Siete explosiones de amor verdadero
Momentos ¨¦picos grabados en v¨ªdeo de parejas enamoradas que te recordar¨¢n de qu¨¦ va eso de quererse
De m¨¢rtir a s¨ªmbolo del consumismo, San Valent¨ªn es al menos una buena excusa para rescatar algunas de las expresiones de amor m¨¢s conmovedoras que se han producido y se producen en el muy sentimental mundo de las artes. En la m¨²sica, en el cine o en las artes esc¨¦nicas el ideal rom¨¢ntico es una fuente inagotable de inspiraci¨®n. Pero hay veces, y son raras, en las que el sentimiento se apodera de la t¨¦cnica y del guion y el resultado trasciende la mera interpretaci¨®n. Lo que queda son testimonios vivos de explosiones afecto infinito, generalmente firmados por parejas que se amaban en la vida real.
Estos son solo algunos casos escogidos.
Aylin P¨¦rez & Stephen Costello
Quien haya asistido a una representaci¨®n de? La Boh¨¨me recordar¨¢ que hay mucho amor, pero tambi¨¦n mucha precariedad, culpabilidad y hasta tuberculosis. El romance entre Mim¨ª y Rodolfo est¨¢ predestinado a ser tr¨¢gico
Y en ese ambiente tan cargado los j¨®venes cantantes Ayllin P¨¦rez y Stephen Costello se han encontrado. Ella es soprano y ¨¦l tenor. Se casaron en 2008 y gracias a sus escalofriantes versiones de Puccini han llegado hasta las p¨¢ginas de la revista Vanity Fair, considerados, juntos y por separado, como dos de las mayores promesas del g¨¦nero l¨ªrico.
El brit¨¢nico Benjamin Britten fue uno de los grandes compositores del siglo XX. Su principal musa fue el tenor Peter Pears. Britten compuso buena parte de sus ¨®peras para que aqu¨¦l las interpretara, y a¨²n en la Inglaterra de posguerra, cuando la homosexualidad era perseguida por la ley, ambos permanecieron unidos sentimental y profesionalmente durante m¨¢s de treinta a?os.
As¨ª sonaban juntos:
Natalia Osipova & Ivan Vasiliev
Ampollas en los pies y disciplina sovi¨¦tica. Dolor articular, mallas de lycra y la imposibilidad absoluta de fallar. Pocas cosas deben unir tanto como compartir interminables horas de ensayo y superar la presi¨®n de un estreno en el ballet m¨¢s exigente del mundo. Pasaba en Fama y pasa en el Bolshoi. Durante algo m¨¢s de un a?o, Natalia Ospiova e Ivan Vasiliev fueron los bailarines principales del c¨¦lebre teatro moscovita y la chispa del amor prendi¨® mientras preparaban Romeo y Julieta o Don Quijote.
Tan compenetrados estaban sobre y fuera del escenario que en 2011, ya casados, decidieron cometer la locura definitva en el mundillo: dejar el Bolshoi.
Elizabeth Taylor & Richard Burton
Incluso cuando no es obra de un h¨¢bil publicista, el romance entre actores es uno de los subproductos m¨¢s aburridos del show business. Por lo general, funcionan como una comunidad de bienes gananciales, en los que los socios apenas coinciden sobre rojas alfombras y, solo en contadas ocasiones, esa relaci¨®n se prolonga con cierto fundamento en el ¨¢mbito art¨ªstico.
Ha habido parejas en Hollywood realmente longevas y adorables, como Spencer Tracy y Katherine Hepburn o Paul Newman y Joanne Woodward, pero seguramente ninguna se ha trasladado a la pantalla con tanta pasi¨®n como la formada por la Elizabeth Taylor y Richard Burton. Regado en abundante alcohol y propulsado por dos temperamentos vehementes, su romance comenz¨® en el set de Cleopatra en 1962 y se prolong¨® hasta 1976. En ese tiempo, tuvieron tiempo de casarse, divorciarse, casarse de nuevo y volverse a divorciar. Ella acumular¨ªa un total de seis maridos m¨¢s y ¨¦l, otras tres esposas. En Qui¨¦n teme a Virginia Woolf se intuye algo de la intensidad emocional y los reproches entre copas que marcaron su idilio.
Lou Reed & Laurie Anderson
Tal vez porque la m¨²sica es un lenguaje propio, son numerosos los casos de parejas que se compenetran magn¨ªficamente bien en lo art¨ªstico. Algunos de los ejemplos m¨¢s conocidos son Sonny and Cher, Abba, Fleetwood Mac o The Mamas and The Papas, adem¨¢s de multitud de affaires y tri¨¢ngulos amorosos, casi siempre con Mick Jagger o David Bowie ¨Co ambos al mismo tiempo¨C involucrados. Algunos de estos proyectos acabaron cuando se acab¨® el amor, pero otros, como el de los reyes suecos de las listas, aguantaron en el ¨¦xito a?os despu¨¦s incluso de divorcios.
Pero tambi¨¦n en el indie ¨Csi es que existe como categor¨ªa de algo¨C encontramos un buen n¨²mero de matrimonios que han compartido escenario, estudio y giras. Hablamos de el n¨²cleo creativo de bandas como Arcade Fire, Stereolab, Low, Yo La Tengo y hasta Sonic Youth, que recientemente se separaron tanto art¨ªstica como sentimentalmente para consternaci¨®n de su p¨²blico. Para este d¨ªa de ideales rom¨¢nticos, escogemos la relaci¨®n entre Laurie Anderson y Lou Reed porque, tanto en proyectos compartidos como en solitario, compartieron la vanguardia de la m¨²sica durante m¨¢s de veinte a?os y siempre que coincid¨ªan sobre un escenario, y hasta la reciente y muy llorada muerte del fundador de The Velvet Underground, parec¨ªan genuinamente enamorados.
Minnie & Mickey Mouse
?Recuerdan aquello de que los perros y sus due?os acaban pareci¨¦ndose? En el mundo Disney la fauna es m¨¢s variada, y la transferencia puede llegar a producirse entre ratones. Y no nos referimos ¨Csi bien no es ni mucho menos descartable¨C a los esforzados actores que, bajo esos calurosos disfraces, animan a los ni?os en las distintas franquicias de los parques de atracciones. No, aqu¨ª el mimetismo y el amor de dibujos animados derivado surgi¨® entre los actores que les pon¨ªan las voces a Mickey y Minnie Mouse. Wayne Allwine hered¨® la responsabilidad de ponerle la chillona voz de Mickey en 1977, despu¨¦s de que el propio Walt Disney se ocupara de ella toda su vida.
Nueve a?os m¨¢s tarde, Russi Taylor pasar¨ªa a ser Minnie, y ambos actores, ya maduros, acabaron cas¨¢ndose en 1991.
Neil Hilborn
Para muchos, el amor no es m¨¢s que una construcci¨®n cultural. Para otros, un c¨®ctel hormonal que nuestros genes, ego¨ªstas ellos, disparan en nuestro sistema porque va siendo hora de replicarse. Seg¨²n estas dos visiones, enamorarse vendr¨ªa a ser como un rito de paso o como una compulsi¨®n, algo no muy distinto al Trastorno Obsesivo Compulsivo. Neil Hilborn es un joven poeta norteamericano que padece TOC, y su participaci¨®n en el festival de poes¨ªa Rustbelt Poetry Slam de 2013 se ha convertido en uno de esos fen¨®menos virales que emocionan a medio mundo.
El testimonio de Hilborn de los efectos que puede producir el amor un individuo con tendencias obsesivas resuenan poderosamente en cualquier persona que se haya enamorado al tiempo que echan por tierra cualquier posibilidad de cinismo. ¡°Me dijo que lo nuestro hab¨ªa sido un error. Pero, ?c¨®mo pod¨ªa ser un error si despu¨¦s de tocarla yo no sent¨ªa la necesidad de lavarme las manos? El amor no es un error.¡±
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.