El agua mineral m¨¢s all¨¢ de la hidrataci¨®n: sus falsos mitos y las propiedades de sus minerales
El libro ¡®M¨¢s claro que el agua¡¯, escrito por la doctora Magda Carlas y publicado por la editorial Amat, nos descubre las caracter¨ªsticas de los minerales presentes en ella y sus beneficios para nuestra salud.
El agua es el alimento que m¨¢s consumimos y tambi¨¦n el m¨¢s olvidado. Sabemos que hidratarse es un acto b¨¢sico para la vida, pero no somos conscientes de c¨®mo nos ayuda a mantener una buena salud, ni de que no todas las aguas minerales son iguales. Los minerales que contiene, y que var¨ªan seg¨²n su composici¨®n, son los grandes olvidados de su aportaci¨®n nutricional. Resolver equ¨ªvocos, desmontar falsos mitos y aportar un mayor conocimiento de todos los beneficios que tienen los minerales que encontramos en el agua mineral natural es el objetivo de la doctora Magda Carlas en su libro M¨¢s claro que el agua (Editorial Amat).
Como apunta la autora, ¡°el agua sigue siendo la gran desconocida. No solo es el ingrediente ¡®olvidado¡¯ de nuestra dieta, es que olvidamos que es ¡®nuestro¡¯ ingrediente¡±. Ese es el primer aspecto que tendemos a pasar por alto: el agua mineral natural no solo nos hidrata, sino que aporta a nuestro cuerpo una gran cantidad de minerales y oligoelementos que nuestro cuerpo necesita. Dependiendo del tipo de agua y su procedencia, esas elementos var¨ªan en cantidad, por lo que la etiqueta con la composici¨®n es una informaci¨®n que, lejos de ser anecd¨®tica, nos puede resultar tremendamente ¨²til. Para ello, tenemos que familiarizarnos con un concepto: el residuo seco.
Pese a que ha desatado cierta confusi¨®n y prejuicios, el residuo seco no es m¨¢s que un par¨¢metro que indica la mineralizaci¨®n del agua. Es decir, la cantidad de estos elementos que contiene. Podemos pasar de un agua de mineralizaci¨®n d¨¦bil (como m¨¢ximo de 50 mg/l de residuo seco) a una de mineralizaci¨®n fuerte (1.500 mg/l de residuo seco). Todas ellas son saludables, pero nos aportan cosas distintas, y podemos necesitar unas u otras en determinados momentos de nuestra vida y en circunstancias diferentes.
Otro mito que apunta la doctora Carlas es que el agua de mineralizaci¨®n muy d¨¦bil es mejor que la de mineralizaci¨®n d¨¦bil. Que un agua contenga menos minerales que otra es tan solo una caracter¨ªstica, no una virtud. De hecho, en Espa?a, donde un 30% de la poblaci¨®n adulta no consume las cantidades diarias recomendadas de calcio y magnesio, las aguas minerales de mineralizaci¨®n d¨¦bil pueden ayudar a paliar ese d¨¦ficit. El agua de mineralizaci¨®n muy d¨¦bil aporta menos minerales al organismo y, por lo tanto, se necesitar¨¢ una mayor cantidad para poder alcanzar la Cantidad Diaria Recomendada (CDR).
La importancia de los minerales
Los minerales son b¨¢sicos para nuestra salud y bienestar, y nuestro organismo los recibe a trav¨¦s de los alimentos, pero tambi¨¦n del agua mineral natural. En ella encontramos calcio, magnesio o sodio, adem¨¢s de otros oligoelementos. Por ejemplo, las autoridades sanitarias recomiendan consumir 20 mg/l de calcio y 10 mg/l de magnesio al d¨ªa, elementos que en muchas ocasiones no sabemos que podemos obtener a trav¨¦s del agua mineral natural. Por esa raz¨®n, la etiqueta del agua embotellada nos da informaci¨®n sobre qu¨¦ nos puede aportar teniendo en cuenta caracter¨ªsticas como el sexo, la edad o el estilo de vida que llevamos.
La cantidad de agua recomendada, as¨ª como los minerales que incluye, var¨ªa a lo largo de nuestra vida. Pasamos de 1,3 litros en la infancia a entre 2 y 2,5 litros en la edad adulta. Adem¨¢s, hay que tener en cuenta que hay otros factores que pueden incidir en que necesitemos un aporte distinto. Si practicamos deporte a menudo, por ejemplo, perderemos m¨¢s minerales a trav¨¦s de la sudoraci¨®n, y necesitaremos reponerlos. O en el caso de un embarazo, la cantidad de calcio recomendado aumenta, y el agua es uno de los alimentos que la aporta al organismo. Por todo ello, comprobar la etiqueta para conocer la composici¨®n del agua mineral que vamos a consumir es una costumbre recomendable que puede aportarnos beneficios a la salud.