Sardinas

Cuando ¨¦ramos inocentes nos ba?¨¢bamos sin culpa alguna en el mar la noche de San Juan. Era un rito que entonces practicaban solo algunos iniciados antes de que, llevada por la moda, la muchedumbre invadiera las playas del Mediterr¨¢neo con la idea de ser feliz a toda costa alrededor del fuego asando sardinas. El solsticio de este verano ha coincidido con el plenilunio, un acontecimiento astron¨®mico que no suced¨ªa desde hace 70 a?os. Pero esta vez la noche de San Juan tambi¨¦n se ha visto sorprendida por un suceso pol¨ªtico m¨¢s fat¨ªdico e irracional. Mientras a medianoche la Luna llena emerg¨ªa con gran majestad por el filo oscuro del mar, imponente y roja, un grupo de brit¨¢nicos celebraba a gritos enarbolando cervezas la derrota del Brexit, seg¨²n los primeros sondeos que daba la radio. Bailaban, se abrazaban, re¨ªan a carcajadas con los pies en el agua, pero a medida que la Luna se elevaba y el Sol comenzaba a imponer su luz llegaba la noticia de que el refer¨¦ndum brit¨¢nico hab¨ªa dado el triunfo a los que quieren salir de Europa. Sus risas se convirtieron en blasfemias en voz baja, mientras contemplaban las raspas de las sardinas al amanecer. Cualquier refer¨¦ndum siempre va dirigido al cerebro l¨ªmbico que los humanos, incluso ingleses, comparten con los mam¨ªferos superiores, all¨ª donde residen las emociones, el miedo, el odio, la desesperaci¨®n. Esta noche de San Juan con los pies en el agua en el mar de Denia, rodeado por la multitud, recordaba tiempos de juventud cuando en la Malvarrosa ¨¦ramos solo sombras inocentes en la oscuridad. Ahora no pod¨ªa imaginar sin culpa otra orilla de este mismo mar llena de desesperados que luchan contra el naufragio por alcanzar las costas de Europa, que los brit¨¢nicos abandonan. Esta noche de San Juan el Mediterr¨¢neo recordaba tambi¨¦n los nombres a todos sus ahogados.