La Regi¨®n de Murcia, paso a paso y tapa a tapa
Este a?o, s¨ª. Por fin todo un puente para pasear por las calles de Murcia, visitar el Teatro Romano de Cartagena, descubrir el pasado templario de Caravaca de la Cruz o viajar a la Edad Media en Lorca. Acompa?ado con una marinera, un caldero o un caf¨¦ asi¨¢tico en la regi¨®n donde comer es, tambi¨¦n, un arte
A la Regi¨®n de Murcia hay que llegar mentalizado: aqu¨ª se acude para ser feliz. Clima, naturaleza, cultura, tradiciones y gastronom¨ªa van acompa?ados siempre de una sonrisa para quien cruza sus caminos y su historia.
Una ciudad abierta hasta el amanecer
Paseando por las calles de Murcia el pasado y el presente se funden en la retina, en la pituitaria y en el paladar. A cada paso se ve, se huele, se palpa la historia. Es lo que sucede en su plaza m¨¢s emblem¨¢tica, la del Cardenal Belluga, un constante ejercicio de evocaci¨®n entre legendarios aromas culinarios que brotan de los bares, al bullicioso son de las calles de alrededor. En la Catedral de Santa Mar¨ªa, pieza clave del Barroco espa?ol, conviven en armon¨ªa la conocida torre renacentista y otros elementos que abarcan desde el g¨®tico al neoclasicismo. Y frente al impresionante retablo barroco de su fachada (un regalo para la vista), el contempor¨¢neo Edificio Moneo juega con los ¨®rdenes cl¨¢sicos y demuestra que el respeto a la historia no est¨¢ re?ido con una arquitectura en libertad.
El Real Casino de Murcia es otra de las citas imprescindibles para los enamorados del arte, con espacios como el delicioso sal¨®n de baile estilo Luis XV. Merece la pena pasear sin rumbo ni horario por Traper¨ªa y Plater¨ªa, contemplar el atardecer en el Paseo del Malec¨®n y vivir la ciudad de terraza en terraza, de plaza en plaza, disfrutando hasta el amanecer del acogedor car¨¢cter de unas gentes que han hecho de la charla distendida delante de una ca?ica fresca todo un estilo de vida.
La novia del mar
Cartagena lleva m¨¢s de 3.000 a?os volcada hacia el mar, y ello la convierte en uno de los destinos m¨¢s atractivos del Mediterr¨¢neo. Curiosidades hist¨®ricas, como que el teatro de Carthago Nova, construido por el emperador Augusto en el siglo I a. C., no fue descubierto hasta el a?o 1988, se descubren visitando el museo del Teatro Romano, s¨ªmbolo indiscutible de Cartagena. Un conjunto arquitect¨®nico dise?ado por Rafael Moneo en el que cada sala es m¨¢s asombrosa que la anterior.
El Museo Naval y el Museo Nacional de Arqueolog¨ªa Subacu¨¢tica (Arqua) son dos citas imprescindibles en Cartagena. El famoso tesoro de la fragata Nuestra Se?ora de Las Mercedes o el submarino de Isaac Peral, s¨ªmbolo de la ciudad durante m¨¢s de 80 a?os, teletransportan a sus ¨¦picos tiempos en activo. Pasear en barco bordeando el sistema de fortificaciones de la bah¨ªa, practicar senderismo, buceo o, simplemente, disfrutar de sus playas son algunos de los placeres que Cartagena ofrece al visitante durante todo el a?o.
Donde el sol se hizo fuerte
El t¨¦rmino municipal de Lorca es el segundo m¨¢s grande de Espa?a, con 1.675 km?. En esa extensi¨®n caben paisajes tan diversos como las Tierras Altas del norte, el f¨¦rtil valle del Guadalent¨ªn o la costa virgen de Calnegre, declarada Parque Regional. Pero a Lorca el visitante acude llamado por la cultura: en su casco urbano conviven la ciudad moderna con todos los servicios y comodidades ?adem¨¢s de un centro hist¨®rico que es Conjunto Hist¨®rico Art¨ªstico desde 1964? y su castillo, declarado Monumento Nacional en 1931.
Conocido como la Fortaleza del Sol, es hoy un espacio tem¨¢tico de historia medieval que acoge exposiciones y visitas teatralizadas durante todo el a?o. Y en el mismo recinto se encuentra la sinagoga jud¨ªa, ¨²nica en Espa?a, al no haber sido utilizada por otras religiones. Y, hablando de religi¨®n, no est¨¢ de m¨¢s planificar la segunda visita en su famosa Semana Santa, universalmente c¨¦lebre por los desfiles b¨ªblico-pasionales y los bordados, signo de identidad de sus Pasos procesionales.
La historia sigue viva en Caravaca
Por Caravaca de la Cruz pasaron ¨ªberos, romanos y musulmanes, forjando su car¨¢cter fronterizo entre Murcia y Granada. Una ciudad que se fue aglutinando en torno al Castillo, levantado en el siglo XV por la Encomienda de los Templarios. Pero, si por algo es hoy conocida internacionalmente Caravaca, es por ser una de las Ciudades Santas de la cristiandad en el Santuario de la Vera Cruz, destino multitudinario durante todo el a?o.
Ese santuario y la Cruz que da nombre a la ciudad atraen a miles de peregrinos durante todo el a?o, pues aqu¨ª se puede obtener la indulgencia plenaria en cualquier momento, aunque celebrar¨¢ su pr¨®ximo A?o Jubilar en 2024. Es por este marcado car¨¢cter religioso por lo que Caravaca cuenta con uno de los mejores conjuntos de arquitectura religiosa de la Regi¨®n de Murcia. Y como buena ciudad fronteriza, sus gentes son abiertas, espont¨¢neas y bravas. De ello dan fe en las diferentes citas festivas anuales declaradas de Inter¨¦s Tur¨ªstico en distintos ¨¢mbitos como los Caballos del Vino, Moros y Cristianos o las Fiestas de las Cuadrillas de Barranda.
Gastroexperiencias: 1.001 sabores 'de aqu¨ª'
En esta región la gastronomía no se disfruta; se vive. Ir de cañas con el correspondiente tapeo se convertirá en uno de los motivos principales de la visita. Para hacerlo como un verdadero murciano, resulta imprescindible el aperitivo en la Plaza de las Flores, con una marinera (ensaladilla rusa como base de una anchoa en aceite) y un matrimonio (anchoa y boquerón). En Cartagena no puede faltar el arroz caldero seguido de un café asiático. Los caravaqueños son famosos por sus migas ruleras, los potajes y la tartera. Y en Lorca son famosos platos como el de arroz y pavo, el trigo con conejo, la olla gitana y, de postre, las milhojas y la tortada lorquina. Para conocer todos estos platos no hay más que entrar en 1.001 sabores de la Región de Murcia y preparar la maleta (y las glándulas salivales).