Revertir los recortes es posible
Un Gobierno de cambio deber¨¢ acometer una reforma tributaria que incremente la suficiencia fiscal y la progresividad
La austeridad ha dejado importantes cicatrices en nuestra sociedad. En Espa?a s¨®lo se ha recuperado uno de cada tres empleos perdidos durante la crisis, hay 2,6 millones de ocupados menos que a comienzos de 2008 y nuestra renta per capita es un 5% m¨¢s baja. Los recortes fiscales han mermado adem¨¢s la capacidad redistributiva del Estado, incrementando significativamente las desigualdades. Y la inversi¨®n p¨²blica, imprescindible para la transformaci¨®n estructural de la econom¨ªa, se ha reducido en 25.000 millones de euros. Asistimos a una verdadera d¨¦cada perdida.
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Terminar con las pol¨ªticas de austeridad significa no s¨®lo oponerse a los nuevos recortes de gasto e inversi¨®n p¨²blica ya prometidos por el Partido Popular. Debe implicar tambi¨¦n revertir los recortes que se han practicado estos a?os atr¨¢s. Revertir los recortes que han tenido lugar entre 2009 y 2014 es, en nuestra opini¨®n, perfectamente compatible con la progresiva reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, si bien el pr¨®ximo gobierno tendr¨¢ que renegociar con Bruselas un ritmo m¨¢s paulatino. Esta reversi¨®n de los recortes ayudar¨¢ a afianzar el crecimiento econ¨®mico, a reducir m¨¢s r¨¢pidamente el desempleo y a no depender tanto de los vientos de cola que llegan desde fuera, fruto principalmente de la pol¨ªtica monetaria del BCE.
Pero adem¨¢s de renegociar con Bruselas el ritmo de reducci¨®n del d¨¦ficit ¨Cun 21% de desempleo y un 30% de poblaci¨®n en riesgo de pobreza son motivos que lo exigen¨C, el pr¨®ximo gobierno deber¨¢ acometer dos tipos de medidas estructurales. S¨®lo as¨ª se garantizar¨¢ que la reducci¨®n del d¨¦ficit sea compatible con la reducci¨®n de las desigualdades.
En primer lugar, un gobierno de cambio deber¨¢ acometer una reforma tributaria que incremente la suficiencia fiscal y la progresividad. El objetivo es aumentar en tres puntos los ingresos p¨²blicos en t¨¦rminos del PIB, cerrando parcialmente con ello la enorme brecha que a¨²n nos separa de la UE. Asimismo, el pr¨®ximo Gobierno deber¨¢ implementar una verdadera pol¨ªtica industrial que alumbre un nuevo modelo de empleo. S¨®lo as¨ª podremos desterrar definitivamente la precariedad laboral y los bajos salarios, responsables en buena medida del actual d¨¦ficit de la Seguridad Social, que pesa como una losa sobre el d¨¦ficit p¨²blico.
Ning¨²n pa¨ªs ha sido multado hasta la fecha por desviarse de un pacto, el de Estabilidad y Crecimiento, que ha sido incumplido m¨¢s de un centenar de veces durante los ¨²ltimos quince a?os
Un Gobierno que tenga verdadera voluntad pol¨ªtica de impulsar este cambio, podr¨¢ hacerlo. Ning¨²n pa¨ªs ha sido multado hasta la fecha por desviarse de un pacto, el de Estabilidad y Crecimiento, que ha sido incumplido m¨¢s de un centenar de veces por todos los Estados miembro durante los ¨²ltimos quince a?os. Y Bruselas dif¨ªcilmente podr¨¢ exigir que una reducci¨®n del d¨¦ficit se haga con cargo a los gastos en lugar de a los ingresos.
Pero no nos enga?emos. Aunque los m¨¢rgenes econ¨®micos existen y se construyen sobre la leg¨ªtima confrontaci¨®n intelectual y pol¨ªtica, terminar definitivamente con la petrificaci¨®n de las pol¨ªticas neoliberales en la Eurozona exigir¨¢ una amplia revisi¨®n de su dise?o fiscal.
En caso contrario seguiremos asistiendo al actual desatino macroecon¨®mico. No tiene ning¨²n sentido que en la Eurozona, que no deja de bordear la deflaci¨®n y convive con 17 millones de parados en su seno, se priorice la reducci¨®n del d¨¦ficit frente a la posibilidad de reducir el desempleo. Especialmente cuando adem¨¢s el BCE est¨¢ comprando deuda p¨²blica en los mercados a raz¨®n de 80.000 millones de euros al mes, tenemos tipos de inter¨¦s reales negativos y un d¨¦ficit en la uni¨®n monetaria del -2,1% del PIB.
Un Gobierno de cambio deber¨¢ impulsar una reforma profunda del Pacto Fiscal. Primero, eliminando el objetivo de equilibrio presupuestario estructural, que no tiene fundamento econ¨®mico ni precedente: el d¨¦ficit estructural medio entre 1995 y 2007 en la UE15 fue del -2,7%, y a la vez la ratio deuda/PIB se redujo 8 puntos porcentuales. Segundo, flexibilizando los objetivos de d¨¦ficit, para tener en cuenta de forma mucho m¨¢s eficaz el ciclo econ¨®mico. Una norma fiscal compartida que no toma en consideraci¨®n las necesidades de cada pa¨ªs o su tasa de desempleo est¨¢ condenada a asfixiar la pol¨ªtica econ¨®mica de los Estados miembro. Y, con ello, la diversidad pol¨ªtica y la democracia representativa.
Podemos impulsar¨¢ tambi¨¦n la consideraci¨®n de un nivel adecuado de inversi¨®n p¨²blica para el conjunto de la zona euro, apoyando una ¡°regla de oro¡± en la fiscalidad europea que no incluya determinadas inversiones (I+D, educaci¨®n, o infraestructuras vinculadas a la transici¨®n hacia una econom¨ªa verde) en el c¨®mputo final del d¨¦ficit.
Adem¨¢s, la Eurozona necesita un verdadero plan de inversi¨®n de car¨¢cter paneuropeo, que consagre al menos el 4-5% del PIB de la uni¨®n monetaria a la modernizaci¨®n de infraestructuras en todos los pa¨ªses, a la digitalizaci¨®n de las distintas econom¨ªas y a impulsar la eficiencia energ¨¦tica. Este plan podr¨ªa canalizarse a trav¨¦s del Banco Europeo de Inversiones, y financiarse con cargo a la emisi¨®n de bonos de dicho banco, respaldados en el mercado secundario por el BCE. Revertir los recortes en Espa?a debe ser un primer paso para desterrar la austeridad en la Eurozona. Europa cambia cuando cambian sus Gobiernos as¨ª como las pol¨ªticas que estos aplican.
Ignacio ?lvarez es profesor de Econom¨ªa Aplicada en la UAM y Secretario de Econom¨ªa de Podemos.
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