C¨®mo el escarabajo pelotero hace rodar las bo?igas siempre en l¨ªnea recta y otros prodigios
Los animales tienen muy diferentes sistemas de orientaci¨®n: los salmones usan el olfato y las pulgas de agua el sol y la luna
Con la invenci¨®n de los GPS y los navegadores, muchos viajes han perdido el encanto de perderse, o de llegar a una ciudad desconocida y tener que preguntar o parar un taxi y seguirlo (pagando la carrera, claro) para llegar al hotel. Ahora todos seguimos las indicaciones de una c¨¢lida voz y una pantalla que va diciendo ¡°en la rotonda tome la tercera salida¡± o ¡°incorp¨®rese a la derecha¡±. La mayor¨ªa de urbanitas lo pasar¨ªamos muy mal si nos dejaran en medio del campo sin un tel¨¦fono m¨®vil con navegador. ?Alguien sabe utilizar correctamente una br¨²jula o un sextante? ?U orientarse mirando al sol o...
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Con la invenci¨®n de los GPS y los navegadores, muchos viajes han perdido el encanto de perderse, o de llegar a una ciudad desconocida y tener que preguntar o parar un taxi y seguirlo (pagando la carrera, claro) para llegar al hotel. Ahora todos seguimos las indicaciones de una c¨¢lida voz y una pantalla que va diciendo ¡°en la rotonda tome la tercera salida¡± o ¡°incorp¨®rese a la derecha¡±. La mayor¨ªa de urbanitas lo pasar¨ªamos muy mal si nos dejaran en medio del campo sin un tel¨¦fono m¨®vil con navegador. ?Alguien sabe utilizar correctamente una br¨²jula o un sextante? ?U orientarse mirando al sol o a las estrellas?
Esto que nos puede parecer dif¨ªcil, para algunos animales es f¨¢cil. Hay animales capaces de realizar largu¨ªsimas migraciones y de encontrar su destino o regresar a sus lugares de origen sin problemas. Esto implica que deben de tener un sistema de orientaci¨®n, algo que desde siempre ha intrigado a los cient¨ªficos. Despu¨¦s de muchos a?os de investigaci¨®n hoy sabemos que no hay una estrategia com¨²n. Diferentes especies utilizan distintos sistemas de orientaci¨®n y la misma especie puede valerse de varios en combinaci¨®n. Por ejemplo, hoy sabemos que los salmones utilizan su sentido del olfato para establecer su lugar de origen y de esta manera son capaces de reconocerlo despu¨¦s de su migraci¨®n. Gracias a una serie de ingeniosos experimentos, Arthur Hasler fue capaz de atraer a un r¨ªo en concreto a salmones criados en vivero a los que hab¨ªa expuesto a un determinado olor en el momento de su nacimiento. Aprender esto nos ha servido para poder repoblar zonas con salmones criados en cautividad. En otros animales como las abejas y muchos p¨¢jaros se han encontrado ¨®rganos o c¨¦lulas con material magn¨¦tico, lo que sugiere que tienen alg¨²n tipo de br¨²jula interna que utiliza el campo magn¨¦tico de la tierra para orientarse. Durante mucho tiempo se pens¨® que las palomas empleaban este sistema, pero experimentos recientes vislumbran que esto es m¨¢s complicado y que probablemente usen tambi¨¦n se?ales visuales y auditivas.
Pero la cosa se puede complicar. Hay animales que habitan en entornos muy especiales con determinadas particularidades. Por ejemplo, el plancton que vive en zonas ¨¢rticas tiene que desplazarse a la superficie a ciertas horas del d¨ªa y hacia el fondo a otras para protegerse de los depredadores y huir de un exceso de radiaci¨®n solar. Para hacer esto se gu¨ªan por la luz del sol, por la de la luna y por un reloj interno. M¨¢s sorprendente result¨® el estudio que realizaron los cient¨ªficos Eric Warrant y Marie Dacke, entre otros, cuando trataron de contestar a la pregunta de c¨®mo el escarabajo pelotero del parque nacional Kruger, en Su?d¨¢frica, consigue hacer rodar las bolas de bo?iga siempre en l¨ªnea recta. Esto llev¨® a descubrir que tiene una zona de su anatom¨ªa que es capaz de detectar luz polarizada, es decir, luz que incide en determinada orientaci¨®n, por lo que utiliza el sol para guiarse. Sin embargo, por la noche el escarabajo segu¨ªa orient¨¢ndose en l¨ªnea recta. Se descubri¨® que su sistema de detecci¨®n era muy sensible y no hac¨ªa falta recibir una gran intensidad de luz; tambi¨¦n pod¨ªan orientarse con la luna. Pero ?y cuando la luna no era visible? Los escarabajos segu¨ªan siendo capaces de guiarse siempre y cuando el cielo estuviera despejado. Los d¨ªas de cielo nublado los escarabajos no pod¨ªan seguir trayectorias rectas. Gracias a una serie de sagaces experimentos que implicaban poner sombrero a los escarabajos y utilizar un planetario, descubrieron que los escarabajos eran capaces de orientarse siguiendo el trazado de la V¨ªa L¨¢ctea, desconocida para los urbanitas, pero visible en zonas naturales y reconocible hasta para un insecto. Este descubrimiento que aunaba escarabajos, bo?igas de vaca y astronom¨ªa les hizo merecedores de un premio antinobel. Desde entonces se ha descubierto que las pulgas de agua, unos organismos que viven en las zonas intermareales, se orientan con el sol y la luna para encontrar la zona ¨®ptima y no ahogarse o secarse. La particularidad es que la orientaci¨®n solar depende del cerebro y la de la luna de las antenas. Adem¨¢s, hay un componente gen¨¦tico que les permite guiarse incluso sin puntos de referencia. Pulgas de la misma especie ir¨¢n al Norte si sus antepasados nacieron en el Cant¨¢brico o al Sur si son oriundos de Andaluc¨ªa. Y por si esto fuera sorprendente, hay algunos datos que apuntan a que las focas ser¨ªan capaces de reconocer estrellas y constelaciones. Por lo tanto, si alguna vez te pierdes y el GPS no tiene cobertura, sigue a alg¨²n animal.
J. M. Mulet es catedr¨¢tico de Biotecnolog¨ªa.
La inteligencia de una colonia de hongos
La orientaci¨®n y la inteligencia colectiva puede aparecer incluso en organismos que no tienen cerebro. Los hongos mucilaginosos se alimentan de glucosa. Para alimentarse, la colonia va creciendo buscando zonas donde haya fuentes de glucosa y luego distribuye este alimento por toda ella. Unos cient¨ªficos realizaron un experimento que consist¨ªa en distribuir copos de avena en una superficie imitando el patr¨®n de poblaciones de los alrededores de Tokio. Cuando la colonia de hongos crec¨ªa, adoptaba un patr¨®n para optimizar el transporte de nutrientes que result¨® similar a la red de trenes de cercan¨ªas de Tokio. Seguro que una colonia de hongos sin cerebro podr¨ªa mejorar el dise?o que tenemos en algunas ciudades espa?olas.