Instrucci¨®n 15

Deje la taza de caf¨¦ sobre la mesa de la sala. Es domingo, son las dos de la tarde. Recuerde que los domingos a las dos de la tarde sol¨ªan hacer otras cosas: despertar con resaca, leer en la cama, tocarse. Ahora est¨¢n hablando desde hace dos horas y ¨¦l ha dicho frases como ¡°tenemos que tener un proyecto juntos¡±, y despu¨¦s de cada una de esas frases usted ha sentido n¨¢useas, la sensaci¨®n de estar gritando dentro de un balde. Piense: ¡°Habla como un libro de autoayuda¡±. Piense: ¡°Callate: est¨¢s arruinando todo¡±. Preg¨²ntese d¨®nde est¨¢ el hombre con el cual tener sexo era, cada vez, como descubrir el fuego. El hombre con el que no hac¨ªa falta ¡°tener un plan¡± porque ¨¦l era el plan, y que ahora dice palabras como ¡°pareja¡±, ¡°reavivar¡±. Sienta que, con cada una de esas palabras, ¨¦l arroja piedras sobre una superficie de cristal. Vea c¨®mo parece satisfecho, sonr¨ªe melifluamente, estira la mano, quiere tocar la suya. Retr¨¢igase con un gesto que parezca casual, pero no permita que la toque. Piense en todas las amigas y amigos que le han contado sus propias ¡°charlas de pareja¡±, sus propias ¡°crisis¡±, y en todas las veces que usted les ha dicho: ¡°No te preocupes, seguro que se va a solucionar¡±, mientras pensaba: ¡°Ya termin¨®, s¨®lo que todav¨ªa no lo sabe¡±. Preg¨²ntese: ¡°D¨®nde est¨¢ el hombre que era mi h¨¦roe¡±. Si¨¦ntase salvaje y mal¨¦fica. Si¨¦ntase mejor que ¨¦l. Piense que esa conversaci¨®n los ha empujado hasta la ¨²ltima estr¨ªa que separaba la tierra del abismo. Mire c¨®mo ¨¦l tiene el rostro lleno de s¨²plica. Si¨¦ntase traicionada. Sienta desprecio y deseos de hacerle da?o. De olvidarlo en ese mismo momento. Escuche c¨®mo ¨¦l dice: ¡°Estamos juntos en esto, ?no, amor?¡±. Sienta que dentro de s¨ª acaba de comenzar una cuenta regresiva. Piense que llevar¨¢ esa agon¨ªa con perfidia y dignidad. Diga: ¡°S¨ª, amor, claro¡±.