Viaje en el ascensor m¨¢s r¨¢pido del mundo

Desde cualquier rinc¨®n de la capital taiwanesa se observa el Taipei 101, inm¨®vil y eterno; por la noche las luces envuelven su fachada y durante el d¨ªa su continua presencia nos recuerda el formidable desarrollo que ha vivido la ciudad en los ¨²ltimos a?os. Este edificio, que aloja un centro comercial, bien vale una visita, aunque sea solo para subir en su ascensor.

El 31 de diciembre del a?o 2004 se abr¨ªan las puertas del que fuera el rascacielos m¨¢s alto del planeta hasta la apertura del Bhurj Khalifa en Dubai en 2010. Esta mole situada en pleno coraz¨®n del distrito financiero de Taipei, Xinyi, se encarg¨® de romper la barrera de los 500 metros (mide 508, incluida su aguja) en este tipo de edificaciones, algo in¨¦dito por aqu¨¦l entonces.

En julio de 2011 el edificio ideado por C. Y. Lee fue condecorado con la certificaci¨®n LEED (acr¨®nimo en ingl¨¦s de l¨ªder en dise?o y energ¨ªa medioambiental), otorgada por el Consejo de la Construcci¨®n Verde de Estados Unidos. Esta designaci¨®n, junto a otras como la equivalente taiwanesa EEWH, convierten te¨®ricamente al 101 en el edificio verde m¨¢s alto del mundo. Gracias a su dise?o inteligente, el consumo de agua potable es un 30% menor que la media de cualquier otra construcci¨®n de este tipo.

La CNN incluy¨® recientemente al Taipei 101 en la lista de los 25 mayores logros de la humanidad en ingenier¨ªa, en gran parte por el sistema de ascensores ideado por Toshiba para la edificaci¨®n. Antes de montarnos podemos ver la placa del Libro Guinnes de los Records que lo acredita como el elevador m¨¢s r¨¢pido del mundo (aqu¨ª un ranking mundial). Su velocidad m¨¢xima es de 1.010 m/min (16,8 metros en un segundo). Este futurista ascensor traslada a los pasajeros desde la quinta planta hasta?la n¨²mero 89, donde se encuentra el observatorio, en tan solo 37 segundos. Es casi como ir en avi¨®n: atentos a la sensaci¨®n que queda en los o¨ªdos al bajarse. La entrada para el observatorio cuesta 500 nuevos d¨®lares taiwaneses (unos 12 euros).

Por si todo esto fuera poco, el 101 tambi¨¦n puede presumir de contar con el amortiguador de viento (wind damper en ingl¨¦s) m¨¢s grande del planeta, que adem¨¢s es accesible al p¨²blico. El objetivo de este mecanismo es contrarrestrar los movimientos del rascacielos para protegerlo contra tifones, terremotos y otros desastres naturales. Consiste en una sorprendente estructura pendular coronada por una esfera dorada de 680 toneladas de acero, que habita entre las plantas 87 y 92, inm¨®vil a los ojos del visitante durante la mayor¨ªa del tiempo. Para verlo en acci¨®n, la web del edificio incluye un v¨ªdeo (no muy espectacular) durante el tif¨®n Krosa de 2007. M¨¢s divertidas resultan las aventuras de los Damper Baby, las mascotas del rascacielos, cuyo rechoncho cuerpecillo recuerda a la esfera de acero del amortiguador.