La Laguna de Melides y otros secretos portugueses que la heredera de Cinzano quiere proteger
Playas, reservas naturales, ruinas romanas y hoteles sostenibles forman parte del entorno de la laguna, en la regi¨®n de Grandola. Cualquier viajero puede explorar a pie o en los paseos en remo una albufera que atraviesa prados, pinares y arrozales
Correteando entre ladridos, 14 perros compiten por llamar la atenci¨®n de su due?a, la condesa Noem¨ª Marone Cinzano, en el jard¨ªn de su finca de Melides, al sur de Portugal. Liderando la manada, la empresaria del vino, heredera y exdirectora de la famosa compa?¨ªa de verm¨² Cinzano, despliega a su paso el aura aristocr¨¢tica que la emparenta con su tambi¨¦n amigo, el rey Juan Carlos I. Se dirige al porche de su amplia y luminosa residencia portuguesa y desde all¨ª contempla, junto a uno de sus perros, el paisaje de arrozales de la Laguna de Melides. Bell¨ªsimo y, tambi¨¦n, amenazado.
¡°Como dice Chistian, es mucho m¨¢s f¨¢cil apreciar la belleza de los tejados parisinos cuando el que los observa vive fuera de Par¨ªs¡±, dice esta italiana enamorada del estilo de vida portugu¨¦s, desde que lleg¨® a la regi¨®n en 1989. Christian es Louboutin, el afamado dise?ador franc¨¦s de calzado de lujo, amigo ¨ªntimo de Marone, su vecino en Melides y socio en Interdital Melides, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que, con el apoyo de la Facultad de Ciencias de Lisboa, promueve la biodiversidad de la regi¨®n y sus dunas, mantiene un observatorio de aves y fomenta el cultivo sostenible de arroz en esta zona perteneciente a la Red Natura 2000 y, desde 2010, ¨¢rea protegida de inter¨¦s nacional por la riqueza de su fauna y flora. ¡°Quiero contribuir a que los portugueses aprecien y protejan su laguna¡±, explica sobre esta zona que cualquier viajero puede explorar a pie o en los paseos en remo que se organizan al atardecer por una albufera que atraviesa prados, pinares y arrozales hasta bajar a la playa.
En tiempos mejores, cuando Marone lleg¨® aqu¨ª, cientos de flamencos sobrevolaban a diario sus cielos. A?o tras a?o, la disminuci¨®n del nivel del agua en la laguna y el incremento del n¨²mero de peces muertos en sus orillas hizo evidente que un n¨²mero desconocido, pero considerable de pozos ilegales, construidos sin autorizaci¨®n municipal en propiedades privadas, drenaba su agua, desecaba la laguna e imped¨ªa, a su vez, el riego de los campos de arroz. Como en un proceso en cadena, la carest¨ªa de agua en los arrozales llev¨® a los agricultores a emplear mayor cantidad de insecticida para proteger sus plantaciones, lo que aument¨® la mortalidad de los peces. Despu¨¦s de a?os de sobreexplotaci¨®n, y pese al delicado momento que atraviesa el entorno, un recorrido a pie o la visita al observatorio de aves de la zona permite a¨²n avistar un buen n¨²mero de patos que anidan, aves de rapi?a o lim¨ªcolas, junto a otras especies como el correlimos gordo, la cresta o la tarabilla com¨²n.
En una regi¨®n eminentemente tur¨ªstica, Marone, que vive a caballo entre esta finca de 50 hect¨¢reas y otra en Argentina, donde desarrolla su actividad vin¨ªcola, se ha propuesto recuperar el esplendor perdido de la zona uniendo esfuerzos entre la poblaci¨®n local, los extranjeros atra¨ªdos por el encanto de la regi¨®n (Melides est¨¢ a menos de 30 kil¨®metros de la muy de moda Comporta) y los propietarios internacionales de los hoteles que se multiplican por la regi¨®n de Grandola. Con el apoyo de algunas entidades p¨²blicas, el objetivo de la asociaci¨®n que preside es proteger la biodiversidad de la laguna con un ambicioso plan de reconversi¨®n del cultivo tradicional de arroz por un modelo que consuma menor cantidad de agua y proteja su laguna, la joya de la corona de Melides y su entorno. Aunque no la ¨²nica.
Gu¨ªa imprescindible para conocer Melides
Noemi Marone lleg¨® a la regi¨®n invitada por un amigo. ¡°Me encant¨® el pa¨ªs, me fascin¨® la gente y, tras poner en marcha mis plantaciones de vino en Sudam¨¦rica, decid¨ª que tendr¨ªa un pie en Portugal para seguir en contacto con Europa¡±. Junto a la condesa recorremos las recomendaciones imprescindibles para el viajero que quiera conocer a fondo la zona. Adem¨¢s de la Laguna de Melides, otros parajes naturales cercanos pueden ser perfectos para pasear al final del d¨ªa o practicar deportes acu¨¢ticos no motorizados.
- Playa de Melides. La larga ensenada de arena que separa el mar de la Laguna de Melides es una playa de arena dorada, tranquila y extensa, ideal para quienes buscan alejarse de las masificaciones, explorar sus dunas bien conservadas o regalarse un passeio a cavalo.
- Hoteles sostenibles. Lujosos y perfectamente integrados en el paisaje, como el Quinta da Comporta, con su impresionante piscina de 40 metros con vistas a los campos de arroz. Interesados en recuperar la arquitectura y gastronom¨ªa tradicionales, como el Independente Comporta. Aislados entre alcornocales y pinadas, como Sublime Comporta. O entregados a la versi¨®n m¨¢s lujosa de la artesan¨ªa portuguesa, como Vermelho, propiedad de Christian Louboutin. ¡°Su idea fue poner en marcha un hotel sostenible, que no fuera invasivo para la comunidad local, sino que aportara recursos y trabajo para evitar el vaciamiento de peque?os pueblos de la zona¡±, cuenta Noemi Marone sobre el hotel de su amigo y dise?ador.
- Paseos en barco por la Reserva natural del Estuario del Sado. Desde el Puerto deportivo de Troia es posible realizar paseos en barco para observar los delfines mulares que habitan en el estuario junto a otras especies de aves y mam¨ªferos marinos. Estos recorridos son una excelente manera de explorar la biodiversidad local y de disfrutar de las impresionantes vistas de la costa de Troia y la Serra da Arr¨¢bida.
- Ruinas romanas de Troia. Al norte de Melides, en plena pen¨ªnsula de Troia, se encuentra uno de los yacimientos arqueol¨®gicos m¨¢s importantes de Portugal. Las ruinas romanas de Troia, que datan del siglo I a. C., fueron un importante centro de producci¨®n de conservas de pescado e incluyen restos de una necr¨®polis y ba?os romanos. Una visita a este lugar, Monumento Nacional desde 1910, revela la presencia romana en la costa del Alentejo.
- Comporta. A solo media hora desde Melides, el pueblo de Comporta se debate entre la pervivencia de las casas con techo de paja y los hoteles y tiendas m¨¢s sofisticados, que han convertido este municipio y su playa en el refugio m¨¢s exclusivo de la costa portuguesa.
- Muelle sobre pilotes de Carrasqueira. Situado cerca de Comporta, este muelle, construido en los a?os 50 y 60 sobre pilotes y tablas de madera, es una obra maestra de la ingenier¨ªa popular. A orillas del estuario del Sado, sigue siendo empleado por los pescadores locales y ofrece unas vistas impresionantes al amanecer y el atardecer.
- Observaci¨®n de aves. El Estuario del Sado es uno de los mejores lugares para la observaci¨®n de aves en Portugal y atrae a especies migratorias y residentes. Flamencos, garzas y cig¨¹e?as son algunas de las aves que sobrevuelan las marismas y humedales que rodean Troia.
- Playas de Troia. Las playas de la pen¨ªnsula de Troia son algunas de las m¨¢s bellas y mejor conservadas de la regi¨®n, con arena blanca y aguas tranquilas. Adem¨¢s de la playa de Troia-Mar, tambi¨¦n destacan la Praia da Comporta y la Praia do Carvalhal, las preferidas de las familias y de los amantes de los deportes acu¨¢ticos.
Un paseo entre arrozales
Caminar entre los arrozales cercanos a la Laguna de Melides es una de las experiencias m¨¢s aut¨¦nticas para cualquier viajero que quiera explorar la zona. Durante un paseo cercano a la laguna, Miguel Vieira, director t¨¦cnico de Interdital Melides, nos explica c¨®mo el proyecto de transformaci¨®n del sistema de cultivo de arroz, que abarca 160 hect¨¢reas de arrozales, parte de la idea de sustituir la acequia de la d¨¦cada de los 40 que distribu¨ªa el agua por un sistema de riego m¨¢s eficiente y que evite cultivos de arroz en zonas cercanas a dunas de arena.
¡°El cultivo tradicional consist¨ªa en anegar los campos con agua y distribuir la semilla del arroz lanz¨¢ndola al aire. El nuevo sistema produce una cantidad ligeramente inferior de arroz, pero, a cambio, emplea un 30% menos de agua y ahorra en fertilizantes, herbicidas y semillas, ya que al plantar en profundidad la simiente en lugar de en superficie, evita que las aves de paso se la coman. As¨ª, mientras que el sistema antiguo destinaba unos 200 kilos de simiente por hect¨¢rea (el 20 por ciento de las ellas se las acaban comiendo las aves) ahora solo se necesitan 130 y el agricultor se ahorra invertir en sistemas para ahuyentar las aves¡±, detalla.
Para lograr que los agricultores se animen a probar el nuevo modelo de cultivo (solo dos de los 12 de la zona se resiste por el momento), la asociaci¨®n paga un bono anual que financian mecenas como Marone y Louboutin y otros empresarios con intereses en el turismo sostenible, que examinan a los agricultores para valorar el cumplimiento del nuevo sistema. As¨ª cada propietario de un arrozal recibe en torno a 2.500 euros por hect¨¢rea, lo que se suma a las ayudas gubernamentales y al pago por el cese de los cultivos menos eficientes en el uso del agua.
¡°Los an¨¢lisis de nuestro arroz, ahora que empleamos menos fertilizantes, pesticidas y herbicidas, han detectado que es apto hasta para comida para beb¨¦s¡±, nos cuenta satisfecho Joaqu¨ªn, un agricultor de la zonza que cultiva 70 hect¨¢reas de terreno desde hace 36 a?os.
¡°Los agricultores de la regi¨®n han vivido acostumbrados a regar sus campos sin control. Nosotros queremos cambiar esa cultura¡±, resume Noemi Marone Cinzano. Con el menor uso de agua en los arrozales, Interdital persigue que el caudal que atraviesa los campos desemboque de nuevo en la Laguna. Adem¨¢s, la organizaci¨®n promueve, junto con la promotora inmobiliaria estadounidense Discovery Land, la construcci¨®n de una desalinizadora. ¡°Los extranjeros podemos ser muy invasivos, pero tambi¨¦n muy conscientes de la importancia de trabajar por la sostenibilidad¡±, cuenta Marone sobre los proyectos de Interdital, que ha conseguido recaudar la mitad del medio mill¨®n de euros que cuestan los estudios geot¨¦cnicos de la zona, con la intenci¨®n de que las administraciones portuguesas y europeas pongan en marcha la construcci¨®n de dos peque?os embalses que protejan la Laguna de Melides y su fabuloso entorno.