?Qu¨¦ hay que saber para escoger un buen vino para compartir?

El vino es parte de nuestra cultura, el elemento que no puede faltar en cualquier encuentro, m¨¢s a¨²n si estamos alrededor de una mesa. Con el tiempo, hemos ido desarrollando mayores conocimientos sobre esta parte indispensable de nuestra gastronom¨ªa, pero todav¨ªa surgen dudas a la hora de escoger con qu¨¦ llenar nuestra copa en determinadas ocasiones. Tener en cuenta algunos principios b¨¢sicos nos puede ayudar a realzar esos momentos en los que nos encontramos con la gente m¨¢s querida.

El car¨¢cter viene de la tierra

El lugar donde crecen las vi?as es fundamental para la personalidad de lo que nos vamos a encontrar en la copa. Las condiciones de humedad, el contraste t¨¦rmico, la altitud o la composici¨®n de la tierra har¨¢n que la uva tenga unas caracter¨ªsticas concretas que se transmitir¨¢n al producto final. Prestar atenci¨®n a las etiquetas y ver el origen puede proporcionarnos mucha informaci¨®n sobre lo que nos vamos a encontrar una vez descorchada la botella.

En el caso de Celeste Crianza, esas particularidades son especialmente notables. Los vi?edos en los que tiene origen, Pago del Cielo, se encuentran a casi 900 metros de altura, una de las cotas m¨¢s altas de la D. O. Ribera del Duero, lo que provoca que la temperatura var¨ªe mucho entre la noche y el d¨ªa. La uva tempranillo se adapta a estas alteraciones, otorg¨¢ndole unas notas concretas, as¨ª como la naturaleza caliza de la tierra de la que nace. Ese es el primer paso de su personalidad.

Los matices marcan la diferencia

Se suele decir que lo primero que tenemos que hacer antes de probar un vino es observarlo. En su color y en su l¨¢grima encontramos informaci¨®n antes incluso de que nuestras papilas gustativas empiecen a funcionar. Los tonos rojos nos cuentan si estamos ante una variedad que tiene notas de distintos frutos y su intensidad si tiene m¨¢s o menos cuerpo. Celeste Crianza, por ejemplo, nos dice a simple vista que hay unos matices de ar¨¢ndanos simplemente por su aspecto visual, a los que m¨¢s tarde, ya en boca, se unen notas de higos maduros, un toque ahumado y mineral fruto del terru?o que le da origen y un trasfondo a cacao amargo y caf¨¦ torrefacto. Esos matices son los que no solo le otorgar¨¢n una personalidad marcada, sino tambi¨¦n los que potenciar¨¢n su combinaci¨®n con algunos platos.

Versatilidad para el maridaje

A la hora de combinar un vino con un plato, hay muchas m¨¢s variantes que tener en cuenta que el consabido vino tinto para carnes y blanco para pescados y mariscos. En ese sentido, encontrar una opci¨®n que se adapte a distintos sabores es una garant¨ªa de ¨¦xito. Celeste Crianza es, como buena parte de los vinos de Ribera del Duero, un acompa?amiento con cuerpo para carnes a la brasa, embutidos y quesos maduros, pero sus notas de frutos tambi¨¦n le dan la versatilidad necesaria para conjuntar con platos m¨¢s ligeros, como salteados de setas, berenjenas o pimientos piquillo rellenos o lasa?as de verduras.

Respetar el entorno

Aunque no sea lo primero que se nos venga a la cabeza cuando degustamos un vino, tambi¨¦n hay que tener en cuenta que ha tenido un proceso de elaboraci¨®n cuidadoso con el medio natural en el que se crea. En la bodega Pago del Cielo esto es un aspecto importante de su manera de entender las t¨¦cnicas vit¨ªcolas, fomentando la eficiencia en el consumo energ¨¦tico y de agua y utilizando energ¨ªas renovables. No en vano cuentan con una instalaci¨®n fotovoltaica que permite cubrir en torno al 25% del consumo el¨¦ctrico de la bodega, una caldera de biomasa y un sistema de climatizaci¨®n natural para aprovechar las frescas temperaturas de las noches de verano, as¨ª como una recirculadora de agua en la zona de embotellado para reducir el consumo de agua, y una depuradora. Solo as¨ª se asegura que la tierra nos seguir¨¢ dando la materia prima con la que elaborar un gran vino.