Patricia Arquette, una luchadora que ya peleaba antes de nacer
Perteneciente a una familia de artistas, Patricia Arquette se cri¨® en un ambiente reivindicativo En la entrega de los Oscar pronunci¨® un discurso a favor de la igualdad de derechos de las mujeres
Patricia Arquette se llev¨® el discurso escrito a los Oscar. Su llamamiento a la igualdad de la mujer le ha ganado las simpat¨ªas de estrellas tan dispares como Meryl Streep y Jennifer L¨®pez, unidas en el mismo grito de solidaridad, o de voces alejadas de la ceremonia del cine como la de Hilary Clinton, haciendo precampa?a electoral sin todav¨ªa ser candidata a la Casa Blanca, o de la Secretar¨ªa de Trabajo estadounidense, que mostr¨® su apoyo a las palabras de Arquette en un t¨ªmido tuit.
Pero ese mismo discurso le ha supuesto cr¨ªticas, muchas, porque qui¨¦n es ella, una privilegiada con el Oscar en la mano por su papel en Boyhood, para pedir a los gais, a las lesbianas, a los negros, a cualquier minor¨ªa o mayor¨ªa, que ayuden a las mujeres en su lucha por la igualdad salarial y de derechos.
El discurso estaba escrito pero Arquette (1968, Chicago), lleva la revoluci¨®n en la sangre. Desde antes incluso de haber nacido, cuando todav¨ªa estaba en el vientre de su madre. Mardi Arquette participaba en una manifestaci¨®n en defensa de las libertades civiles cuando Martin Luther King Jr. la vio en su avanzado estado de gestaci¨®n y la invit¨® a subirse con ¨¦l en el autob¨²s. Mardi lleg¨® a Chicago (Estados Unidos) justo a tiempo para dar a luz a la mediana de esta extensa familia que son los Arquette. ¡°Est¨¢ claro que soy un producto de mi infancia. Mi madre luch¨® mucho econ¨®micamente, toda mi familia luch¨® mucho, as¨ª que mantengo el coraz¨®n de un ni?o pobre y los recuerdos de un ni?o pobre. Lleg¨¢bamos a tener todo lo que necesit¨¢bamos pero era imposible contar con cualquier otra cosa m¨¢s all¨¢ de cubrir las necesidades¡±, reconoci¨® Arquette recientemente a este peri¨®dico.
Es un tema recurrente en su conversaci¨®n al que tambi¨¦n hizo referencia cuando gan¨® el Globo de Oro. Una infancia dura pero que atesora. ¡°Vengo de un largo linaje de actores¡±, record¨® con orgullo esta actriz precedida por varias generaciones de c¨®micos. ¡°Y mi padre siempre nos apoy¨®, de trabajo en trabajo, con cinco bocas que alimentar. S¨¦ lo dif¨ªcil que es ser actor¡±, a?adi¨® en referencia a su progenitor, Lewis Arquette, miembro de diferentes grupos de teatro lo mismo que su abuelo, Cliff Arquette. Como recuerda Patricia, ella creci¨® entre un padre hablando de Stanislavsky, de cine, de teatro y de interpretaci¨®n y una madre activista, actriz y terapeuta interesada en arquetipos, en mitolog¨ªa, en las caracter¨ªsticas que engloban y diferencian al ser humano. Ambas cosas muy ¨²tiles como int¨¦rprete y ¡°como mecanismo de defensa¡± en su vida, admite. Un estilo de vida del que tambi¨¦n se imbuyeron sus hermanos Rosanna, Richmond, David y Alexis (nacido bajo el nombre de Robert antes de cambiar de sexo), todos dedicados al mundo del espect¨¢culo.
Realmente para Patricia Arquette no hay otro mundo. ¡°Tampoco es que piense que soy la mejor pero lo hago lo mejor que puedo, crezco, aprendo¡±, reconoc¨ªa humilde durante esta temporada de premios. En cine nunca lleg¨® a ser una estrella como esas que ahora la apoyan en su lucha por la igualdad de la mujer pero s¨ª que obtuvo desde un comienzo un reconocimiento por su labor en pel¨ªculas marginales, desde ese primer True romance diciendo las palabras de un Quentin Tarantino a esa locura junto a David Lynch titulada Carretera perdida.
En el centro de esa locura el destino la uni¨® a Nicolas Cage en uno de los matrimonios m¨¢s extra?os de Hollywood, dos linajes de la misma industria, el peso de los Coppola y la independencia bizarra de los Arquette unidos por el azar y la b¨²squeda de objetos tan inusuales como una orqu¨ªdea negra, un aut¨®grafo de J. D. Salinger y una estatua del gordito de Big Boy. Ese tipo de cosas fueron las que le pidi¨® Arquette a Cage cuando se conocieron por primera vez. El actor cumpli¨® con todas las pruebas y algo despu¨¦s se gan¨® a la princesa. Pero, como bromea la actriz, ahora que ha pasado el tiempo a veces el pr¨ªncipe azul no lo es tanto. ¡°A veces te timan un poco¡±, aclara sin decir nombre. Podr¨ªa referirse a Cage o al padre de Enzo, fruto de su relaci¨®n con el m¨²sico Paul Rossi cuando s¨®lo ten¨ªa 20 a?os. O quiz¨¢s a Thomas Jane, el padre de su segunda hija, Harlow Olivia. ¡°Ya soy un poco Zsa Zsa Gabor. Llevo dos divorcios¡±, se jacta con humor esta actriz que escasamente llega al metro y medio.
Enzo se acaba de ir a la universidad y Harlow (12 a?os) todav¨ªa es ¡°el beb¨¦¡± de esta madraza que ahora celebra sus logros con un nuevo hombre a su lado, el artista Eric White. El ¨¦xito la ha sonre¨ªdo no solo con el Oscar como mejor actriz de reparto por Boyhood sino por esa nueva carrera que se ha labrado en televisi¨®n, primero con la serie Medium, luego con Broadwalk empire y ahora con el debut de CSI: Cyber, otra vuelta de la popular saga policial [se estrena en Espa?a en la cadena Fox el 4 de marzo]. Pero eso no la aleja de las reivindicaciones que la acompa?aron desde su infancia, incluso antes de haber nacido.
Como ha asegurado en medio de la pol¨¦mica que ella misma ha generado, en la mente de Patricia Arquette todav¨ªa est¨¢n frescos los recuerdos de los biberones y pa?ales de cuando no era m¨¢s que una madre soltera trabajadora de 20 a?os. ¡°El ¨¦xito actual simplemente me permite atraer la atenci¨®n hacia los problemas m¨¢s acuciantes¡±, a?ade quien horas antes de su victoria prefiri¨® organizar un acto ben¨¦fico en lugar de relajarse y disfrutar de una buena manicura previa a la fiesta m¨¢s deseada de Hollywood.
LA SAGA ARQUETTE
Patricia es la tercera de cinco hermanos artistas: Rosanna (Buscando desesperadamente a Susan), Richmond (Seven), Alexis (Good by America) y David (Scream). Son la tercera generaci¨®n de una familia de actores, tambi¨¦n volcados en la direcci¨®n y la producci¨®n. El abuelo Cliff Arquette, comediante de radio y televisi¨®n, desarroll¨® a finales de los a?os treinta una m¨¢scara de goma transpirable que permit¨ªa gesticular y cambiar de rostro.
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