Brecha educativa

Los alumnos espa?oles han subido posiciones en las pruebas PISA 2015, pero no tanto porque hayan mejorado mucho los resultados ¡ªocho puntos m¨¢s en lectura (496) y dos m¨¢s en matem¨¢ticas (486)¡ª, sino porque algunos de los pa¨ªses que iban por delante han empeorado. Es lo que ha ocurrido en la prueba de ciencias, en la que pese a retroceder tres puntos (493), nos hemos situado por primera vez por encima de la media de los 72 pa¨ªses que participan. El informe muestra aspectos positivos que hay que valorar, por ejemplo, que haya menos repetidores y menos alumnos que no alcanzan las competencias b¨¢sicas, aunque los porcentajes siguen siendo a¨²n demasiado altos.

Si PISA es un bar¨®metro del estado de la educaci¨®n, sus resultados aportan algunos elementos para la reflexi¨®n y la acci¨®n pol¨ªtica. El primero es que hemos reducido la distancia respecto a los pa¨ªses avanzados, pero seguimos teniendo una brecha interior intolerable. Es alarmante que en algunas pruebas, la diferencia entre las comunidades mejor y peor situadas equivalga a dos cursos escolares. Particularmente preocupante es que la brecha tenga un componente geogr¨¢fico y social tan marcado, en el que cuatro comunidades del sur ¡ªCanarias, Andaluc¨ªa, Extremadura y Murcia¡ª presentan los peores resultados. El pacto de Estado sobre Educaci¨®n debe abordar con prioridad esta cuesti¨®n.

Otra conclusi¨®n del informe es que mejorar el nivel educativo requiere medidas transversales y de largo alcance. Pese a la ligera mejora de esta edici¨®n, el nivel de los alumnos espa?oles permanece estancado desde hace 15 a?os. Eso significa que los cambios legislativos ¡ªcuatro leyes generales de educaci¨®n desde que se inici¨® la prueba¡ª apenas han incidido sobre los elementos estructurales.

Otro dato significativo es que la cuant¨ªa de la inversi¨®n, a partir de un determinado nivel, no influye sobre los resultados tanto como se cre¨ªa. Depende de c¨®mo se invierte. Especialmente significativo es el caso del vecino Portugal, que con una renta media inferior y menor inversi¨®n que Espa?a, ha escalado 30 puntos, el equivalente a un curso escolar, en seis evaluaciones. Ah¨ª est¨¢n tambi¨¦n los sorprendentes resultados del Pa¨ªs Vasco, que se sit¨²a por debajo de la media espa?ola pese a tener una mayor inversi¨®n por alumno. O el caso inverso de Castilla y Le¨®n, que con menor renta e inversi¨®n, consigue los mismos resultados que Finlandia. Lo que s¨ª parece demostrado es que lo que m¨¢s influye en la calidad educativa es invertir en equidad y en calidad docente, justo los dos par¨¢metros en los que nuestro pa¨ªs est¨¢ peor.