Saltamontes al pilpil
Todo es cultural, asegura la FAO. Y la dieta puede variar en poco tiempo, sobre todo si el hambre aprieta
Ahora que la gastronom¨ªa se ha convertido en un arte de culto, la Organizaci¨®n de Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) ha puesto su granito de arena para que los exquisitos occidentales ampl¨ªen su dieta y la variedad de sabores destinada a paladares exigentes. Aunque, en realidad, a la FAO le importan bien poco las estrellas Michelin. Su informe, que ha dado la vuelta al mundo, es un an¨¢lisis-recomendaci¨®n acerca de las bondades de la ingesti¨®n de insectos para paliar el hambre. Los argumentos son convincentes: los insectos son f¨¢ciles de recolectar y criar ¡ªlo que tambi¨¦n puede ser una fuente de ingresos para muchas familias¡ª y, sobre todo, contienen un alto contenido en grasas, prote¨ªnas, vitaminas, fibras y minerales.
El informe analiza por qu¨¦ en Occidente, por ejemplo, hay tanto rechazo cultural hacia los insectos, lo que viene favorecido por el hecho de que, tradicionalmente, en esta zona del planeta ha habido grandes mam¨ªferos en abundancia, adem¨¢s de pesca, para satisfacer la dieta de sus habitantes. La repulsi¨®n occidental est¨¢ bastante compartida, sin embargo, si se tiene en cuenta que solo 2.000 millones de personas en el mundo ¡ªde m¨¢s de 7.000 millones¡ª incorporan los insectos a su dieta habitual.
En ciertas zonas de ?frica y Asia se consumen escarabajos, orugas, abejas, hormigas, saltamontes, langostas y hasta moscas. Pero lo cierto es que poner en un plato estos bichos, por muy bien cocinados que est¨¦n, puede ser una aut¨¦ntica tortura para millones de personas.
Todo es cultural, asegura la FAO. Y la dieta puede variar en poco tiempo, sobre todo si el hambre aprieta. Lo bueno es que si se hace por necesidad ahora sabemos, dice la FAO, que estaremos perfectamente nutridos.
Lo mejor del informe de esta instituci¨®n es que extiende su recomendaci¨®n a los animales. As¨ª que antes de hacer experimentos tap¨¢ndose la nariz para degustar un grillo, siempre se puede recurrir, en caso de escasez, a los insectos para alimentar a bichos que nos resultan m¨¢s sabrosos. Quiz¨¢ la nueva dieta incida en el sabor final de la carne, pero un solomillo de buey a buen seguro ser¨¢ un manjar para ricos y pobres.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.