Bombones de ideas y el ¡®brownie¡¯ de remolacha y ajo negro de Aduriz
La obra del escritor Ram¨®n G¨®mez de la Serna, maestro del surrealismo, surge como precursora de la cocina moderna, hecha de humor, contrastes y trampas
La antigua botiller¨ªa de Pombo era un espacio discreto, conocido en sus inicios por dispensar leche merengada. Esa carencia de solemnidad en relaci¨®n con otros caf¨¦s de la ¨¦poca fue lo que persuadi¨® a Ram¨®n G¨®mez de la Serna para escogerlo como sede de su tertulia literaria. ¡°Si hay alguna instituci¨®n independiente es el caf¨¦¡±, opinaba. Era el primer cuarto del siglo XX en una Espa?a donde el 90% de los municipios acog¨ªan una poblaci¨®n inferior a 5.000 habitantes, que en dos ...
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La antigua botiller¨ªa de Pombo era un espacio discreto, conocido en sus inicios por dispensar leche merengada. Esa carencia de solemnidad en relaci¨®n con otros caf¨¦s de la ¨¦poca fue lo que persuadi¨® a Ram¨®n G¨®mez de la Serna para escogerlo como sede de su tertulia literaria. ¡°Si hay alguna instituci¨®n independiente es el caf¨¦¡±, opinaba. Era el primer cuarto del siglo XX en una Espa?a donde el 90% de los municipios acog¨ªan una poblaci¨®n inferior a 5.000 habitantes, que en dos de sus terceras partes se dedicaba a las labores del campo y la pesca. Cuando se lee sobre G¨®mez de la Serna se advierte una biograf¨ªa balanceada entre la vida despreocupada del escritor privilegiado gracias a las regal¨ªas de su padre y el descontento social e inestabilidad pol¨ªtica permanente durante el llamado siglo de la vanguardizaci¨®n.
Precisamente ese esp¨ªritu iconoclasta, junto al deseo de expresar libremente un pensamiento independiente y creativo, en pugna con una sociedad anquilosada, le llev¨® a experimentar con las letras, la radiodifusi¨®n o el p¨²blico en directo por medio de conferencias te?idas de improvisaci¨®n. Ocurrente, productivo y carism¨¢tico, supo encapsular en diversos formatos el esp¨ªritu de la modernidad. Se dice que debut¨® como emigrante en 1936, baj¨¢ndose del barco en el puerto de Buenos Aires con un brazo levantado con el pu?o en alto y el otro extendido en saludo fascista. Puro surrealismo. Parte de su brillo languideci¨® con ese autoexilio que le cambi¨® la curiosidad de sus primeros viajes por la desgana del destierro. ¡°Me mantengo en estado de llegada¡±, afirmaba. Con todo, sigui¨® escribiendo y apuntando pensamientos que ampliaban su compilaci¨®n de peque?os relatos, narraciones sucintas, goller¨ªas, trampantojos, disparates y variaciones.
Atesoro en casa un ejemplar regalado por un amigo de su obra Pombo por Ram¨®n firmado por el propio autor y un volumen de ?Quiere usted comer bien?, de la tambi¨¦n escritora y activista de los derechos de la mujer Carmen de Burgos, con quien Ram¨®n mantuvo una larga relaci¨®n. Aparentemente poco tiene que ver un libro con el otro, pero siento que me piden colocarlos juntos en la estanter¨ªa. Al fin y al cabo, en una de sus greguer¨ªas Ram¨®n afirma: ¡°El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero¡±, y los libros pueden llegar a serlo. Sospecho que cuando se experimenta una vida contigua a la verosimilitud, viviendo alojado en la ficci¨®n, se adivina una verdad paralela, l¨ªrica, cosida con aforismos. Se fantasea con bombones de ideas concebidos para salvar al mundo de su superficialidad con peque?os chocolates rellenos de conceptos literarios como el de sabor a hoja de almanaque, a mentolada y po¨¦tica casida morisca o de esa expresi¨®n de la tradici¨®n literaria japonesa conocida como haikai. ?Por qu¨¦ no? Quiz¨¢ plenos de ideas art¨ªsticas, fantas¨ªa, sue?os y fragancias filos¨®ficas. Bocados eruditos llenos de mermelada de notas musicales y teclas de piano que al saborearlos recreen en la imaginaci¨®n una inesperada y l¨²cida versi¨®n de la humanidad.
G¨®mez de la Serna, sin caer en la cuenta, profetiz¨® muchas d¨¦cadas antes lo que ser¨ªa una de las funciones de la cocina en el futuro. No solamente materia y t¨¦cnica o recurso hed¨®nico, sino, sobre todo, un modo de conducir porciones de cultura, historia y territorio. Mejor a¨²n, un recurso ingenioso para que la creatividad se propague a trav¨¦s del humor, el amor y la boca. Como Ram¨®n, me declaro senador vitalicio de todo ello.
¡®Brownie¡¯ de remolacha y ajo negro
Ingredientes (para cuatro personas).
Para el brownie:
420 gramos de remolacha.
60 gramos de mantequilla.
80 gramos de chocolate.
160 gramos de azúcar.
4 huevos.
180 gramos de harina.
20 gramos de ajo negro.
Para la crema de nata:
100 gramos de nata.
25 gramos de kéfir.
40 gramos de azúcar.
Aporte nutricional
La remolacha aporta unas 43 calorías por 100 gramos de porción comestible. Los hidratos de carbono presentes son mayoritariamente azúcares. Posee poca cantidad de grasa y no tiene colesterol.
Entre las vitaminas destaca la B9 y minerales como el potasio.
Su color es debido a la betalaína, pigmento que aporta la coloración característica de la remolacha.
Elaboración
El brownie:
Pelar las remolachas y triturarlas en un robot de cocina, no hace falta que esté muy procesado. Por otra parte, derretir la mantequilla junto al chocolate al baño maría. Batir los huevos junto al azúcar y añadir el ajo negro. Juntar la remolacha con la harina e ir integrando el resto de ingredientes con ayuda de una espátula.
Precalentar el horno a 180 grados. Introducir la mezcla en una bandeja de hornear engrasada con mantequilla y cocinar durante 25 minutos. Pasado ese tiempo, retirar y dejar reposar.
La crema de nata:
Semimontar todos los ingredientes y reservar.
Acabado y presentación
Cortar el brownie y acompañar de la crema.