Sanitarios esclavizados
Para los m¨¦dicos cubanos, las misiones en el exterior son un suced¨¢neo del exilio
Se dice de ellos que cumplen misi¨®n cuando prestan servicio en aquellos pa¨ªses que han establecido acuerdos con el r¨¦gimen cubano. Misi¨®n, un t¨¦rmino que supone celo al propagar una fe y supone tejemanejes diplom¨¢ticos. Y, en efecto, hay mucho de catequizaci¨®n y diplomacia en las labores del personal m¨¦dico cubano en misi¨®n, que no solo vela por los pacientes, sino que muchas veces intenta influir, de acuerdo con los intereses de La Habana, en pacientes que son tambi¨¦n votantes.
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De ese modo ceba el castrismo la fama que ha cimentado su buena prensa por todo el mundo (ah, la sanidad de la Revoluci¨®n, la educaci¨®n de la Revoluci¨®n¡), sin dejar de entrometerse en los asuntos internos de otros pa¨ªses. Y es que la salud p¨²blica puede ser la continuaci¨®n de la guerrilla por otros medios.
No es casual que cuando doctores y t¨¦cnicos abandonan la misi¨®n y buscan refugio all¨ª donde no existan acuerdos con el r¨¦gimen sean tildados oficialmente de desertores. Huyen de sus labores de peones pol¨ªticos, de la restricci¨®n de movimientos y contactos padecida, de la vigilancia sobre ellos a toda hora. Huyen de ser soldados, as¨ª que desertan.
Cumplen misi¨®n en regiones a las cuales sus hom¨®logos locales se niegan a ir. Lo hacen por sueldos que, seg¨²n otros m¨¦dicos, no pagan el sacrificio. Es ah¨ª donde entra en juego el supuesto altruismo castrista, donde la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) canta las alabanzas de ese r¨¦gimen. All¨¢ van m¨¦dicos y t¨¦cnicos cubanos a suplir a los ego¨ªstas m¨¦dicos y t¨¦cnicos locales, all¨¢ van a hacer por los pobres de la tierra¡
Antes, con el fin de empujarlos hasta aquellos rincones, habr¨¢n estado sometidos a un tratamiento de empobrecimiento. Sus sueldos en Cuba resultar¨¢n insuficientes para llevar una vida digna. Les faltar¨¢ un televisor o un auto, una casa, vacaciones. Comer¨¢n mal, no alcanzar¨¢n a brindarle ciertos gustos elementales a sus hijos. Todo ello garantizar¨¢ que acaben enrolados en una misi¨®n, con tal de resolver sus cuestiones pendientes. Si las autoridades entienden las misiones sanitarias como un suced¨¢neo de las guerrillas, para cualquier m¨¦dico cubano son un suced¨¢neo de la emigraci¨®n y del exilio.
La salud p¨²blica puede ser la continuaci¨®n de la guerrilla del r¨¦gimen castrista por otros medios
Cuando Barack Obama, en sus ¨²ltimos d¨ªas en la Casa Blanca, anul¨® el programa de refugio para personal sanitario cubano que exist¨ªa desde 2006, adujo razones humanitarias: no deseaba poner en riesgo la atenci¨®n m¨¦dica en Cuba, no quer¨ªa robarle doctores a los pacientes de la isla. Magn¨ªficos prop¨®sitos que en la pr¨¢ctica solo contribuir¨¢n a optimizar la trata de personal sanitario implementada por los Castro.
Trata: se hace imprescindible hablar de neoesclavismo cuando el personal en misi¨®n recibe ¨²nicamente un 10%-30% de lo que Gobiernos e instituciones internacionales pagan por su trabajo. Trata, puesto que el resto del dinero termina en manos de unas autoridades que no rinden cuenta de su utilizaci¨®n. Trata: un sistema que retribuye al m¨ªnimo con el fin de mantener al trabajador en un c¨ªrculo vicioso que asegure su disponibilidad. Un sistema forjado con ma?as de proxenetas.
Los Castro se muestran en esto semejantes a otra dinast¨ªa caribe?a, la de los Duvalier, que alquilaba macheteros haitianos arrebat¨¢ndoles buena parte de lo que Rep¨²blica Dominicana pagaba por cada uno de ellos. En ventaja sobre los Duvalier, sus hom¨®logos cubanos logran esclavizar doctores y t¨¦cnicos con el benepl¨¢cito de la OMS y de tantos agradecidos presidentes latinoamericanos que no quieren o¨ªr detalles acerca de la explotaci¨®n de m¨¦dicos. El castrismo avergonzar¨¢ a cualquier Gobierno que ponga en peligro su mercanc¨ªa humana, acus¨¢ndolo de robo de cerebros.
Se habla ahora de 1.200 exintegrantes de misiones m¨¦dicas cubanas que, sin estar a¨²n en tierras estadounidenses, pudieron acogerse a refugio antes de la medida de Obama. Se habla de otros miles que huyeron pero no contar¨¢n con una oportunidad as¨ª. Se habla de peticiones al presidente Donald Trump para que revise esa pol¨ªtica migratoria.
El r¨¦gimen cubano avis¨® que este a?o ser¨¢ duro para la econom¨ªa nacional, as¨ª que aumentar¨¢ la explotaci¨®n de uno de sus mayores rubros, el alquiler de personal sanitario. Ser¨¢ dif¨ªcil que disminuya el n¨²mero de pacientes cubanos por doctor. Ser¨¢ poco probable que dejen de faltar, como ahora faltan, especialistas en los hospitales de Cuba. El cierre del programa estadounidense de refugio no va a ayudar a la poblaci¨®n en la isla y no har¨¢ nada tampoco por la liberaci¨®n de unos m¨¦dicos y t¨¦cnicos esclavizados.
?Antonio Jos¨¦ Ponte es escritor y vicedirector de Diario de Cuba (diariodecuba.com).
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