Delevingne: "Har¨ªa una pel¨ªcula solo de mujeres, con todo un equipo detr¨¢s de las c¨¢maras"

La escena ser¨ªa algo as¨ª: Cara Delevingne, una de las 10 modelos mejor pagadas en el mundo, que solo por cada post que publica en su cuenta Instagram puede ganar m¨¢s de 130 mil euros, est¨¢ colocada delante del armario de su suite de hotel de lujo en Cannes y padece lo que cualquier adolescente (y no tan adolescente) llamar¨ªa su microcrisis diaria.

"?Qu¨¦ me pongo? No s¨¦ qu¨¦ ponerme", repite en alto una y otra vez a todo el cortejo que le sigue y que, en ese momento, estaba completado por el dise?ador de Moschino, Jeremy Scott. Cara se vuelve a Jeremy y solo a ¨¦l le pregunta: "?Qu¨¦ me pongo?". El modisto americano, gran amigo de Madonna, le contesta en modo zen: "Haz lo que sientas".

¡ª"Ja, claro, eso es. Tienes toda la raz¨®n, Jeremy. Es as¨ª de sencillo", le responde Delevingne.

Una hora despu¨¦s de esta escena, la modelo y actriz aparece ante prensa e influencers europeos (?c¨®mo diferenciarlos?) para hablar de su colaboraci¨®n con Scott y los helados Magnum en pleno Festival de Cannes. "Escuch¨¦ mis sentimientos y aqu¨ª estoy", y se se?ala su estilismo. Eligi¨® un minivestido negro, zapato de tac¨®n negro y una boina roja (m¨¢s de estilo revolucionario que chic parisino) en la que se lee bien claro "anarchy" (anarqu¨ªa).

Sus sentimientos hablaron y as¨ª se siente ella: an¨¢rquica. Porque no quiere que nadie ni nada la controle. Mientras intentaba triunfar en la moda, acab¨® sometida por la tiran¨ªa de la aprobaci¨®n de los dem¨¢s, de vivir para gustar al resto, del miedo al rechazo y el fracaso. A los 20, cuando estaba ya en la cima, pisando todas las pasarelas, firmando contratos, poniendo de moda las cejas pobladas, aprovechando los ratos libres para las fiestas ¡ªdice que si algo le salv¨® de la adicci¨®n a las drogas fue su adicci¨®n al trabajo¡ª y a punto del colapso (incluso pas¨® por su cabeza el suicido), su amiga y mentora, Kate Moss le dijo: "Para". Se fue unos meses de retiro a escribir y componer m¨²sica y volvi¨® decidida a recuperar su primera pasi¨®n, la interpretaci¨®n, mientras la moda pasaba a un segundo plano, y a que nada ni nadie la controlara.

"Mi actitud hacia la vida es que el miedo es tu peor enemigo", dice con su boina anarquista bien enfundada. "El miedo es algo que intento evitar tanto como puedo. No tengo miedos y no me pongo l¨ªmites".

?Esa actitud rebelde te ha causado problemas en la moda o ahora en el cine?

No tengo l¨ªmites, pero s¨¦ comportarme. Y si supone un problema para otros pueden irse a tomar por culo. Si no les gusto, o no les gusta la forma en la que vivo mi vida, ese es su problema. No me importa si a la gente no le gusta. Sol¨ªa importarme, sol¨ªa ir buscando la aprobaci¨®n de la gente, que a la gente le gustara yo o lo que hac¨ªa, pero ahora me he dado cuenta de que eso ya no es importante, de que es m¨¢s importante amarte a ti misma. Ser buena persona. No quiero odiar, no quiero vivir con gente que odia, que juzga. Creo de verdad que todo el mundo puede ser bello a su manera.

Raparte la cabeza es lo ¨²ltimo que has hecho por un papel, va a ser verdad que no tienes l¨ªmites. ?Har¨ªas lo que fuera por una pel¨ªcula?

Creo que har¨ªa cualquier cosa por una pel¨ªcula o un personaje. Sobre todo despu¨¦s de haber trabajado con grandes directores y visionarios como Luc Besson. Si supone trabajar con m¨¢s gente as¨ª y me piden algo, lo har¨¦.

A Cannes, en mayo, llegaba a¨²n con el pelo pr¨¢cticamente al cero, solo unos d¨ªas despu¨¦s de esa imagen futurista de cabeza plateada con la que se present¨® en la Met Gala. Delevingne se ha afeitado la cabeza para el rodaje de Life in a year, en el que ser¨¢ su tercer papel protagonista, despu¨¦s de Paper towns y la que ahora estrena Valerian y la ciudad de los mil planetas. Ella lo ha dicho muchas veces: "Desfilar es algo que hago, la interpretaci¨®n es lo que soy". Y si ya en la moda la consideraban una rara avis por la manera de trasladar su personalidad de londinense (de bien) rebelde a la pasarela ¡ª"de alguna manera recuper¨® la energ¨ªa de la era de las supermodelos, de Naomi y Linda Evangelista", dice Stella McCartney¡ª, en el cine se siente con mayor libertad para hacer lo que quiera¡­ hasta con su f¨ªsico.

"Antes incluso de que me dieran el papel de Life in a year, le dije al director que quer¨ªa raparme el pelo", recuerda. "Mis m¨¢nagers me dijeron que por favor no lo hiciera, que por qu¨¦ lo hac¨ªa, y les dije que era la ¨²nica forma de entender de verdad qu¨¦ es no tener pelo". ?El resultado? Una nueva tendencia en la calle, claro. Ella lo explica as¨ª: "Es una de las cosas m¨¢s liberadoras que he hecho. No creo que hubiera sido capaz de raparme si no llega a ser porque me lo exig¨ªa un papel. Siempre he tenido el mismo pelo largo y solo me lo cort¨¦ un poco porque ya sab¨ªa que me iba a rapar, pero estoy feliz de haberlo hecho¡­", para y se r¨ªe. "Aunque creo que la gente puede leer mis pensamientos". Quiz¨¢ por eso, para ahorrar trabajo los lleva escritos en sus complementos: "Anarqu¨ªa".

Delevingne entr¨® en la moda a los 16 a?os siguiendo los pasos de su hermana, Poppy, pero la interpretaci¨®n siempre hab¨ªa sido su primera llamada. "El cine es algo que siempre me atrajo, desde peque?a. He querido hacer pel¨ªculas desde que tengo memoria", dice. En 2012 debut¨® en Anna Karenina, con Keira Knightley. Y, al contrario que muchas modelos que empiezan en el cine, ahora s¨ª cree que la moda fue un trampol¨ªn y no un obst¨¢culo para cumplir su sue?o de ser actriz.

Aunque al principio de su transici¨®n critic¨® mucho la industria que la encumbr¨®, hablando de su falsedad y frivolidad, ahora sabe que le ha permitido expresar su personalidad y alcanzar una fama que ha utilizado para alzar su voz sobre temas como la depresi¨®n y las enfermedades mentales (que ella ha sufrido) o sobre la identidad sexual, cuando a los 20 a?os declar¨® p¨²blicamente ser "fluida".

"En el cine quiero seguir por el mismo camino", a?ade. "Quiero seguir interpretando personajes de mujeres fuertes y dar un ejemplo a todas las chicas j¨®venes ah¨ª fuera". Laureline, la agente especial y espacial que interpreta en la fantas¨ªa interestelar de Luc Besson, es una de esas mujeres ejemplo. "Es tremenda. Ella y Valerian [interpretado por Dane Dehaan], son las ¨²nicas personas en Alpha, la ciudad de los mil planetas, y debemos mantenerlos a salvo. Valerian es todo m¨²sculo, no piensa. Laureline hace el trabajo inteligente, le protege tanto como ¨¦l a ella, y se encarga de que ¨¦l no la cague". Y casi sin tomar aliento, contin¨²a ¡ªla velocidad de sus pensamientos y palabras es apabullante¡ª: "Pero queda tanto espacio para las mujeres en el cine, en cuanto a papeles y en cuanto a trabajos t¨¦cnicos, directoras, directoras de fotograf¨ªa, guionistas¡­ no solo quiero interpretar mujeres fuertes, querr¨ªa trabajar con m¨¢s directoras. Y me gustar¨ªa dirigir un d¨ªa, ya tengo un par de proyectos para el largo plazo. Har¨ªa una pel¨ªcula solo de mujeres, con todo un equipo de mujeres detr¨¢s de las c¨¢maras". Toma aliento y se autoconfirma. "No, no me pongo l¨ªmites".

Valerian y la ciudad de los mil planetas se estrena el 18 de agosto.