R¨¦moras centroamericanas
Sin dirigentes solventes, ni pol¨ªticas que generen oportunidades y arraigo, el ¨¢rea seguir¨¢ condicionada por el paro, la pobreza, la corrupci¨®n y el ¨¦xodo de los j¨®venes

Am¨¦rica Latina despide otro ejercicio sin haber avanzado en la construcci¨®n de Estados de bienestar y haciendo m¨¦ritos para que buena parte de sus 620 millones de habitantes siga so?ando con la emigraci¨®n o sucumba al populismo. Incapaz de solucionar los desafueros sociales y la dependencia del precio de las materias primas, el cuerpo doctrinal del subcontinente permanece anclado en la inseguridad y el desencanto. Si los avatares de M¨¦xico, Brasil, Argentina o Colombia originaron grandes movimientos de poblaci¨®n en los siglos XX y XXI, Centroam¨¦rica apuntal¨® en 2019 una emigraci¨®n hacia Estados Unidos cuyas implicaciones pol¨ªticas, demogr¨¢ficas, econ¨®micas y culturales nublan el futuro del Tri¨¢ngulo Norte: Honduras, El Salvador y Guatemala.
El fracaso de los procesos de desarrollo, atribuibles a su enfoque y a la sucesi¨®n de desgobiernos y conflictos armados, modificaron el patr¨®n migratorio campo-ciudad, que ha sido sustituido por un sostenido ¨¦xodo hacia el norte, donde reside el 9% de los habitantes de esas tres naciones, el 60% indocumentado. Am¨¦rica Central es heterog¨¦nea pero comparte una ineludible vinculaci¨®n con Estados Unidos.
Sin dirigentes solventes, ni pol¨ªticas p¨²blicas que generen oportunidades y arraigo, el ¨¢rea seguir¨¢ condicionada por el paro, la pobreza, la corrupci¨®n, los 70.000 miembros de las maras, la extorsi¨®n, el narcotr¨¢fico y el ¨¦xodo de los j¨®venes. Esa agrupaci¨®n de r¨¦moras se suma al escaso amparo del Estado, los 100.000 nuevos demandantes de empleo cada a?o y los 200.000 retornados sin apenas horizonte laboral, entre ellos pandilleros bregados en las calles de Los ?ngeles.
La incompetencia pol¨ªtica, la rapi?a empresarial y el dogmatismo ideol¨®gico entronizaron en los setenta y ochenta las dictaduras militares del Cono Sur y los reg¨ªmenes c¨ªvico castrenses centroamericanos. Obligados por la represi¨®n y el hambre, millones partieron hacia Nueva York, Espa?a o Suecia. Las consecuencias de aquella conflictividad resuelta a tiros todav¨ªa perduran. Dif¨ªcilmente podr¨¢ lograrse la reconstrucci¨®n de la regi¨®n mientras sus habitantes se expatr¨ªen menospreciando la democracia.
El programa de desarrollo integral del sureste mexicano y norte de Am¨¦rica Central para frenar la emigraci¨®n, concebido por el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, acert¨® en la identificaci¨®n de la hoja de ruta pero constituye otra magnifica pieza de la ret¨®rica latinoamericana, una exposici¨®n de problemas sin los recursos ni la paciencia para solucionarlos.
Algunos de los prop¨®sitos del programa son los siempre prometidos y nunca completados: becas, educaci¨®n, eliminaci¨®n de privilegios, rendici¨®n de cuentas e inversi¨®n. Sin viabilidad pol¨ªtica ni econ¨®mica, probablemente pasar¨¢ al olvido municionando de paso a los pol¨ªticos milagreros. Apenas hay espacio para la confianza. El crecimiento de las remesas bonifica la econom¨ªa pero descubre el drama de un vaciamiento nacional y una dispersi¨®n familiar sin fecha de caducidad. Los env¨ªos de dinero desde el extranjero representan el 20,7% del PIB de El Salvador, el 20,1% del de Honduras y el 12,1% del de Guatemala, frente a menos del 2% del conjunto de Am¨¦rica Latina y El Caribe, y en torno al 1% global.
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