10 experiencias imprescindibles para conocer Polonia
Un viaje por el pa¨ªs europeo para descubrir la historia y la cultura de sus principales ciudades (Cracovia y Varsovia), disfrutar de los arenales del mar B¨¢ltico, las monta?as y los lagos del pa¨ªs, sin olvidar el sombr¨ªo recordatorio del campo de concentraci¨®n de Auschwitz-Birkenau

Historia y castillos medievales, un interesante legado jud¨ªo y recuerdos del periodo comunista se mezclan en Polonia. Este pa¨ªs europeo se ha convertido en uno de los destinos preferidos por los estudiantes del continente. Las razones son varias: su colorida cultura tradicional, sus reservas naturales en las que, incluso, quedan bisontes, sus monta?as incre¨ªbles entre las que est¨¢n los C¨¢rpatos y los lagos de Varmia y Masuria, sus precios asequibles y buenas comunicaciones. Para los universitarios destacan especialmente los barrios enteros dedicados al ocio y la vida nocturna. Y, en verrano, la fiesta se traslada al mar, a las playas del mar B¨¢ltico, en el norte.
A continuaci¨®n, desglosamos 10 experiencias (y razones) para lanzarse a un viaje por el pa¨ªs que van desde descubrir la historia y la cultura de las principales ciudades de Polonia (Cracovia y Varsovia), pasando por disfrutar de lor arenales del B¨¢ltico y realizar excursiones en sus parajes naturales, hasta una revisi¨®n hist¨®rica en Auschwitz-Birkenau, el mayor campo de extermino nazi, del que se acaba de cumplir el 80? aniversario de su liberaci¨®n.
1. Descubrir la historia de Polonia en Cracovia
Cracovia hace a?os que vive un renacimiento. No solo es el principal destino tur¨ªstico del pa¨ªs, sino que tambi¨¦n es el preferido por los estudiantes europeos. Adem¨¢s, es una ciudad literaria e hist¨®rica. Por un lado, ha aportado a la cultura polaca poetas, fil¨®sofos y premios Nobel. Y, por otro, arrastra cap¨ªtulos hist¨®ricos que se condensan en el terror de la Alemania nazi y en las d¨¦cadas de la represi¨®n sovi¨¦tica.
En sus calles y plazas hay un ambiente ¨²nico en el que se mezclan la historia y la arquitectura. La inmensa Rynek G?¨®wny, que es la mayor plaza de mercado de Europa, es el centro de todo. Y sobre el casco antiguo, en lo alto de una colina, domina el magn¨ªfico castillo de Wawel. A estos dos monumentos, que son los m¨¢s visitados de la ciudad, hay que a?adir la Universidad Jagell¨®nica (una de las m¨¢s antiguas del continente), el barrio jud¨ªo de Kazimierz, restaurantes, museos y galer¨ªas y una vida nocturna para entender por qu¨¦ es una ciudad de visita obligada.
Más información en la guía Lonely Planet de Polonia y en www.lonelyplanet.es.
Son varios los estilos arquitect¨®nicos (rom¨¢nico, g¨®tico, renacentista, barro?co y modernismo) que se hallan representados en Kazimierz, al sureste de la Ciudad Vieja. Esto es posible gracias a que Cracovia sobrevivi¨® casi intacta a la II Guerra Mundial. A pesar de que la siniestra sombra del Holocausto planea sobre la ciudad (la mayor¨ªa de la poblaci¨®n jud¨ªa del barrio mur¨® en las c¨¢maras de gas de Be??ec y Auschwitz-Birkenau), la cultura jud¨ªa est¨¢ renaciendo. Abandonado en la ¨¦poca co?munista, el barrio jud¨ªo ha renacido en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas y su popularidad actual se debe, en gran medida, a Steven Spielberg, que rod¨® all¨ª una parte de La lista de Schindler (1993). Aparte de sus sinagogas, lugares de la memoria jud¨ªa y mu?seos, Kazimierz es el faro de la vida nocturna cracoviana: bares, terrazas y cervecer¨ªas abiertos hasta altas horas de la noche. Su centro neur¨¢lgico es Plac Nowy, una peque?a plaza con mucho ambiente dominada por un edificio circular que antiguamente era el mercado de carne.

Al sur de Kazimierz y comunicado por varios puentes sobre el V¨ªstula, est¨¢ Podg¨®rze, un aut¨¦ntico gueto jud¨ªo creado por el r¨¦gimen nazi el 1941 para confinar a toda la poblaci¨®n jud¨ªa antes de ser enviada a los campos de concentraci¨®n. La zona est¨¢ experimentando una r¨¢pida transformaci¨®n: sus edificios industriales se han reconvertido en bares y caf¨¦s, y sus pi?sos son ahora de los m¨¢s demandados. Aqu¨ª es obligatorio visitar el t¨²mulo de Krakus ¡ªsupuesta sepultura del fundador de la ciudad¡ª y los museso la F¨¢brica de de Oskar Schindler y el Museo de Arte Contempor¨¢neo en Cracovia (MOCAK).
A unos 14 kil¨®metros al sureste de la ciudad, la mina de sal de Wieliczka es una de las principales atracciones del ¨¢rea metropolitana de Cracovia. El lugar cuenta con una capilla, varios lagos sub?terr¨¢neos y numerosas estatuas de sal.
2. Varsovia a trav¨¦s de sus museos y palacios
Varsovia, la capital, resume la historia m¨¢s reciente del pa¨ªs a trav¨¦s de dos musesos: el Museo del Alzamiento de Varsovia y el Museo POLIN de Historia de los Jud¨ªos Polacos. En el primero, se refleja uno de los momentos m¨¢s oscuros que sufri¨® la ciudad: la revuelta contra la dominaci¨®n nazi; y el segundo expone la presencia jud¨ªa a lo largo de todo el territorio polaco. En el Museo de Fryderyk Chopin suenan las melod¨ªas del compositor nacido en Varsovia; y el Museo Neon es un derroche colorido de la era comunista.
En Varsovia tambi¨¦n hay espacio para la elegancia europea gracias al Palacio de Wilan¨®w y al Palacio Lazienki. El primero, rodeado por jardines, es considerado por muchos como el Versalles polaco. Y el segundo, situado en una isla artificial en su lago, destaca por su parque con caminos sombreados. Pero estos no son los ¨²nicos espacios verdes de la ciudad. Destacan la azotea ajardinada de la Universidad de Varsovia y el Jard¨ªn Saj¨®n, con estatuas cl¨¢sicas.

Al finalizar la II Guerrra Mundial, Varsovia fue destruida casi por completo. Por ello, la mayor parte de la zona hist¨®rica se reconstruy¨®. En ambas partes de la capital ¡ªla ciudad vieja y la ciudad nueva¡ª se ven edificios barrocos, g¨®ticos neocl¨¢sicos y renacentistas (todos reconstruidos), pero tambi¨¦n joyas arquitect¨®nicas del realismo sovi¨¦tico como el Palacio de la Cultura y la Ciencia o el contempor¨¢neo Centro de Ciencias Cop¨¦rnico. Otro enclave a destacar es Fabryka Norblina, que en sus inicio produc¨ªa plater¨ªa dom¨¦stica y que ahora es un centro de ocio. Tambi¨¦n es interesante la antigua cervecera Haberbusch i Schiele, convertida ahora en Browary Warszawskie, un espacio de ocio con cervezas artesanas y exquisiteces culinarias.
3. La costa polaca a orillas del B¨¢ltico
En el norte de Polonia, a orillas del mar B¨¢ltico y en la regi¨®n conocida como Pomerania, est¨¢n las playas del pa¨ªs, salpicadas de ¨¢mbar, castillos, pueblos tur¨ªsticos, bares de estilo caribe?o y mucha historia reciente. A lo largo de la costa hay lugares para todos los gustos, como la ciudad costera de Sopot, la animada Kolobrzeg o la elegante Szczecin.
Sopot es una ciudad de opuestos. Por un lado est¨¢n las casas elegantes frente al paseo mar¨ªtimo moderno y lleno de turistas y, por otro, a apenas unas calles, destacan las t¨ªpicas residencias polacas. Adem¨¢s, aqu¨ª los polacos ricos hacen ostentaci¨®n de su fortuna en restaurante lujosos, y est¨¢ llena de caf¨¦s literarios, locales nocturnos y jubilados y ni?os disfrutando de la playa. En verano, es un destino popular tanto para el turismo internacional como para el polaco.
M¨¢s al oeste est¨¢ Kolobrzeg, la mayor localidad tur¨ªstica de la costa polaca que atrae, principalmente, a turistas nacionales y alemanes. La ciudad se divide entre playa y en lo que antiguamente era el casco antiguo ¡ªarrasado por el Ej¨¦rcito Rojo en 1945¡ª, y sus museos y catedral inclinada merecen una exploraci¨®n.

Y en el este, cerca de la frontera con Alemania, est¨¢ la tercera de las grandes zonas de playa: Szczecin, visitada sobre todo por turistas alemanes. Es una ciudad importante, con mucha poblaci¨®n universitaria y con estilos arquitect¨®nicos de ¨¦pocas muy diversas. Por ejemplo, los decadentes edificios art nouveau de la ¨¦poca alemana, que reflejan el esplendor de otro tiempo, se mezclan con los centros comerciales de cristal y acero de la era postcomunista. Tras la II Guerra Mundial, la ciudad no se recontruy¨®. Y a pesar de que muchas de las v¨ªas principales se han renovado, a¨²n siguen vi¨¦ndose edificios me?dio en ruinas y solares abandonados en pleno centro.
Pero Pomerania no es solo playa. Tambi¨¦n tiene una zona de interior, atravesada por el r¨ªo V¨ªstula, que desemboca en el B¨¢ltico tras cru?zar el pa¨ªs. Su f¨¦rtil valle est¨¢ salpi?cado de iglesias y castillos construidos por una orden medieval de caballeros religio?sos, un contrapunto espl¨¦ndido al ambiente de las localidades de la costa.
4. La agitada evoluci¨®n de la ciudad de Gdansk
El epicentro de Pomerania es Gdansk, una ciudad con una historia ¨¦pica y una de las loca?lidades m¨¢s fascinantes de Europa. Aqu¨ª destacan colosales iglesias de ladrillo rojo, esbeltas casas de comerciantes encajadas entre palacios que flanquean viejas calles anchas y tortuosas callejas medievales en las que se celebran espect¨¢culos callejeros.
En sus museos y barrios puede recorrerse la agitada historia de la ciudad: desde los tiempos en que era un rico puerto hanse¨¢tico, a sus idas y venidas entre Prusia y Polonia, pasando por la destrucci¨®n casi total del casco antiguo por parte del Ej¨¦rcito Rojo en 1945 hasta las revueltas anticomunistas de las d¨¦cadas de 1970 y 1980. Legado hist¨®rico aparte, Gdansk es una animada metr¨®polis a la que no le falta ambiente de playa, restaurantes y marcha estudiantil.

Una de sus curiosidades es su Camino Real, de 500 metros, flanqueado por las fachadas m¨¢s imponentes de la ciudad. Este lugar, que era la avenida por la que sol¨ªan des?filar los reyes polacos y otros personajes importantes durante sus visitas, tiene la arquitectura m¨¢s refinada de todo el pa¨ªs a pesar de que Varsovia y Cracovia tambi¨¦n cuentan con uno. Su recorrido pasa por varias puertas que en otros tiempos sirvieron como entrada tradicional de los reyes, como c¨¢rceles o lugar de ejecuciones; y que hoy se han convertido en centros de informaci¨®n tur¨ªstica, mercados de ¨¢mbar, cafeter¨ªas, helader¨ªas y restaurantes. El final de este camino es la Puerta Verde, del siglo XVI, que se construy¨® como residencia oficial de los monarcas polacos. Y aunque nunca se us¨® con ese fin, s¨ª fue el despacho de Lech Wa??sa cuando alcanz¨® la presidencia en 1990. Hoy es el Museo Nacional de Gdansk.
5. Un viaje con los caballeros teut¨®nicos al castillo de Malbork
El pueblo de Malbork, a 50 minutos en coche de Gdansk, pasar¨ªa desapercibido de no ser por su impresionante castillo, el m¨¢s grande de Polonia, y patrimonio mundial de la Unesco desde 1997. Los caballeros teut¨®nicos iniciaron la construcci¨®n de este enorme complejo de ladrillo rojo, a orillas del Nogat, en el siglo XIII. Y, durante casi 150 a?os, fue el cuartel general de la orden. Aqu¨ª resid¨ªa el se?or de la orden y, m¨¢s tarde, los monarcas polacos que visitaban la ciudad. Si el viajero que va a Polonia va en busca de castillos, este es ineludible (deteriorado con el correr del tiempo, fue meticulosamente restaurado en el siglo XIX y a principios del XX). Dos consejos: es mejor visitarlo antes de anochecer, cuando los ¨²ltimos rayos del sol ti?en el ladrillo de rojo; y se disfruta sobre todo desde el otro lado del r¨ªo.

El castillo, desde la entrada, ya impresiona. Para llegar al patio hay que cruzar el puente levadizo y atravesar cinco verjas de hierro. Dentro, se alza la residencia del Gran Maestre de la Orden Teut¨®nica, con su majestuosa decoraci¨®n, una cocina de seis metros cuadrados y un gran refectorio, la ¨²ltima estancia del castillo. A continuaci¨®n, pasando por otro puente levadizo y una puerta que da a un patio porticado con un pozo en el centro, se llega al castillo alto. Es la parte mon¨¢stica, donde se reun¨ªan los monjes an?tes de pasar al refectorio. Uno de los interiores m¨¢s imponentes es el de la iglesia de Santa Mar¨ªa, con una puerta g¨®tica conocida como Puerta Dorada. Esta es la parte que m¨¢s da?ada qued¨® tras los bombardeos de 1945. Las obras de renovaci¨®n acabaron en 2016, pero el ladrillo de las paredes se dej¨® a la vista como recor?datorio de la devastaci¨®n. Una de las grandes atracciones dentro del castillo es el Museo del ?mbar.
6. Recorrer Breslavia, la ¡°peque?a Cracovia¡±
Despu¨¦s de las principales ciudades y la zona norte de costa es el turno del sur del pa¨ªs. Baja Silesia es una regi¨®n de historia compleja, al estar situada entre las fronteras alemanas y checas, pero con una identidad propia. Destaca Breslavia, capital de la regi¨®n, situada a orillas del r¨ªo ?der ¡ªcon 12 islas y 130 puentes junto a ¨¦l¡ª. Tras seis siglos bajo gobierno bohemio, austr¨ªaco y prusia?no; y despu¨¦s de ser muy castigada en la II Guerra Mundial, fue reconstruida en torno a su plaza principal, que es la segunda m¨¢s grande de Polonia. Hoy la ciudad, conocida como ¡°peque?a Cracovia¡±, tiene una personalidad propia al conservar una arquitectura ¨²nica y tener ofertas culturales y de ocio envidiables.

En Breslavia destacan el famoso Panorama de Rac?awice, una pintura panor¨¢mica monumental del siglo XIX que representa la batalla de Rac?awice (1794), en la que el ej¨¦rcito polaco liderado por el general Tadeusz Ko?ciuszko venci¨® al ej¨¦rcito ruso. Y la catedral es una preciosa muestra de arquitec?tura g¨®tica. Tambi¨¦n ofrece una animada vida nocturna, con muchos bares y restaurantes en las estrechas calles de su casco antiguo.
Pero no es solo una cara bonita y tur¨ªstica. Es la cuarta ciudad del pa¨ªs en tama?o y el gran n¨²cleo industrial y comercial de la regi¨®n. Al mismo tiem?po, es un importante centro cultural y educativo, con varios teatros, grandes festivales y una poblaci¨®n universitaria que se cuenta en decenas de miles.
En los alrededores de Breslavia se extienden los campos de Silesia, llenos de antiguas ciudades y pueblos interesantes, con castillos e iglesias que aparecen en lugares inesperados. Un ejemplo es la iglesia de la ciudad de ?widnica, que es la construcci¨®n barroca de madera m¨¢s grande de Europa. Y otro el castillo de Ksi??, en Wa?brzych, con un misterioso y gigantesco complejo subterr¨¢neo construido bajo ¨®rdenes directas de Hitler. Otra opci¨®n de excursi¨®n en esta zona es un recorrido por los montes Sudetes, ya en Rep¨²blica Checa, donde hay pueblos medievales con encanto y est¨¢ el parque nacional Karkonosze, ideal para hacer senderismo y esquiar.
7. Los grandes lagos de Polonia en las regiones de Varmia y Masuria

El extremo nororiental de Polonia es la regi¨®n de Varmia y Masuria que, adem¨¢s, posee una peque?a franja de la costa b¨¢ltica. Aqu¨ª, los lagos ?niardwy y Mamry dominan el paisaje de una zona lim¨ªtrofe con el enclave ruso de Kaliningrado. Las lagunas tienen algo especial, como lo demuestran los centenares de navegantes a vela, windsurfistas, kayakistas y nadadores que vienen a disfru?tar de sus aguas. En la zona destaca tambi¨¦n la ciudad de Olsztyn, con museos y un bello casco hist¨®rico. Desde esta localidad se organizan excursiones por el r¨ªo Krutynia, perfecto para remar junto al Lyna. El pueblo cercano de Olsztynek pone un to?que campesino en la regi¨®n y su museo al aire libre transporta al viajero a un pasado buc¨®lico.

Pero la excursi¨®n en barco m¨¢s famosa de Polonia es la del canal Elblag-Ostr¨®da, un prodigio tecnol¨®gico que atrae a los visitantes con ex?cursiones. La diferencia entre este canal y los dem¨¢s de Europa es que los constructores tuvieron que salvar un desnivel de casi 100 metros en el ¨²ltimo tramo. La soluci¨®n consisti¨® en un sistema de gradas, poleas y ra¨ªles que eleva las embarcaciones colina arriba. La visi¨®n de un barco que parece flotar en un mont¨ªculo cubierto de hierba es algo que no se olvida. Este canal de 80 kil¨®metros se concibi¨® en un principio para transportar troncos pero hace mucho tiempo que estos cedieron el paso a los turistas. Hay circuitos en varios tramos y entre mayo y septiembre pueden organizarse excursiones desde Elbl?g y Ostr¨®da, aunque el servicio que cubr¨ªa toda la ruta ya no funciona.
Muchos no saben que Hitler pas¨® en la regi¨®n buena parte de la II Guerra Mundial ins?talado en un cuartel general conocido como la Guarida del Lobo. Era un b¨²nker a prueba de bombas y con metros de hormig¨®n reforzado, tan bien dise?ado que el Ej¨¦rcito aliado no supo de su existencia hasta que fue invadido por el Ej¨¦rcito Rojo en 1945. Hay que recurrir a la imaginaci¨®n para apreciar en detalle este lugar que es uno de los es?cenarios b¨¦licos m¨¢s im?portantes de Polonia.
8. Los Tatras, unos montes ideales para practicar senderismo
En muchos sentidos, los montes Tatras son la cordillera ideal: impresionante pero accesible y con cumbres que cualquiera puede coronar con un poco de esfuerzo, a pesar de ser la secci¨®n m¨¢s elevada de los C¨¢rpatos polacos. Pero esto no hace que dejen de ser impactantes, sobre todo en verano, cuando el cielo se despeja y muestran la cara rocosa de las monta?as. El mejor lugar desde donde acometer el ascenso es Zakopane, la capital nacional de los deportes de invierno, famosa por sus palacetes de madera de finales del siglo XIX y principios del XX. Muchos de ellos sirvieron para consolidar el lugar como colonia para pintores, escritores y compositores que buscanaban inspiraci¨®n. Otras bases para empezar las rutas de senderismo son el pueblo-balneario de Szczawnica, o Spi?sk¨¢ Star¨¢ Ves, en Eslovaquia.

Recorrer los Tatras es tambi¨¦n conocer un mosaico de pueblos sencillos que sirven de base para visitar 6 de los 23 parques naciona?les polacos. Las tranquilas estaciones balnearias dan la opor?tunidad de desconectar y las localidades hist¨®ricas de Przemy?l y Sanok acercan al pasado. Aqu¨ª, en el sur, no hay que co?rrer, sino adoptar el ritmo pausa?do de la vida local y pasear tranquilamen?te por algunos de los paisajes m¨¢s subyu?gantes del pa¨ªs. Resulta interesante la ciudad de Tarn¨®w, con un casco hist¨®rico oval, calles del siglo XVI y una plaza de mercado domi?nada por un imponente ayuntamiento g¨®tico de la?drillo rojo del siglo XV. Esta ciudad es tambi¨¦n el trampol¨ªn para llegar a Zalipie, un pueblo encantador y muy visitado gracias a sus casas pintadas don dise?os florales.
9. Encuentro con bisontes en el parque nacional de Bia?owie?a
El bisonte de la etiqueta de las botellas de cerveza ?ubr o vodka ?ubr¨®wka, populares marcas en Polonia, cobra m¨¢s sentido tras visitar el parque nacional de Bia?owie?a, al lado de la ciudad del mismo nombre y un territorio de bosque virgen junto a la frontera con Bielorrusia. Este lugar conserva uno de los ¨²ltimos bosques primigenios europeos y cerca se encuentra una reserva donde puede verse al bisonte europeo, el mayor mam¨ªfero terrestre de Europa. Aunque en libertad, este mam¨ªfero se extingui¨® en 1919 y en este lugar se han reintroducido con ¨¦xito.

El parque se divide en tres zonas. Una estrictamente protegida de plantas primigenias, a la que solo se puede acceder bajo la supervisi¨®n de un gu¨ªa; una zona de protecci¨®n secundaria que puede visitarse sin gu¨ªa y que cuenta con abundantes pistas para hacer excursiones a pie y en bicicleta; y una serie de peque?as reservas de bisontes.
Bia?owie?a debe en gran parte su existencia a la realeza. Durante a?os, fue un coto privado de caza de los monarcas polacos y posteriormente de los zares rusos. Hoy se ha convertido en un popular destino veraniego al que la gente acude para hacer excursiones a pie o en bici y, con un poco de suerte, ver un bisonte.
10. Un recordatorio sombrio (y necesario) en Auschwitz-Birkenau
Este antiguo campo de concentraci¨®n y de exterminio es un sombr¨ªo recordatorio del mayor genocidio de la historia y de la eliminaci¨®n de m¨¢s de un mill¨®n de personas. Actualmente, Auschwitz-Birkenau es un museo y un monumento a las v¨ªctimas, donde se alzan los pabellones carcelarios, con exposiciones tan impactantes como divulgativas. Este lugar alberga los restos de las c¨¢maras de gas utilizadas durante el Holocausto.

Los alemanes cuando entraron los aliados en Polonia solo destruyeron parte de Auschwitz y muchos de los edificios originales de ladrillo permanecen como un sombr¨ªo testigo de la historia. Aqu¨ª, los 13 barracones que quedan acogen exposiciones de tem¨¢tica general y dedicadas a las v¨ªctimas de determinados pa¨ªses o grupos ¨¦tnicos que perdieron la vida en el campo. Tambi¨¦n ten¨ªa 300 pabellones y cuatro enormes c¨¢maras de gas con su respectivo crematorio. Cada c¨¢mara pod¨ªa gasear a 2.000 personas al mismo tiempo y hab¨ªa ascensores el¨¦ctricos para subir los cuerpos a los hornos crematorios. En el centro de Auschwitz hay un Museo Jud¨ªo que cuenta la vida de la pr¨®spera comunidad jud¨ªa en los a?os previos a la II Guerra Mundial. Es dif¨ªcil olvidar que lo que se est¨¢ viendo son los ¨²ltimos vestigios de la comunidad jud¨ªa polaca, una cultura exterminada.
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