Narcocorridos para El Chapo Guzm¨¢n
La fuga del narcotraficante mexicano inspira canciones ¨¦picas sobre su figura


Menos de una semana han tardado los narcojuglares mexicanos en empezar a glosar las ¨²ltimas aventuras de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n. Por segunda vez, el narcotraficante m¨¢s poderoso del planeta ha escapado de una prisi¨®n de m¨¢xima seguridad. El s¨¢bado por la noche (hora local)?se descolg¨® por el agujero de la ducha y a lomos de una moto atraves¨® el subsuelo de la c¨¢rcel por un t¨²nel de 1,5 kil¨®metros con ventilaci¨®n y luz el¨¦ctrica. Los componentes de la fuga, propios de una pel¨ªcula de Steve McQueen, se han convertido de inmediato en carne de narcocorrido, un subg¨¦nero de la m¨²sica popular mexicana que exalta las andanzas de los narcotraficantes casi como si fueran h¨¦roes cl¨¢sicos.
Las primeras canciones empezaron a brotar por Internet desde el d¨ªa siguiente. ¡°Ahora s¨ª que es una burla pal Gobierno mexicano, pues por medio de otro t¨²nel se escap¨® del Altiplano. Y ahora traen en movimiento al Gobierno americano. El se?or Guzm¨¢n Loera lo ser¨¢ por todo el tiempo. El capo m¨¢s poderoso que se burl¨® del Gobierno¡±, dice una estrofa de un tema colgado en YouTube el mismo domingo y que tiene ya 200.000 reproducciones. Su autor, Miguel Gastelum, es un emigrante de Sinaloa, la misma tierra norte?a de El Chapo, experto en fabricar hits hagiogr¨¢ficos desde el sal¨®n de su restaurante en California.
Estas odas al hampa son una desviaci¨®n de los corridos, un g¨¦nero de la m¨²sica tradicional de los Estados del norte del pa¨ªs, que alcanz¨® su pico de popularidad a comienzos del siglo XX, narrando los episodios de la revoluci¨®n mexicana a modo de gestas ¨¦picas. Las primeras mutaciones empezaron en los setenta. Grupos como Los Tigres del Norte han sido pioneros en recrear las peripecias de los contrabandistas que pasaban droga al otro lado de la frontera y encumbrar el estilo de vida del narcotraficante como forajido.
¡°D¨®nde est¨¢ el Chapo Guzm¨¢n solamente Dios lo sabe, si estar¨¢s en Sinaloa, o estar¨¢s en la frontera, la cruzaste en avi¨®n o la brincaste por tierra, sierra de Badiraguato, tierra que te vio nacer, donde muriera tu hijo no vuelvan a prender¡±. Este pasaje de otra de las canciones se pregunta cu¨¢l ser¨¢ esta vez el refugio del l¨ªder de la mayor organizaci¨®n criminal de M¨¦xico. El a?o pasado, su primera escapada tras la fuga de 2001 termin¨® en unos apartamentos de la playa de Mazatl¨¢n. El Chapo iba al encuentro de sus hijas peque?as, pero qui¨¦n lo estaba esperado era la Marina.
El primer tema logr¨® en tan solo unas horas 200.000 reproducciones en Youtube
Badiraguato ¡ªel pueblo donde naci¨® en una familia pobre de campesinos¡ª est¨¢ en una escarpada zona serrana, origen de importantes cultivos de marihuana y de amapola. Estas monta?as son tambi¨¦n el fort¨ªn donde supuestamente se esconden otros capos hist¨®ricos como Caro Quintero o El Mayo Zamabada.
Prohibici¨®n
Los peores a?os de la guerra contra el narco motivaron la prohibici¨®n de los narcocorridos en algunos Estados. La medida no los ha detenido ni tampoco la particular empat¨ªa que despiertan figuras como El Chapo. Pese a liderar una de las organizaciones criminales m¨¢s sanguinarias del planeta, su origen humilde, ese aspecto robusto y bigot¨®n de mexicano medio y su condici¨®n de guardi¨¢n de los viejos c¨®digos del hampa ¡ªconsiderados menos da?inos para la poblaci¨®n civil que las pr¨¢cticas de los carteles m¨¢s modernos volcados en la extorsi¨®n y el secuestro¡ª han ayudado a construir una inquietante imagen de leyenda. ¡°Aqu¨ª nada sigue igual, haces falta en Culiac¨¢n, mucha gente protestando pidiendo tu libertad, por ser buena persona y ayudar¡±, canta otro narcocorrido.
Los narcos vendr¨ªan a ser como una continuaci¨®n bastarda de los bandoleros, protagonistas de muchos de los corridos cl¨¢sicos, y que entre las capas subalternas mexicanas ocupan un lugar cuasi religioso. En Culiac¨¢n, la capital de Sinaloa, est¨¢ la capilla principal de Jes¨²s Malverde. All¨ª, junto a im¨¢genes de Jes¨²s y la Virgen, se rinde oraci¨®n a un asaltante de caminos de principios del siglo XX que, seg¨²n la leyenda, robaba a los ricos para d¨¢rselo a los pobres.?
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