2018: el a?o en el que Freddie Mercury volvi¨® cuando el mundo m¨¢s lo necesitaba
Hemos vivido 12 meses donde ha triunfado el enfrentamiento en casi todos los ¨¢mbitos. Solo ha habido alguien que nos ha unido: ¨¦l
No puede ser casualidad que Freddie Mercury y Mary Poppins hayan regresado a nuestras vidas a la vez. A trav¨¦s de sus pel¨ªculas, Bohemian Rhapsody y El regreso de Mary Poppins, han resurgido como dos agentes de la nostalgia para revalidar su lugar en la memoria sentimental del pueblo: la ¨²ltima vez que vimos a la ni?era m¨¢s famosa del cine prometi¨® que volver¨ªa cuando los vientos arrecien m¨¢s fuerte. Pues ahora la sociedad est¨¢ en plena borrasca. ?Su misi¨®n? Salvar a todo el que se cruce en su camino. ?De qu¨¦? Probablemente de s¨ª mismos. ?Su estrategia? Desarmar el cinismo mediante un subid¨®n de az¨²car, un vestuario extravagante y un mont¨®n de canciones pegadizas.
En una sociedad que a veces parece dise?ada para dividir, compartimentalizar y enfrentar, sus habitantes se re¨²nen ocasionalmente para ponerse de acuerdo en algo: Freddie Mercury
Mercury y Poppins comparten tambi¨¦n su car¨¢cter exc¨¦ntrico, su gusto por la teatralidad y cierta tendencia a la arrogancia. Y durante estas Navidades, ambos han unificado a todo el planeta bajo una misma obsesi¨®n. En una sociedad que a veces parece dise?ada para dividir, compartimentalizar y enfrentar, sus habitantes se re¨²nen ocasionalmente para ponerse de acuerdo en algo: el turr¨®n, Mary Poppins, Freddie Mercury. Desde su estreno el 31 de octubre, Bohemian Rhapsody ha superado los tres millones de espectadores en Espa?a, es la cuarta pel¨ªcula m¨¢s taquillera del a?o y a este ritmo (el fin de semana pasado fue la tercera mas vista, subiendo al primer puesto entre semana) acabar¨¢ a¨²n m¨¢s alto. Adem¨¢s, es la ¨²nica del top 10 mundial que no es una secuela.
No solo ha ido a verla gente que recuerda los viajes en coche con sus padres y sus hermanos mayores escuchando Queen, sino que dentro de unos a?os habr¨¢ nost¨¢lgicos que recuerden cuando fueron a ver Bohemian Rhapsody con sus padres. Esta pel¨ªcula ha propulsado el relevo generacional de la banda: este mismo mes, Bohemian Rhapsody se ha erigido como la canci¨®n del siglo XX m¨¢s escuchada en el siglo XXI.
No solo ha ido a verla gente que recuerda los viajes en coche con sus padres y sus hermanos mayores escuchando Queen, sino que dentro de unos a?os habr¨¢ nost¨¢lgicos que recuerden cuando fueron a ver 'Bohemian Rhapsody' con sus padres
Este fen¨®meno indica que Queen y, m¨¢s concretamente, Freddie Mercury es uno de los productos pop que m¨¢s y mejor atrae a p¨²blico de diferentes generaciones, clases, g¨¦neros, razas, condiciones sexuales y gustos musicales. Una muestra m¨¢s de que Mercury, en definitiva, le gusta a todo el mundo.
Esta unanimidad le otorga cierta p¨¢tina religiosa al legado de Freddie Mercury. Esos dos minutos del concierto Live Aid de 1985 en los que Mercury detiene su actuaci¨®n (y detiene el tiempo) para arrancarse por sus emblem¨¢ticos ¡°lerolero¡± demuestran que la masa, que repite sumisa sus alaridos, est¨¢ entregada al ¨¦xtasis. En una actuaci¨®n de apenas 20 minutos, Mercury levant¨® el estadio Wembley y lo convirti¨® en un templo donde ¨¦l era Dios, predicador y mes¨ªas.
Su evangelio musical suena atemporal, porque ha envejecido mejor que el resto de canciones de la ¨¦poca (con la excepci¨®n deliberada de moderneces com la banda sonora de Flash), y la energ¨ªa tribal de Mercury sigue removiendo las emociones m¨¢s primitivas del p¨²blico. We are the champions sirve para una final deportiva pero tambi¨¦n para sentirse un campe¨®n en la vida al menos durante dos minutos y 59 segundos, We will rock you despierta un euf¨®rico sentido de pertenencia a la comunidad que la celebra con palmadas y brazos en alto, Bohemian Rhapsody es sencillamente una pieza musical que no se parece a ninguna otra cosa que hayas escuchado.
La m¨²sica de Queen alcanz¨® un estado casi sublime al equilibrar la dureza y la sensibilidad, el pop y el rock, lo oper¨ªstico y lo intimista, con el que sigue seduciendo por igual al que escucha su m¨²sica mientras compra regalos de Navidad en el centro comercial y al mel¨®mano m¨¢s cascarrabias.
Su evangelio musical suena atemporal y la energ¨ªa tribal de Mercury sigue removiendo las emociones m¨¢s primitivas del p¨²blico
La pel¨ªcula no ha logrado la misma unanimidad, pero no deja de ser perverso que incluya una escena que sobreimpone en la pantalla una tormenta de frases de cr¨ªticos destruyendo la canci¨®n que le da t¨ªtulo mientras el espectador sonr¨ªe ante la paradoja de que la rapsodia bohemia se haya acabado convirtiendo en uno de los mayores cl¨¢sicos populares de nuestro tiempo.
La moraleja es que el p¨²blico siempre har¨¢ lo que le d¨¦ la gana y la recaudaci¨®n de la pel¨ªcula, a pesar de sus feroces cr¨ªticas, es un ejemplo perfecto de ello porque Bohemian Rhapsody ha llevado al cine a gente que ya no iba nunca. En tiempos de secuelas, franquicias, reboots y universos expandidos, el p¨²blico ha vuelto a recordar lo que se siente disfrutando una pel¨ªcula con principio y final.
Y menudo final.
Una de las claves del triunfo del que ya es el biopic musical m¨¢s taquillero de la historia es terminar por todo lo alto con el Live Aid, relegando la agon¨ªa y la muerte a unas inevitables cartelas antes de los cr¨¦ditos. En la pel¨ªcula, Freddie Mercury es inmortal. Algunos han criticado que edulcore la espiral de autodestrucci¨®n de Mercury a principios de los 80 y deposite en su entonces pareja (Paul Prenter, a quien Brian May, productor de la pel¨ªcula, detestaba) todas las cualidades de villano caricaturesco al convertirlo en un cruce entre Yoko Ono, Courtney Love y el m¨¦dico de Michael Jackson. Lo cierto es que las decisiones que toma la pel¨ªcula, que es una dramatizaci¨®n y no un documental, han demostrado ser efectivas entre el gran p¨²blico. Ese mismo gran p¨²blico al que Freddie Mercury viv¨ªa obsesionado por conquistar.
Porque cualquiera necesita sentir ese triunfo de 'We are the champions', esa comuni¨®n con los que le rodean de 'We will rock you' y esa fe en la m¨²sica de 'Bohemian Rhapsody'. Y ahora, con la que est¨¢ cayendo, m¨¢s que nunca
Porque a trav¨¦s de los a?os, las canciones de Queen siempre han estado por encima del resto de aspectos de la banda. Freddie Mercury no ha dejado de caerle bien al p¨²blico, que no ha juzgado ni su estilo de vida, ni sus decisiones, ni su rimbombante grandilocuencia: ha pasado a la posteridad como un artista de talento sobrenatural, un hombre luchador y una leyenda que existi¨® en una dimensi¨®n superior al resto de seres humanos.
Porque cualquiera necesita sentir ese triunfo de We are the champions, esa comuni¨®n con los que le rodean de We will rock you y esa fe en la m¨²sica de Bohemian Rhapsody. Y ahora, con la que est¨¢ cayendo, m¨¢s que nunca. Esta Navidad, si la conversaci¨®n se pone tensa, podremos refugiarnos en la frase "?hab¨¦is visto la peli de Freddie Mercury?" con la certeza de que va a hermanar a todos los comensales.?
Quiz¨¢ s¨ª sea casualidad que Mary Poppins y Freddie Mercury hayan regresado a la vez, pero lo que no es casualidad es el entusiasmo con el que les hemos abrazado. No han vuelto cuando quer¨ªamos, pero s¨ª cuando m¨¢s les necesit¨¢bamos.
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