La fea

Hace unos d¨ªas vi una versi¨®n siglo XXI del mito de Blancanieves. La pel¨ªcula es caca, no se os ocurra verla. Pero me sirve para hablar de las dos grandes virtudes de muchas hero¨ªnas.

Es curioso. Lo que define a Blancanieves es que es joven y bonita. Lo de la bondad, lo cuestiono bastante. Porque si fuera un poco m¨¢s madura y emp¨¢tica, seguramente podr¨ªa inyectarle a su madre postiza un poquito de confianza y no vivir haci¨¦ndose la lerda mientras deja que la otra se delate ante la corte en su inseguridad. Pobre se?ora, qu¨¦ asco de hijastra eg¨®latra.

Pero mira t¨², Blancanieves. Es, resumiendo, joven y bell¨ªsima. Lo de que friega y cocina, si no os importa, no lo tomo como virtud. Lo tomo como que sabes vivir sin tus padres, no le veo el m¨¦rito. Alucinante es lo de los enanos (?qu¨¦ hac¨ªais antes de que llegara la asistenta paliducha? ?Dejaros morir?).

Bella y joven. Dos cosas que son ajenas a su voluntad. Ella no tiene responsabilidad en ninguna de las dos. Uno puede buscar y desarrollar su elegancia, inteligencia, sentido del humor, responsabilidad moral, capacidad de seducci¨®n, justicia en el liderazgo¡­ Pero ser bonita es algo en lo que una no interviene (no contemplo operaciones quir¨²rgicas y trucos de maquillaje. Y no nos enga?emos, si no sales con un buen chasis, no hay taller que obre milagros). Y de ser joven, ni hablemos. Es tan involuntario como fugaz.

As¨ª que si no eres joven ni fuiste bonita, ap¨¦ate, querida. Te toca ser madrastra feroz, amiga guasona, o rival resentida. La suerte de la fea, en las pelis no la desea nadie.