Multiverso

Vas por la calle y una encuestadora te pregunta cu¨¢l es el gran problema que le queda por resolver a la ciencia. Curar el c¨¢ncer, responder¨¢s si perteneces al tipo apresurado; erradicar las enfermedades hereditarias, si est¨¢s m¨¢s informado; el origen de la vida, c¨®mo funciona el cerebro y c¨®mo podemos acoplarlo a una m¨¢quina para poder expandir nuestra conciencia, y acaso la de la m¨¢quina. Los f¨ªsicos est¨¢n hechos de otra pasta. Se preguntan por los or¨ªgenes, s¨ª, pero no de nuestro cerebro o de la vida en nuestro planeta, sino de la existencia en su conjunto, el origen del cosmos y de todo lo que existe. Si le preguntas a Martin Rees cu¨¢les son las grandes cuestiones pendientes, te responder¨¢ que son dos: saber si nuestro Big Bang es solo uno entre muchos, tal vez entre infinitos otros; y si, en caso de ser cierto lo anterior, todos los universos son iguales o tienen diferentes leyes cada uno. No me refiero al C¨®digo Penal, sino a las leyes de Newton, las ecuaciones de Maxwell, la relatividad de Einstein y todas esas cosas que rigen nuestro mundo. Pero que tal vez sean distintas en otros universos.

La idea del multiverso est¨¢ muy lejos de la demostraci¨®n emp¨ªrica. Eso quiere decir que por el momento no es f¨ªsica, sino metaf¨ªsica, pero es una clase de metaf¨ªsica que subyuga a nuestros mejores f¨ªsicos te¨®ricos. F¨ªsicos de la altura de Leonard Susskind, Alan Guth, Michio Kaku, Brian Greene o el propio Rees parecen convencidos de que nuestro universo es solo uno entre muchos, tal vez infinitos, otros. Por supuesto, la m¨¢s m¨ªnima prueba experimental de lo contrario les har¨¢ cambiar de opini¨®n. Eso es lo que significa ser un cient¨ªfico. Pero hoy por hoy su opci¨®n es el multiverso, aunque solo se apoyen en la filosof¨ªa del juez Potter Stewart, cuando le enfrentaron al problema de definir la pornograf¨ªa: ¡°No s¨¦ definirla, pero la reconozco cuando la veo¡±. As¨ª es tambi¨¦n el multiverso.

El multiverso es la soluci¨®n para una incre¨ªble variedad de enigmas de la f¨ªsica. El gato de Schr?dinger, por ejemplo, que vive o muere seg¨²n un suceso cu¨¢ntico del que solo es posible predecir la probabilidad, y que en nuestro mundo acaba apareciendo o bien vivo o bien muerto, completar¨ªa su biograf¨ªa gracias a la existencia de dos universos: uno en el que el gato est¨¢ vivo y otro en el que est¨¢ muerto. Y hay muchos m¨¢s argumentos a favor del multiverso.

El fondo de la cuesti¨®n no es tan metaf¨ªsico como matem¨¢tico. Si todo lo que permiten las ecuaciones puede ocurrir, deber¨¢ ocurrir en alg¨²n mundo. Ya puedes volver al chiringuito.