Terapia de algas a la irlandesa
Killcullen Seeweed Baths, un spa centenario a pie de playa en el condado de Sligo
Las algas bailan en agua humeante. Parecen moverse a su antojo. Nadan en 450 litros de mar, en una ba?era antigua. Desprenden aceites y yodo, que dejan un rastro de color ¨¢mbar y verdoso en la tina de cer¨¢mica. Despu¨¦s de un rato, el vaho lo emborrona todo, se?al de que hay que relajarse y disfrutar. La algoterapia acaba de empezar.
¡°Las algas marinas se utilizaban para enfermedades como el reumatismo y la artritis. Ahora tambi¨¦n para la piel. Gracias a sus aceites, son el hidratante natural m¨¢s puro¡±, explica Edward Killcullen, propietario de un negocio con solera que lleva el apellido familiar.
Los Killcullen Seeweed Baths est¨¢n situados a pie de playa, en Enniscrone, en el condado de Sligo. Aqu¨ª han sabido mantener una tradici¨®n irlandesa que fue muy popular en las zonas de costa, sobre todo en la segunda mitad del XIX. A mediados del siglo pasado, a este edificio ¡°le llam¨¢bamos la vaca, porque la zona estaba llena de granjas, y por los colores de la fachada¡±, recuerda el propietario. Como si fuera una fotograf¨ªa en blanco y negro, sigue intacta tambi¨¦n la decoraci¨®n interior de este spa centenario: la grifer¨ªa de cobre original, las baldosas con adornos en las paredes y los suelos de madera. Todo muy vintage. ¡°Todo exactamente igual ¨Ca?ade Edward- a como era cuando se abrieron en 1912¡±, incluido el ritual que conlleva la preparaci¨®n de los ba?os.
Con las botas altas de goma y la cesta de mimbre colgada del brazo, Edward desaf¨ªa a la marea, que sube r¨¢pidamente. La despensa est¨¢ justo enfrente de casa. De la playa recolectan las algas y bombean el agua. ¡°Somos los ¨²nicos que la utilizamos ¨²nicamente de mar, sin mezclar¡±, dir¨¢ poco despu¨¦s su mujer Christine, zambullida y utilizando las algas como si fueran una esponja.
Las plantas se lavan y a trav¨¦s de un tubo se aplica un chutazo de vapor que aviva su color verde. ¡°Sirve para que liberen los minerales y est¨¦n listas para soltar los aceites y el yodo¡±, explica Edward mientras abre el grifo para llenar la ba?era. ¡°En el pasado, para calentar el agua se utilizaba carb¨®n. Hab¨ªa una persona encargada exclusivamente de esta tarea¡±, rememora el propietario al tiempo que remueve la mezcla en la tina enorme, ahora casi llena. Las algas bailan en agua humeante.
Despu¨¦s de media hora de chapuz¨®n, las preocupaciones se cuelan por el desag¨¹e y la piel queda tersa y suave, como en un anuncio de la tele. ¡°En los meses de verano, el mejor momento de las algas, el ba?o puede tener la consistencia del aceite de oliva¡±, pero sin pringar, asegura.
Los ba?os son habitaciones discretas, con una o dos ba?eras (para disfrutar en compa?¨ªa) y con lo que llaman sauna individual, aunque parezca m¨¢s una de esas cajas para hacer trucos de magia. A la vista solo la cabeza. Para accionar la palanca que suelta otra vaharada de vapor hay que hacerlo a tientas.
Aqu¨ª el remoj¨®n de algas ¡°es como beberse una pinta en un pub genuino¡±, apostilla convencido este irland¨¦s de mirada cristalina. Todo muy aut¨¦ntico. Todo muy vintage.
{ "active": true, "code": "186609", "elementType": "offerExtension", "id": 10, "name": "GALWAY", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.