨¦s de una empresa domiciliada en Gibraltar a nombre del secretario privado del arist¨®crata

El pr¨ªncipe Michael de Kent, primo de Isabel II, que no es el miembro de la realeza m¨¢s apreciado por la prensa brit¨¢nica, acaba de protagonizar el primer chasco de los Windsor en lo que est¨¢ siendo m¨¢s bien un a?o glorioso para ellos coincidiendo con el 60 aniversario del acceso de la reina al trono. El diario The Sunday Times revel¨® el domingo que el pr¨ªncipe ha recibido ¡°al menos¡± 320.000 libras (casi 400.000 euros) de manos del oligarca ruso Boris Berezovski, un multimillonario residente en Inglaterra que tiene tambi¨¦n una gran tendencia a salir m¨¢s bien malparado en los papeles.
Los pagos de Berezovski al pr¨ªncipe Michael, en 56 entregas de entre 5.000 15.000 libras, empezaron en 2002 y acabaron en 2008 y se han canalizado a trav¨¦s de una empresa domiciliada en Gibraltar a nombre del secretario privado del pr¨ªncipe. Seg¨²n el abogado de Berezovski, el oligarca ruso ¡°nunca ha solicitado ni obtenido ning¨²n beneficio o servicio por su amistad con el pr¨ªncipe Michael¡±.
Las relaciones del pr¨ªncipe con Berezovski no hacen m¨¢s que acentuar la conexi¨®n rusa que tiene por nacimiento y por aspecto f¨ªsico. Nieto del rey Jorge V y la reina Mar¨ªa, recibi¨® el nombre de Michael en honor al gran duque Michael Alexandrovich de Rusia, el hermano peque?o del zar Nicol¨¢s II de Rusia y primo hermano de tres de los abuelos del pr¨ªncipe.
Apodado ¡°el pr¨ªncipe pobre¡± porque siempre parece tener problemas econ¨®micos, habla ruso a la perfecci¨®n y tiene una notable semblanza f¨ªsica con el zar Nicol¨¢s II, el ¨²ltimo emperador de Rusia. Buena parte de ese parecido es consecuencia de su elegante barba ya canosa, siempre recortada y pulida, que le da un aire de realeza del siglo pasado bastante superior al que puedan tener los hijos y los nietos de la reina Isabel II.
Y, sin embargo, el pr¨ªncipe Michael no figura entre los herederos al trono brit¨¢nico. No porque le falte linaje real o sangre azul, sino porque el pa¨ªs que presume de ser la m¨¢s vieja democracia europea sigue discriminando a los cat¨®licos. La ley proh¨ªbe el acceso al trono de los cat¨®licos ¨Caunque nada impedir¨ªa que la reina se convirtiera al juda¨ªsmo o se hiciera musulmana, por ejemplo¨C y tambi¨¦n a aquellos que se casen con un cat¨®lico.
Michael de Kent se cas¨® en 1978 en una ceremonia civil con una princesa cat¨®lica alemana, la baronesa Marie-Christine von Reibnitz, por lo que se vio forzado a renunciar a su derecho a figurar en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono. Curiosamente, los dos hijos de la pareja, lord Frederick Windsor y lady Gabriella Windsor, s¨ª son herederos, en los puestos 38 y 39 en la l¨ªnea de sucesi¨®n, porque profesan la religi¨®n anglicana.
En el matrimonio con una cat¨®lica se encierran algunas de las penurias econ¨®micas del pr¨ªncipe porque al quedar excluido de la l¨ªnea de sucesi¨®n qued¨® tambi¨¦n excluido oficialmente de la familia real desde el punto de vista del sustento econ¨®mico del Estado. Por eso, porque no tiene derecho a recibir dinero de los contribuyentes, Michael de Kent tiene el derecho ¨C?y la necesidad!?¨C de trabajar.
Ese peculiar estatuto del primo de la reina estall¨® con especial virulencia en 2002, cuando se supo que los Kent estaban pagando un alquiler simb¨®lico de menos de 400 euros al mes por su apartamento en el palacio de Kensington, un privilegio a costa de los contribuyentes del que disfrutan los miembros de la familia real que no pueden cobrar por trabajar.
La reina accedi¨® entonces a pagar de su bolsillo durante siete a?os los 150.000 euros al mes que cuesta el alquiler a precios de mercado. Desde 2010, los Kent lo han de pagar de su bolsillo y se vieron forzados a vender una casa de campo en 2006 por m¨¢s de siete millones de euros.
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